Vivimos en la era de la Peak TV. Hace unos años, cuando 'Perdidos' tocaba a su fin, muchos auguraron el fin de la Tercera Edad de Oro de la televisión, pero lo mejor estaba por llegar. Desde entonces, las series no han hecho más que mejorar y volverse más arriesgadas y sorprendentes al amparo de las cadenas premium y las diversas plataformas de VOD que han favorecido la calidad por encima de la cantidad con sus ficciones originales. Puede que la Edad de Oro que inauguró 'Los Soprano', estalló con 'Perdidos' y sellaron 'Breaking Bad' y 'Mad Men' terminase, pero la que ha venido a continuación ha subido el listón incluso más alto y no da señales de terminar pronto.
En este panorama, en el que hay más series de calidad de las que uno tiene tiempo para ver, es necesario seleccionar y sacrificar para poder estar al día. Por esta razón, hoy más que nunca, hay más series que merecen reconocimiento y de las que sin embargo nadie habla. 'Juego de Tronos' y 'The Walking Dead' acaparan la conversación online, mientras que otras ficciones disfrutan del favor de la audiencia más apasionada ('Rick y Morty', 'Outlander', 'Westworld'). Pero desde hace unos años ha estallado el fenómeno de las mejores series que no estás viendo. Y no son pocas.
'Rectify', 'The Girlfriend Experience', 'The Knick' o 'Halt and Catch Fire' por nombrar unas cuantas. Series magníficas de las que apenas se ha hablado a pesar de gozar de muy buenas críticas, y que quizá por la falta de atención de los medios y las redes sociales, han sido también ignoradas en los premios. Pero hoy por hoy, la "mejor serie que no estás viendo" por excelencia es 'The Americans', drama de espionaje de la cadena FX que toca a su fin en 2018, después de seis apasionantes temporadas.
Aunque la serie protagonizada por Keri Russell y Matthew Rhys gozó de buena acogida entre la crítica desde el principio, no fue hasta su cuarta temporada cuando la Academia se acordó realmente de ella (antes le había caído alguna nominación "menor" suelta). De hecho, la mañana en la que se anunciaban las nominaciones a los Emmy 2016, los actores (que son matrimonio también en la vida real) ni siquiera madrugaron para verlas, ya que ni se imaginaban que ese año tanto ellos como su serie sí estarían nominados. Así comenzaba una especie de segunda vida para la serie, en la que por fin se le empezaba a prestar la atención que merecía. Pero 'The Americans' todavía existe en un plano diferente a otras series más masivas, y va siendo hora de que le demos el empujón definitivo para que se sume al panteón de las series imprescindibles.
Regreso a la Guerra Fría
'The Americans' nos lleva al Washington DC de los 80 para contarnos la historia de un matrimonio norteamericano aparentemente normal que esconde un secreto: en realidad son agentes de la KGB infiltrados en territorio enemigo. Philip y Elizabeth Jennings deben mantener en pie la fachada de su vida familiar mientras llevan a cabo peligrosas misiones para hacer llegar información secreta a su patria. Una premisa que podría agotarse rápidamente, y que sin embargo da lugar a una trama absorbente que no hace sino mejorar con las temporadas.
A continuación os damos 8 razones para que os animéis de una vez por todas a ver este gran drama televisivo.
8 razones para ver 'The Americans'
Su trama
La primera temporada de 'The Americans' se apoya fuertemente en el peligro que supone que los Jennings, un matrimonio aparentemente normal que lleva una doble vida como espías de la KGB en territorio norteamericano, sean pillados por su vecino, que es casualmente un agente del FBI. Sin embargo, los guionistas evitan caer en la repetición o la inverosimilitud dando énfasis a otros aspectos de la historia, como el conflicto familiar y emocional que protagonizan los Jennings o las distintas ramificaciones que se desarrollan en ambos frentes durante la Guerra Fría. Es decir, no os preocupéis, 'The Americans' no toma la senda de 'Dexter', sino que sabe cómo evolucionar y mantener siempre el interés sin desvirtuarse a sí misma.
Sus interpretaciones
Uno de los puntos fuertes de 'The Americans' es la interpretación de su pareja protagonista, Keri Russell y Matthew Rhys, que dan vida a los Jennings con un temple y una tensión contenida digna de admiración. Su excelente labor fue recompensada en 2016 con una nominación al Emmy para cada uno, lo que ocurría por primera vez en cuatro temporadas. Russell y Rhys, que también son matrimonio en la vida real, ya habían perdido la esperanza de ser nominados, así que esa mañana ni madrugaron para ver las nominaciones. Al año siguiente volvieron a ser candidatos al Emmy, y además, los Globos de Oro también se acordaron de ellos por primera vez. Una recompensa justa para un trabajo muy difícil de desempeñar y fácil de pasar por alto y unas interpretaciones llenas de matices que no reciben los elogios suficientes.
Sus secundarios
Pero Russell y Rhys no están solos. Alrededor de los Jennings encontramos a un elenco de secundarios y artistas invitados que elevan de categoría la serie. Margo Martindale se ha llevado dos premios Emmy por interpretar a Claudia, la supervisora de Elizabeth y Philip de la KGB en territorio norteamericano (a ella sí le hace caso la Academia, porque es Margo Martindale), y a partir de la tercera temporada, la serie también ha contado con la distinguida presencia de Frank Langella. Y por supuesto, no podemos olvidar a Annet Mahendru como Nina Sergeevna, ex espía rusa atrapada entre la KGB y el FBI. Pero aquí la que merece todas las alabanzas es Alison Wright por interpretar a Martha, el personaje más vulnerable y compasivo de la serie. Wright hace partícipe al espectador de su sufrimiento y preocupación, convirtiéndose a menudo en nuestro punto de vista. Todos somos Martha, y todos queremos que no le pase nada a Martha.
Paige Jennings
Suele ocurrir en los dramas centrados en una familia que los eslabones más débiles son los hijos. En las primeras temporadas de 'The Americans', Paige y Henry no son más que elementos circunstanciales. Pero a partir de la tercera, Paige salta al frente y su personaje se convierte en el centro de uno de los conflictos principales de la serie. No hay que pasar por alto la labor de Holly Taylor, que da vida a una joven con problemas ligeramente distintos a las demás chicas de su edad: sus padres son espías rusos. Como adolescente (para más señas católica) que es, Paige puede ser irritante y frustrante, pero hoy por hoy no se entendería la serie sin el conflicto tan complejo y emocionante que protagoniza junto a sus padres.
Su ambientación
'The Americans' transcurre a mediados de los 80, en plena Guerra Fría, pero no esperéis cardados imposibles o ropa de colores chillones. La ambientación de la serie es algo más sutil, más discreta, y se apoya principalmente en el diseño de producción, en el hogar de los Jennings y los despachos del FBI y la Rezidentura, donde se nos transporta tres décadas hacia el pasado mediante artilugios tan desfasados como el teléfono de cordel y el contestador automático, o instrumentos de espionaje analógicos. Mención aparte merecen las convincentes pelucas de Philip y Elizabeth. No serán tan llamativas como las de Jennifer Garner en 'Alias', pero mejor así, ya que lo que los Jennings quieren es pasar desapercibidos, no todo lo contrario.
La duración de los episodios
Con el auge de las cadenas premium y el contenido original de las plataformas de vídeo bajo demanda como Netflix o Amazon Video se han producido dos fenómenos curiosos en las series, provocados en parte por la ausencia de publicidad: las temporadas tienen menos capítulos (hoy por hoy suelen variar entre los 6 y los 13) y los capítulos duran más (la mayoría de dramas rondan los 60 minutos y las comedias se acercan, y en muchos casos superan, los 30). 'The Americans', por el contrario, conserva la duración estándar de los dramas de network, 40-45 minutos. Esto hace que el ritmo pausado de la serie no acabe pasando factura, y que las temporadas no caigan en el relleno, condensando en 13 compactos episodios una trama que da mucho de sí, y evitando por tanto que se pierda el interés.
Fusión de géneros
'The Americans' es una serie de espías, pero también es mucho más que eso. Aunque no faltan las persecuciones, los asesinatos a sangre fría y las peleas, la intriga y el suspense psicológico se anteponen a la acción propiamente dicha. Pero ademas (y quizá sobre todo), 'The Americans' es un drama familiar y de personajes. Los conflictos morales de los Jennings, sus múltiples caras, su complicada relación (una de las más fascinantes de la televisión), sus pulsiones sexuales y la delgada línea que separa la realidad de la mentira en su vida en familia son los elementos que hacen de 'The Americans' una serie tan interesante.
No es adoctrinadora
Tiene mérito hacer una serie tan política y no caer en sensacionalismos ni sermones. 'The Americans' no adoctrina, porque se mantiene imparcial, porque se limita a reconstruir el conflicto político y diplomático centrándose en cómo este afecta personalmente a las vidas de un número determinado de personas. Los guionistas hacen un gran trabajo evitando caer en lo maniqueo. En esta serie no hay malos y buenos en el sentido más clásico y simple de la palabra (excepto Martha, que ya hemos concluido que es un trozo de pan), sino que la serie transcurre en una zona gris muy difícil de navegar que los guionistas sortean con elegancia, inteligencia y mesura, mostrando las dos caras del conflicto sin lavados de cerebro o agendas ocultas.