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GUÍA PARA IR AL LADO BUENO

Las 7 lecciones de 'The Good Place' que te salvarán del castigo eterno

Con el final de 'The Good Place' a punto de llegar, recordamos las lecciones que nos deja la ficción para aprender a ser mejores personas.

Por Adrián Jiménez Román 31 de Enero 2020 | 09:55

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Si hay algo que nos confirma que estamos viviendo en el infierno es que 'The Good Place' se termina. La revolucionaria sit-com de Michael Schur dice adiós después de cuatro arriesgadísimas temporadas en las que ha rizado el rizo una y otra vez otorgando algunos de los mejores giros de guion vistos en la televisión reciente. Llega el momento de subirse al globo hacia el Lado Bueno y decirle adiós a una ficción que nos ha volado la cabeza todo lo que ha querido y más.

Se pueden citar muchas cosas buenas de 'The Good Place'. Desde su compromiso con la diversidad hasta su coraje al mantener esa huida hacia delante que siempre la ha caracterizado. Giro tras giro, cliffhanger tras cliffhanger, la ficción ha arrancado risas y lágrimas por doquier de sus espectadores. Pero lo que mejor la define es que siempre ha mantenido su interés por intercalar la ética y la filosofía con las carcajadas para enseñar a sus personajes (y también a aquellos que estábamos al otro lado de la televisión) a ser mejores personas. ¡Como si fuera fácil!

'Los protagonistas de 'The Good Place' en uno de los últimos episodios de la serie'

¿Cómo ser bueno?

La pelea de sus protagonistas por convertirse en buenas personas ha sido la gran trama de la serie. Eleanor, Chidi, Michael, Janet, Tahani y Jason se las han visto y deseado para enmendar sus errores y aprender cómo ser la mejor versión de sí mismos. Por delante se les han puesto dilemas de lo más variopinto que han servido para llevarlos adonde se encuentran en este final de serie: viviendo en el Lado Bueno después de salvar a la humanidad un par de veces. ¿Cómo lo han conseguido? Siguiendo todas las enseñanzas que vamos a contarte hoy.

Y es que mientras esperamos para saber cómo termina el viaje de nuestro equipo favorito, a ninguno nos vendría mal ganar algunos puntos, que todo apunta a que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina. Vamos a recordar cuáles son las lecciones más importantes que nos dejan los personajes de 'The Good Place'. Así nos aseguraremos de que, cuando todo acabe, viviremos felices y comeremos yogur helado en el Lado Bueno.

El capítulo final de 'The Good Place' se puede ver en España a través de Netflix a partir del día 31 de enero.

7 lecciones para ser buena persona según 'The Good Place'

"No importa que sepas cosas. Lo que importa está en tu corazón"

"No importa que sepas cosas. Lo que importa está en tu corazón"

Jason ha sido el personaje más puramente cómico de 'The Good Place'. Nuestro chico de Florida no tiene lo que se dice muchas luces, y apenas se enteraba de lo que sucedía la mayor parte del tiempo. Pero aunque pueda parecer un personaje simple y con poco fondo, el personaje de Manny Jacinto nos enseña que, más allá de ser listo, lo que de verdad importa en la vida es tener voluntad de ayudar a los demás y tratarlos con amor y respeto.

Y es que, cuando conoce a alguien nuevo, el primer impulso de Jason siempre es ser agradable con él (incluso aunque se trate de un demonio). En la segunda temporada, animaba a Tahani con palabras que pueden parecer sencillas pero esconden una gran profundidad: "Eres molona, guay, divertida y muy lista. Nunca te he visto bailar, pero seguro que eres buena, porque eres buena en todo. ¡Eres alucinante! Trátate mejor a ti misma".

Las personas que no han recibido una educación extensa muchas veces son quienes nos otorgan las mejores enseñanzas sobre cómo tratar mejor al resto. La ignorancia no es excusa para no ser una buena persona.

La lección que nos deja Jason: Tratar bien a los demás es la mayor muestra de inteligencia.

The Good Place en eCartelera

"¡Y de eso trata mi libro: de acabar con tu necesidad de validación ajena!"

"¡Y de eso trata mi libro: de acabar con tu necesidad de validación ajena!"

Cuando Tahani Al-Jamil apareció por primera vez, ninguno dudamos de que era una digna habitante del Lado Bueno. Filántropa, dedicada a mejorar la vida de los demás, agradable con todos... No parecía tener ningún fallo. Pero pronto esa imagen de perfección se rompió y vimos que Tahani era una persona con unas motivaciones corruptas. Durante toda su vida, sus padres la han forzado a competir con su hermana Kamilah, una cantante, artista y superestrella que siempre la eclipsaba en todo. La musa de Baz Luhrmann interpretada por Jameela Jamil se esforzaba sin descanso por ayudar a los demás, sí. Donó miles de millones a ONGs. Pero todo venía de su necesidad de encontrar la aprobación de los demás. Y eso no vale.

Es fácil extrapolar el viaje de Tahani a nuestro mundo actual. Si realizamos una buena acción para grabarla, colgarla en Instagram y bañarnos en un tsunami de comentarios y likes... ¿realmente estamos haciendo el bien? Por sí solas, las buenas acciones no te hacen ser buena persona. Y Tahani lo comprende cuando descubre que sus padres la lanzaron a una vida de competición. En su reconciliación con su hermana, Tahani encuentra una felicidad mayor que en cualquier entrevista de Cosmo. La aprobación ajena nunca nos dará una felicidad real, solo una ilusión. Debemos buscar la felicidad en otro lugar.

La lección que nos deja Tahani: No necesitamos la validación del resto para ser felices.

The Good Place en eCartelera

"No hay respuesta, pero Eleanor es la respuesta"

"No hay respuesta, pero Eleanor es la respuesta"

La curiosidad y la búsqueda de respuestas es algo innato en nosotros, pero a Chidi a veces se le va de las manos. Su ansiedad a la hora de tomar decisiones lo paraliza tanto que acaba siendo condenado. ¿Cómo elegir cuando hay tantas variables en cada una de las opciones? Parece un proceso imposible, pero, en realidad, Chidi es quien nos ha dado una y otra vez la respuesta para ser buenas personas.

"Escogemos ser buenos por nuestros lazos con los demás y nuestro deseo innato de tratarlos con dignidad", nos explicaba el profesor al que da vida William Jackson Harper en la segunda temporada. Y 'The Good Place' nos lo demuestra. La relación de Chidi con Eleanor y el resto del grupo es lo que lo convierte en mejor persona. Ellos le apoyan en su batalla contra la indecisión y se transforman en la razón por la que llega a la respuesta a todas sus preguntas. Si no sabemos cómo actuar, el amor siempre nos llevará a un buen lugar.

La lección que nos deja Chidi: Las conexiones con otras personas siempre son nuestra mejor guía.

The Good Place en eCartelera

"Si las almas gemelas existen, no se encuentran: se hacen"

"Si las almas gemelas existen, no se encuentran: se hacen"

La gran pareja de 'The Good Place' es la formada por Chidi y Eleanor, en eso no hay discusión. Pero la pareja más inesperada es la que forman Janet y Jason. La inteligencia artificial no-robot, no-humana, no-chica interpretada por D'Arcy Carden es un personaje hilarante, pero también una cuestión filosófica profundísima sobre la humanidad. Janet no es humana, pero aprende y se desarrolla con cada actualización. Y según avanzan las temporadas, alcanza algo que nadie, ni ella misma, esperaba: sentimientos.

Janet es solo una más de tantas inteligencias artificiales dispuestas en el Lado Bueno para hacer realidad cualquier deseo humano. Pero sus experiencias junto a los humanos, y en especial su relación con Jason, la convierten en una Janet especial, diferente a cualquier otra. El amor entre ambos no parecía posible, pero eso no los desanima. Construyen una relación y se ayudan el uno al otro a mejorar. Y al final, como dice la propia no-robot, "resulta que la mejor Janet era la Janet de dentro de Janet desde el comienzo".

La lección que nos deja Janet: Construir el amor nos cambia y saca lo mejor de nosotros.

The Good Place en eCartelera

"Lo importante no es si la gente es buena o mala. Lo importante es si hoy intentan ser mejores de lo que eran ayer"

"Lo importante no es si la gente es buena o mala. Lo importante es si hoy intentan ser mejores de lo que eran ayer"

Con Eleanor no hay lugar a dudas: merecía ir al Lado Malo. No sabemos hacia dónde apuntaba la brújula moral de esta chica de Arizona, pero desde luego no era hacia el bien. El personaje de Kristen Bell es enérgico y activo, pero eminentemente egoísta. Eleanor siempre antepone sus necesidades a las del resto y podemos hacer una lista bastante extensa de las cosas horribles que hizo mientras vivía. Desde abandonar al perro de su amiga para ir a un concierto de Rihanna hasta vender medicinas falsas a ancianos, pasando por destruir escape rooms.

Eleanor no era una buena persona. Pero tras su muerte y su encuentro con el grupo, empieza a aprender sobre ética y a dejar de lado su egoísmo. En un enorme arco de idas y venidas, Shellstrop completa una de las transformaciones más importantes de la ficción. Aunque siempre será ella misma, la brújula moral de Eleanor se reorienta gracias al grupo y, sobre todo, a su relación con Chidi. Se convierte en una persona capaz de poner su energía a trabajar para hacer el bien, tomando decisiones altruistas que la acaban colocando en primer plano en el plan para reorganizar el Más Allá. Quién nos iba a decir que la chica egoísta de Arizona terminaría salvando el mundo.

La lección que nos deja Eleanor: Todos tenemos capacidad para ser mejores personas. Nunca es demasiado tarde para mejorar.

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"Los humanos siempre están un poco tristes porque saben que van a morir. Pero saber eso es lo que da sentido a la vida"

"Los humanos siempre están un poco tristes porque saben que van a morir. Pero saber eso es lo que da sentido a la vida"

¿Qué significa ser humano? Es una pregunta compleja a la que 'The Good Place' plantea varias respuestas. Pero, sin duda, el personaje que mejor ejemplifica este dilema es Michael. El demonio de Ted Danson también protagoniza un increíble arco de redención, en el que pasa de inventar un nuevo plan para torturar humanos a formar parte activa del plan para salvar la humanidad. Ahí es nada.

En el camino, Michael aprende a empatizar con los humanos y pasa incluso por una crisis existencial sobre la futilidad de la vida. Pero entonces Eleanor le ayuda a salir, desplegando una de las lecciones más profundas y sencillas de 'The Good Place', que Michael aprende y nosotros también. Ser humano es vivir con miedo a la muerte. Y saber que existe ese final es lo que da sentido a todo.

La lección que nos deja Michael: La muerte hace que la vida merezca la pena.

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"Cada día el mundo se complica un poco más y ser bueno cada vez es más difícil"

"Cada día el mundo se complica un poco más y ser bueno cada vez es más difícil"

En el décimo episodio de la tercera temporada, Michael descubría una importantísima revelación. La vida se ha vuelto tan complicada que hoy es casi imposible ser buena persona. Las consecuencias de nuestras acciones son casi impredecibles y, como descubría la jueza Gen en su visita a nuestro mundo, "¡La Tierra es una mierda, tíos!". Si te comes determinado sándwich de pollo, puede que signifique que odias a los gais. ¡Hasta hay nazis de nuevo!

Pero 'The Good Place' nos explica que hay esperanza. Las clases de ética de Chidi rastrean teorías de Platón, Kant o Jonathan Dancy. Nos explican distintas teorías sobre qué es ser buena persona. El imperativo categórico nos habla de principios inamovibles sobre qué es bueno y qué es malo. El utilitarismo basa la moralidad en las consecuencias. El particularismo moral nos habla de cómo debemos escoger nuestras acciones basándonos en cada situación.

Al final, creamos en Kant o Aristóteles, 'The Good Place' nos quiere transmitir que hay bondad en el mundo. Más allá de lo condenado que parezca todo, si miramos bien, encontraremos a personas intentando trabajar día a día para hacer del mundo un lugar mejor. Y, si tenemos voluntad, podemos convertirnos en uno de ellos.

La lección que nos deja 'The Good Place': La vida puede ser terrible a veces, pero debemos creer en la bondad humana.

The Good Place en eCartelera