Ha pasasdo muy poco tiempo desde que saltara a los informativos de todo el mundo que un hombre, Anders Behring Breivik, asesinara en la isla de Utoeya (Noruega) a 69 personas. Semejante acto ha terminado estando relacionado con el director Lars von Trier.
Remarcamos que el cineasta no tiene nada que ver con la matanza, por mucho que en el Festival de Cannes asegurara simpatizar con Hitler. La relación con el asesino se reduce a que Anders Behring Breivik confesó que una de sus películas favoritas es 'Dogville'.
El director de esta película comentó después de esta declaración que "me siento muy mal pensando que 'Dogville', a la que considero una de mis mejores películas, pudo haber sido un guión para él". Da la casualidad de que la historia que vemos en la película protagonizada por Nicole Kidman tiene varios puntos en común con la matanza de Utoeya.
Tergiversación del sentido de la película
Lars von Trier sigue asustado con la posibilidad de haber servido de inspiración para el asesino: "Es horrible. Mi intención con 'Dogville' era totalmente la opuesta. Es decir, preguntarse si podemos aceptar a un protagonista que se venga de todo el pueblo. Y aquí guardo mucha distancia con la venganza. Es una manera de matizar al protagonista y sus sentimientos e incluso dejarlo al descubierto, para que no sea solamente blanco o negro".
El realizador sabe que la última escena guarda demasiadas similitudes con los asesinatos en Noruega, y admite que si es cierto que sirvió de inspiración para el asesino, no puede evitar pensar que siente haberla rodado, aunque remarca que su intención no era incitar a la violencia sino educar a los espectadores.