Más de 55 años actuando. Más de 60 películas como actor, 30 como director y 4 premios Oscar. Estos son los mareantes números de Clint Eastwood, uno de los nombres más importantes dentro del séptimo arte gracias a grandísimas películas que ha protagonizado y dirigido. 'Por un puñado de dólares', 'Mystic River', 'Los violentos de Kelly' y un largo etcétera han hecho de Eastwood lo que es actualmente: uno de los mayores artistas vivos de Hollywood.
Y como suele pasar en estos casos, muchos de sus personajes han transcendido más allá de las pantallas y se han convertido en iconos de la cultura popular. Harry Callahan, el teniente Kelly o el Predicador son ya parte del mundo cinematográfico. Muchos de ellos personajes duros, masculinos y antipáticos, que han acabado identificándose totalmente con el propio Clint Eastwood.
Probablemente Eastwood no sea el mejor actor ni el mejor director, pero tiene algo que los demás no tienen: La capacidad de elegir diamantes en bruto, historias buenas y originales, y transformarlas en productos redondos que pasan directamente a ser historia del cine, una tras otra. Y si además de dirigir se atreve a ponerse delante de las cámaras, la cinta alcanza unas cotas de calidad muy superiores a la media. Ya conocemos la carrera de Clint pero, ¿cuáles han sido sus mejores personajes, aquellos que han marcado una época y que han pasado a la historia? Aquí tienes algunos de ellos.
Los mejores personajes de Clint Eastwood
Frankie Dunn en 'Million Dollar Baby' (2004)
En el año 2004 se estrenó esta película en la que Eastwood nos entregaba una de sus mejores interpretaciones, y también una de las últimas. En ella, se puso en la piel de un veterano entrenador de boxeo que, tras mucho dudar, acaba entrenando a una promesa femenina, Maggie Fitzgerald, interpretada por la también espectacular Hilary Swank. Desde ese momento se crea una relación paterno-filial que hace dudar a Frankie sobre todo lo que había creído hasta ese momento.
La película consiguió siete nominaciones a los Oscar, de los cuales ganó cinco. Clint no consiguió el premio a mejor actor en uno de los mejores papeles de toda su carrera, pero sí lo hizo como director . Algunos momentos de la cinta, como la despedida, nos siguen poniendo los pelos de punta a día de hoy.
William Munny en 'Sin perdón' (1992)
Con 'Sin perdón' Clint Eastwood regresó a su género predilecto, el del Western, después de unos años alejado de él. Lo hizo por la puerta grande, dirigiendo y protagonizando la que es considerada por muchos la mejor película del estadounidense, tanto como realizador como actor, e incluso una de las mejores del género. Eastwood se metía en la piel de Bill Munny, un viejo pistolero retirado con un pasado oculto. Junto a sus compañeros, tenía la misión de acabar con unos hombres que habían maltratado a unas prostitutas. A lo largo del film íbamos viendo poco a poco la auténtica cara de Munny, hasta llegar a ese antológico final que nos dejó a todos con la boca abierta.
Su interpretación le valió su primera nominación a los premios de la academia, y le dio el reconocimiento artístico que muchos le negaban, demostrando los matices que era capaz de dar a sus personajes.
Harry Callahan en la saga de 'Harry el sucio' (1971-1988)
Llegamos a uno de los personajes más icónicos de Eastwood. Harry Callahan, conocido como 'Harry el sucio', es un policía con un carácter desagradable, cínico y totalmente heterodoxo que se ve obligado a aceptar siempre los peores casos. Lo que nació como una nueva colaboración (la más importante) entre Clint y Don Siegel, el director de la cinta, dio tan buen resultado que trajo consigo cuatro secuelas, todas protagonizadas por su personaje.
Nadie puede dudar de que se trate de un personaje mítico, que nos ha dejado algunas de las mejores frases del cine que, además, en España pudimos escuchar de la voz del gran Constantino Romero, convirtiéndose desde ese momento en dos conceptos inseparables, que se han mantenido juntos hasta el triste fallecimiento del doblador.
Frank Lee Morris en 'Fuga de Alcatraz' (1979)
'Fuga de Alcatraz' fue la última colaboración entre su director, Don Siegel, y Clint Eastwood como actor. Aquí, el intérprete nos dio una composición llena de matices de un personaje real: Frank Lee Morris, el único hombre capaz de escapar con vida de la cárcel de Alcatraz junto a otros dos compañeros. Con esta cinta demostró que era capaz de hacer algo más allá de sus roles más icónicos, e incluso podía ponerse en la piel de un ser real, del que tuvo que aprender para alcanzar las más altas cotas de calidad.
Se trata de una película que puede pasar desapercibida dentro de la filmografía de ambos directores, pero que demuestra que hay luz más allá de la conocidísima 'Harry el sucio'.
Blondie en 'La trilogía del dólar' (1964-1966)
Y aquí tenemos al personaje por el cual Clint Eastwood se convirtió en un mito del Spaguetti Western y en su actor más reconocido. Sergio Leone dirigió entre los años 1964 y 1966 las tres películas pertenecientes a la conocida como Trilogía del dólar: 'Por un puñado de dólares', 'La muerte tenía un precio' y 'El bueno, el feo y el malo'. En ella nos enseñaban a un hombre sin nombre, conocido como Blondie, Joe o Manco, según la película. Dibujaba así al prototípico anti héroe, chulo y tosco, que no necesitaba un nombre para llegar a los espectadores.
La cinta nos dejó escenas míticas, y una banda sonora a cargo de Ennio Morricone magistral, que ha sido utilizada muchísimas veces tras el estreno de las películas.
Walt Kowalski en 'Gran Torino' (2008)
'Gran Torino' es, hasta el día de hoy, la última película de Clint Eastwood en la que ha participado como actor y director. Y como no podría ser de otra manera, resulta ser también un gran broche a su carrera. Una película fantástica, con todos los ingredientes para gustar a cualquiera que disfrute con las buenas historias.
Clint Eastwood es Walt Kowalski, un hombre que acaba de enviudar, y con una familia desagradecida con la que casi no se habla. Veterano de la guerra de Corea vive en un barrio que se ha llenado de inmigrantes de procedencia asiática, algo que no le gusta especialmente. Todo cambia cuando conoce a su vecino, un chaval que no consigue adaptarse al mundo que le rodea. Sorprendiéndose a sí mismo, Walt acaba por ayudar al joven y a su familia.
Aunque se llegó a decir que su papel en esta cinta era muy parecido al de 'Million Dollar Baby', todos los nuevos matices que da a su personaje, su forma de ver la vida y de sentirla, y ese inmenso final hacen de Kowalski uno de los mejores papeles de su vida, y un gran cierre a su carrera. Sorprendentemente, la película no optó a ningún Oscar en el año 2008, a lo que el público y los críticos reaccionaron de manera negativa, oponiéndose a esa decisión.
Robert Kinkaid en 'Los Puentes de Madison' (1995)
En 'Los puentes de Madison' encontramos el papel más extraño de Eastwood. En ella, el actor se sale completamente de su registro habitual, y nos muestra su cara más sentimental. La película en sí es el típico drama romántico, y Clint interpreta al típico hombre cincuentón con mundo interior y con unos modales muy correctos que acaba por enamorar a Meryl Streep.
Más de un seguidor del incansable actor estadounidense se ha sentido decepcionado, e incluso asqueado con este personaje (esas sonrisitas y besos de tornillo pueden herir sensibilidades), pero merece la pena incluirlo en esta lista por lo que seguramente supuso prepararse este papel y demostrar que no solo podía interpretar a tipos duros.
Tom Highway en 'El sargento de hierro' (1986)
Terminamos con otro de los grandes papeles de Clint. Película dirigida y protagonizada por él mismo. En ella, el sargento Highway es un veterano de las guerras de Vietnam y Corea que regresa a Estados Unidos para instruir a un grupo de novatos nada disciplinados con el objetivo de convertirlos en marines.
"Soy el sargento de artillería Highway. He bebido más cerveza, he meado más sangre, he echado más polvos y he chafado más huevos que todos vosotros juntos, capullos". Con frases como estas no hacen falta más razones para incluirlo en la lista como uno de los mejores papeles de Eastwood. Muy en su línea, pero como siempre rozando la excelencia en cada segundo que aparece en pantalla.