No todo son buenas noticias para el equipo de 'Torrente 4: Lethal crisis'. Con lo que está recaudando la película de Santiago Segura, es evidente que le iban a crecer los enanos tarde o temprano. Y, aunque su productora se llame Amiguetes Enterprises, también se ha labrado algún "enemiguete".
Uno de los escenarios en los que se grabó la última aventura del agente José Luis Torrente fue el club de alterne D'Angelo Palace. Segura no había conseguido la subvención de la Generalitat de la Comunidad Valenciana, por lo que andaba escaso de presupuesto. Llegó al acuerdo con el dueño del puticlub, Mario Gamero, que podría grabar en su establecimiento siempre y cuando Segura hiciera publicidad del club en cuestión.
El acuerdo, según asegura el propio Gamero, se realizó de forma "parte verbal, parte firmada y parte vía e-mail", por lo que tendría pruebas que le ayudarían si decide demandar a Amiguetes Enterprises por incumplimiento de contrato.
Labia y artimañas
¿Qué es lo que tenía que hacer Segura? En la película Torrente y otro personaje debían mencionar, al menos dos veces, el nombre del club a lo largo de la conversación. Además, tendría que incluir un plano en el que se viera perfectamente el nombre y el logo del establecimiento. Sin embargo, no sólo no aparece sino que las tomas con Jesús Bonilla se recortaron bastante y el puticlub aparece muy poco tiempo en pantalla.
Gamero le ha exigido 6.000 euros de indemnización, además de asegurar que Segura utilizó "la labia y las artimañas que le han caracterizado durante el rodaje" para convencerle de que no le cobrara por grabar en el local. Teniendo en cuenta que sólo en un fin de semana recaudó más de 8 millones de euros, es bastante probable que Santiago Segura decida pagar para no entrar en problemas legales. Total, no creo ni que se entere de esos 6.000 euros menos...