å

CRÍTICA

'Zombieland: Mata y Remata' consigue recapturar la magia de la película original, pero no superarla

Los protagonistas de 'Zombieland' vuelven a la carga una década después del estreno de la primera parte, y la espera ha merecido la pena.

Por Héctor Martín Navarro 16 de Octubre 2019 | 15:00

Comparte:

Ver comentarios (1)

Parece mentira, pero ya han pasado diez años del estreno de 'Bienvenidos a Zombieland', aquella película de comedia y muertos vivientes que nos encandiló por su corazón y sus protagonistas. Ahora, una década después, Little Rock, Columbus, Wichita y Tallahassee regresan a las salas en 'Zombieland: Mata y Remata', la secuela que, incluso con el paso del tiempo en su contra, vuelve a capturar la magia de película original con muchas risas y un tono de road movie familiar que demuestra por qué no nos hemos olvidado de estos personajes.

Zombieland 2

Nuestro grupo de mata-zombies favoritos sigue unido una década después. Pero, el paso del tiempo les ha pasado factura, los protagonistas ya empiezan a estar cansados los unos de los otros y sus relaciones se ven afectadas por ello, en un caso se trata de un vínculo padre-hija y en el otro una relación romántica. Los roces entre los personajes vuelven a dividir a esta disfuncional familia en dos grupos, repitiendo la trama de "rescate" de la primera parte. Uno de los puntos fuertes del libreto reside en la objetividad del planteamiento de sus conflictos, que muestra de forma justa e imparcial los puntos de vista de todos los miembros de esta familia. De esta manera, la audiencia no siente rechazo hacia ninguno de los protagonistas, ya que podemos entender los puntos de vista de todos los personajes.

Sin embargo, establecer cuales son los problemas que tienen los unos con los otros actúa en detrimento del ritmo de la película. En su intento de dejar muy claro que está causando estas rencillas familiares, el guion se toma su tiempo en la reintroducción de sus protagonistas, haciendo hincapié en como estos últimos diez años han afectado a su convivencia. El resultado es un primer acto con un comienzo algo lento, casi como si a la película le costara arrancar.

Pero, una vez que la trama se pone en marcha, los personajes vuelven a lanzarse a la carretera, como lo hicieron hace ya diez años. Los guionistas (Paul Wernick, Rhett Reese y Dave Callaham) se las ingenian para introducir un nuevo miembro en este grupo: Madison (Zoey Deutch), sin lugar a dudas la mejor incorporación al reparto. Madison se lleva algunas de las mejores risas de la película, en parte gracias a su caracterización de "chica básica y tonta", que podría haber caído en el machismo más estereotipado, pero que está tratado de forma tan exagerada y absurda que se nota que no es más que una parodia de esta clase de personajes.

Zombieland 2

Todos los chistes y gags funcionan en mayor o menor medida, pero hay que destacar una secuencia muy autoreferencial que termina dando lugar a una de las mejores escenas de la película, la oportunidad de lucirse para Ruben Fleischer, que mueve la cámara y los personajes a lo largo de un plano secuencia que se desmarca del resto de set-pieces de acción. Sin embargo, una vez que la escena llega a su fin, los personajes vuelven a estar justo donde empezaron. El resultado es un escena brillante que no aporta nada más allá de acción y comedia.

En resumen, si eres uno de los muchos fans a los que les gustó la primera parte, no puedes perderte 'Zombieland: Mata y Remata'. Reencontrarse con sus personajes es como volver a ver a un viejo amigo, una sensación familiar y reconfortante que te hará recordar lo bien que lo pasaste viendo la primera parte gracias a una secuela que está a la altura de las expectativas. Aunque repita la estructura de su antecesora.

Por último, solo os daremos un consejo, no salgáis de la sala justo al terminar la película.

Nota: 7

Lo mejor: Volver a encontrarse con los personajes, la química entre el reparto, el personaje de Madison (Zoey Deutch), la escena del plano secuencia.

Lo peor: Le cuesta un poco arrancar, no innova demasiado con respecto a la anterior parte.