Hay que saber diferenciar entre lo cursi y lo emotivo. Y no es nada sencillo. Principalmente, porque depende, como todo en esta vida, de los ojos que lo estén mirando, del estado vital en el que uno se encuentre y del contexto en el que se esté produciendo ese instante en el que la emoción, en mayor o menor medida, opta por descontrolarse. Una situación que, al igual que ocurre con las cosas importantes, tiene un eco directo en el mundo del cine. Lo que para unos es sensibilidad delicada y perfecta en su contención es, para otros, un festival de pañuelos moqueados como consecuencia de un ataque directo e indiscriminado a los lacrimales. Ni siquiera los grandes genios de la historia del séptimo arte han conseguido librarse en más de una ocasión de críticas que les echaban en cara haber caído en las trampas más fáciles y tópicas a la hora de empujar al espectador para que convierta su butaca en un mar de lágrimas.
En el otro lado de la balanza, están los cineastas que desde el primer momento enseñan sus cartas, no se esconden. Han venido aquí a tocarnos el corazón y provocar suspiros sin compasión, sin pizca de piedad, es su objetivo y harán todo para conseguirlo. Pero, cuidado, no siempre es todo tan agresivo, también existen artistas que se sirven de lo cotidiano, de la sencillez, para conmover poco a poco, con sutileza, mezclando con talento desbordante las sonrisas y las lágrimas. Richard Curtis es uno de ellos. Un experto en el siempre complicado y complejo trabajo de hacer equilibrio entre los excesos, inteligente a la hora de manejar auténticas bombas de azúcar con la clase y elegancia de un mago de primer nivel. Historias que te hacen llorar, que provocan carcajadas furtivas y que, por alguna razón tan especial que no se puede explicar con palabras, terminan haciéndote sentir feliz después de haberlas visto en una pantalla.
Curtis, ya sea detrás de la cámara o a través de sus guiones, ha dado forma a una carrera sin puntos bajos, repleta de trabajos honestos y comprometidos con las metas que se planteaba. Uno sabe lo que se va a encontrar cuando se sienta a ver una de sus películas y puede tener la certeza de que no se va a sentir engañado. Repasamos el universo de Curtis con siete de esas escenas que nos hacen sentir, sin trampas, que el cine puede emocionar de la manera más cotidiana.
7 secuencias de Richard Curtis
De carteles y declaraciones
No importa el momento, ni la hora, ni el lugar. Cuando uno se encuentra con La Escena de 'Love Actually', y hablamos de una película repleta de momentos memorables, se queda. Una declaración de amor capaz de mezclar la ternura, la creatividad, la resignación y el encanto, con una facilidad pasmosa. Es Richard Curtis en estado puro, multiplicando sonrisas tontas a lo largo y ancho del mundo, permitiendo que Keira Knightley brille desde el silencio. Infalible.
Love Actually en eCarteleraE.P.
Cuidado, aquí tenemos una E.P. (Escena Perfecta) en toda regla. No sucede muy a menudo pero, cuando salta la chispa, no hay quien se resista. Todas las cosas ocupan su lugar, la reflexión, sencilla pero conmovedora al mismo tiempo, la música (maravillosa 'Gold in them hills' de ese gigante llamado Ron Sexsmith), un actor que necesita de los recursos más elementales para que puedas comprenderle de manera transparente, la delicadeza en los detalles, la belleza de lo cotidiano. Si para muchos, entre los que me incluyo, 'Una cuestión de tiempo' es la cima de Curtis, es por escenas así. Insisto, perfecta.
Una cuestión de tiempo en eCarteleraBoda pasada por agua
Unos nubarrones amenazan con hundir una boda bajo la tormenta perfecta, pero comienza a sonar 'Il Mondo' de Jimmy Fontana y Rachel McAdams aparece con una de esas sonrisas que se quedan clavadas en la memoria. Y, claro, la lluvia no quiere perdérsela. Carreras, vendavales, paraguas rotos y carpas que salen volando. Nada importa, imposible que fuera de otro modo. Curtis sabe que está todo en su lugar y que tú ya estás soñando con una boda así. Genio.
Una cuestión de tiempo en eCarteleraAy, Julia
Pocas, muy pocas veces, hemos visto a Julia Roberts mejor que en esta escena, clímax emocional de una comedia romántica ejemplar como es 'Notting Hill'. Curtis se ocupaba de un guión que saltaba de acierto en acierto hasta llegar a un momento precioso en el que, si ya eras fan de Roberts, terminabas de enamorarte por completo. De lo contrario, si nunca habías podido con ella, bueno, te tocaba empezar a replanteártelo. Pura vulnerabilidad. Puro carisma.
Notting Hill en eCarteleraTerminando por el principio
Un aeropuerto viene a ser, para los que no consideramos personas especialmente sensibles, un templo de la lágrima. De alegría o de tristeza, sí, pero un lugar en el que se dan cita las despedidas, abrazos, reencuentros y momentos más intensos entre dos personas. Una unión o una separación. 'Love Actually' se sirve de este concepto para plantear, desarrollar y completar una de las reflexiones sobre las idas y venidas de la vida dentro de las relaciones personales más conmovedoras de los últimos años. Y todo comienza así, con un montaje, una voz y unas palabras que te preparan para uno de esos viajes cinematográficos que nunca nos queremos perder.
Love Actually en eCarteleraPadre e hijo
Para los melómanos, 'Radio encubierta' es una de esas joyas ocultas de los últimos años que guardamos como tesoro personal. Si conectas con todo el universo que plasma Curtis con talento total, estás más ante un parque de atracciones de sentimientos que frente a una estampa hippie y musical de un determinado momento histórico. Con una de esas bandas sonoras incontestables, auténtico festival de melodías y estribillos imbatibles, el director redondeaba una jugada repleta de nostalgia y cariño. Queda para el recuerdo esta escena entre un padre y un hijo repleta de emoción, con esa obra maestra llamada 'Father and son' y con unas miradas que expresan todo. Imprescindible.
Radio encubierta en eCarteleraSí, quiero
Si uno se acerca desde el prejuicio a esta escena de 'Cuatro bodas y un funeral', uno de esos guiones redondos que muy de vez en cuando se dan en el género, pensará que está frente a la clásica declaración de amor bajo la lluvia. Tan manida, tan tópica, tan previsible. Pero estará cometiendo un error. Nada de lo que ocurre en estos poco más de dos minutos tiene desperdicio. No importa que no hayas visto el resto de película, entenderás perfectamente lo que está pasando por la cabeza de estos dos personajes. Un mérito mayúsculo para un guionista capaz de colar un 'sí, quiero' alejado de todo azúcar.
Cuatro bodas y un funeral en eCartelera- Año: 1999
- 124 min. Reino Unido Comedia Romance
- Reparto: Julia Roberts Hugh Grant Rhys Ifans Hugh Bonneville Gina McKee
- Año: 2003
- 128 min. Reino Unido Comedia Romance
- Reparto: Chiwetel Ejiofor Keira Knightley Alan Rickman Liam Neeson Laura Linney
- Año: 2013
- 123 min. EE.UU. Drama Fantasía Romance
- Reparto: Bill Nighy Rachel McAdams Tom Hollander Lindsay Duncan Domhnall Gleeson
- Año: 1994
- 117 min. Reino Unido Comedia Drama Romance
- Reparto: Kristin Scott Thomas John Hannah Hugh Grant David Bowers Simon Callow
- Año: 2009
- 129 min. Reino Unido Comedia Drama Música
- Reparto: Will Adamsdale Gemma Arterton Kenneth Branagh Philip Seymour Hoffman Tom Sturridge