Una de las cosas que más me llamó la atención de la 'Star Wars Celebration' a la que tuve el privilegio de asistir en Orlando fue el ambiente increíble que se respiraba. Era como si un manto de felicidad galáctica cubriese cada rincón del centro de convenciones y todo el mundo tuviese una cosa clara: la Celebration es para lucir cosplays increíbles, disfrutar como un enano con las novedades de la saga y sí, debatir, y no estar de acuerdo, y lanzarse a defender con interminables peroratas la última teoría de turno; pero siempre desde la actitud positiva que solo puede nacer de un fandom cuya saga querida es un producto de consumo familiar.
Cierto es que la Celebration que se celebrará el año que viene en Chicago, probablemente mantenga ese espíritu carente de mal rollo, más que nada porque el filtro de la inversión siempre ha sido uno tremendamente potente, aún así, el envenenamiento del fandom es más que perturbador. Todo comenzó con Johnson y 'Los últimos Jedi', al menos esa es mi percepción. Si que es cierto que tras 'El despertar de la fuerza' hubo un par de fans decepcionados, pero nada que hiciese presagiar el torrente de negatividad que nos va a terminar llevando al Lado Oscuro si no le ponemos remedio.
* Kelly Marie Tran en la piel de Rose Tico, uno de los nuevos personajes de la trilogía más reciente.
Johnson ha pecado de (según los haters más extremos): humillar a Luke haciéndolo humano, dar importancia a personajes femeninos que no deberían tenerla, arrebatar su momento héroe a personajes que se lo merecían (Poe), cargarse a Snoke, dejar claro que los padres de Rey no-eran-nadie... La lista sigue y sigue. Siempre ha habido distintas opiniones en torno a la saga, pero la controversia generada por Johnson viene acompañada de una agresividad que nunca había formado parte del fandom galáctico. No quiero que Johnson pida perdón, no quiero que los cineastas se acobarden y dejen de apostar por dar nuevos aires a la saga, no quiero que la encantadora Kelly Marie Tran tenga que abandonar las redes sociales porque no pueda soportar más el acoso de estos "fans", quiero poner las cosas en perspectiva y que procedamos a ignorar muy fuerte a estos individuos.
El odio se propaga por las redes sociales como la pólvora, lo que se traduce en una representación bastante sesgada del fandom. Twitter, en sus peores momentos, es un agujero de basura infecto en el que solo encuentras rencor, envidia, ego, arrogancia, altanería, agresividad y una necesidad de atención preocupante. Y lo peor de todo, puede filtrar en función de tus "gustos" hasta que solo encuentres precisamente esto. Fuera, en la vida real, sigue habiendo muchísimos fans que viven alejados de la ponzoña y observan como ese mundo de admiración que se movía por un respeto ejemplar se ve trastocado por un puñado de indeseables increíblemente ruidosos.
* Tú intentando que los haters ni te toquen (mientras tus amigos te miran pensando "pobrecitx lo que tiene que aguantar").
Llegado este punto, como periodista, no puedo dejar de pensar en la responsabilidad de los medios. En numerosas ocasiones nos hacemos eco de este contenido poco recomendable con la intención de generar debate sin tener tiempo, ni recursos aunque quizá sí ganas de preocuparnos por establecer un diálogo positivo y sano. Así muchas veces nos convertimos en altavoz de toda esa porquería... Informamos sí, y por el camino damos alas a esa ponzoña que parece estar alcanzando todos los rincones de la galaxia. No es así. Fuera, en la vida real, más allá de unas redes que te plantan delante a individuos que no permitirías que se acercasen ni a un kilometro de ti en tu día a día, el fandom de 'Star Wars' no sigue siendo el mismo, pero quiere recuperarse.
Lo que pasa principalmente es que nos quita el sueño que vengan a estallar esa burbuja de felicidad en la que nos movemos cuando hablamos de nuestra saga. No estamos llenos de negatividad, estamos más que dispuestos a alejarla de nuestras vidas. Hemos crecido con Yoda en nuestra orejita susurrando que el odio lleva al sufrimiento y el sufrimiento al Lado Oscuro, tenemos claro que ese no es el camino.
This is an actual human being who bought a toy of a Star Wars character he didn't like, only to destroy it and insult the amazing actress who plays her, wishing that her career dies, simply because he didn't like the character and movie. pic.twitter.com/iHNKaXpsBK
? Michael (@TheDaredevil120) 18 de junio de 2018
*"Este es un ser humano real que se compró el muñeco de un personaje que no le gusta solo para destrozarlo mientras insulta a la increíble actriz que lo interpreta, deseando que fracase en su carrera. Solo porque no le gustan ni el personaje ni la película".
Resaltando que el altavoz hace aún más amenazadores a los haters no pretendo quitarle hierro al asunto: tenemos un problema. Miles de mentes impresionables se enfrentan al reto de gestionar esta negatividad a diario y eso no es bueno ni para 'Star Wars' ni para el mundo. La única solución que se me ocurre es que defendamos nuestro derecho a disfrutar de la saga sin agresividad donde nos salga del sable láser, ya sea en casa, en las redes, en el trabajo, en la Celebration, a la salida del cine, en un restaurante con los amigos... Como bien nos ha contado Rebels, la lucha contra el Imperio comenzó en el núcleo de una nave cuyos miembros se habían convertido en una inesperada familia. De a poquitos también se llega. Recuperemos ese corazón que siempre nos ha caracterizado.