Si bien su peculiar y nada cambiante vestuario o su forma de resolver los crímenes se convertieron en un manido cliché nadie duda que Peter Falk interpretó durante muchos años al que se convirtió en uno de los personajes icónicos de la historia de la televisión, el detective Colombo, por el cual recibió cuatro premios Emmy.
Desgraciadamente, el carismático actor falleció la pasada noche en su casa de Beverly Hills a los 83 años de edad. Aunque no se ha informado de la causa exacta de la muerte se sabe que en los últimos años ha estado sufriendo de demencia senil de Alzheimer.
Secundario de lujo en el cine
Lo que desconoce gran parte del público es que también deja un gran legado en el mundo del cine. Desde los años 60 adquirió fama de gran secundario como demostró en títulos como 'La carrera del siglo' de Blake Edwards o 'La fortaleza' de Sidney Pollack y siendo nominado en esa década a dos Oscar como mejor actor de reparto por 'Un gángster para un milagro' y 'El sindicato del crimen'.
Protagonizó un duelo interpretativo junto a Alan Arkin en la película de Arthur Hiller 'Los suegros' y participó en la divertida 'Un cadáver a los postres', también destacó por sus aportaciones a películas de pioneros representantes del cine independiente como John Cassavetes en 'Una mujer bajo la influencia' y 'Un hombre en apuros' o Wim Wenders en 'El cielo sobre Berlín' y Tan lejos, tan cerca'.
Pero sobre todo los jóvenes cinéfilos lo recordarán como el abuelo y narrador de la fantástica 'La princesa prometida'. En los últimos años lo hemos podido ver en la gran pantalla en filmes como 'Crimen desorganizado' dirigida por John Favreau, en 'Next' junto a Nicolas Cage o dando voz al más viejo de los tiburones de 'El espantatiburones'.