Steven Spielberg me lleva a pensar muchas veces que no es capaz de hacer algo mal. Pocas películas en las que está involucrado me llegan a decepcionar. Si además se junta con un talento como el de Peter Jackson, la garantía de éxito está prácticamente asegurada.
El cineasta se atreve a trasladar uno de los mitos de la infancia de muchos chavales: 'Las aventuras de Tintín'. Como seguidor desde que tengo uso de razón, no le habría encomendado la tarea a nadie menos que Spielberg, y el resultado me ha dado la razón, aunque no fuera precisamente lo que esperaba.
Mix de historias
'El Secreto del Unicornio' supone una gran adaptación en cuestión de personajes, Hergé estaría orgulloso del resultado como visionario en su época. Pero no es una conversión del cómic a la gran pantalla sino un mix de varios elementos originales con una historia nueva, más americana.
En eso es lo único en lo que falla el director, hace lo que quiere sin importar por encima de qué pase, pero si no fuera porque el resultado convence me indignaría más. Spielberg decide coger 'El secreto del Unicornio', 'El tesoro de Rackham el Rojo' y 'El cangrejo de las pinzas de oro' y hacer una extraña mezcla con nuevos personajes, elementos de cada uno de ellos y formar una trama original.
Así los que fuéramos a ver el cómic hecho película nos llevaremos una decepción inicial, pero nos veremos inmersos en una aventura que nos recuerda mucho a las originales, llena de guiños y con la exageración propia de una 'Indiana Jones'. La Castafiore no debería aparecer en esta historia, pero nadie se va a quejar por el cameo inesperado.A pesar de que los cómics originales tenían suficiente fundamento para poder trasladarlos como están, y es imperdonable perder al submarino con forma de tiburón, Spielberg decide inventarse una escena en una ciudad de Oriente Medio que nos lleva a presenciar un fantástico plano secuencia que sólo al él se le podría haber ocurrido en una película como esta. Con ese detalle y las transiciones, muy spilbergianas, deja claro que por mucha tecnología que tenga, las técnicas tradicionales siguen funcionando.
El CGI, la mejor manera de dar vida a Tintín
Pero si hay algo que triunfa por encima de todo en esta cinta es la caracterización de los personajes, el alma de las viñetas. Y en eso no se puede ofrecer más que un sobresaliente al equipo de la película. Tintín, Haddock, Hernández y Fernández, incluso el pequeño Milú, todos mantienen los puntos básicos que vimos en el cómic, y si ya conquistaban en papel, en cine lo harán tanto con tintinófilos como quienes se estrenen en el universo de Hergé.
Para evitar el riesgo de que no funcionaran los actores reales con las comparaciones, el CGI sale como una técnica perfecta para estos casos en los que les permiten reacciones exageradas, situaciones inverosímiles y ese toque comiquero, pero con todo el alma y las expresiones humanas. Los actores, Andy Serkis y Jamie Bell a la cabeza, no estarán ahí a simple vista, pero se encuentran en cada fotograba mucho más de lo que han conseguido otras cintas con los actores sin disfraces tecnológicos. Muchas críticas habrá tenido esta técnica anteriormente, pero Spielberg era la persona perfecta, con ayuda de Jackson, para demostrar de lo que era capaz.
Si a ello le sumamos una calidad visual impactante, que en 3D se llega a disfrutar lo suficiente para ser hasta considerado el desembolso extra, parece que nos encontramos con la adaptación perfecta de las aventuras del reportero.
Entretenimiento sin pausa
¿Lo es? Si hay algo que no cuadra es el ritmo, excesivamente trepidante, de blockbuster americano, que no concuerda con el equilibrio que Hergé le puso para que no sobrara ni faltara nada en las páginas. Tampoco es la historia que hemos leído en el pasado sobre cómo Tintín conoció al Capitán, pero no por ello deja de ser una aventura tremendamente entretenida, que mantiene el interés y resulta una delicia visual.
Dentro de unos cuantos años veremos a Peter Jackson dirigir otra nueva aventura del periodista, y el cineasta ha demostrado ser capaz de adaptar lo aparentemente inadaptable, así podríamos comprobar si algo más fiel a la obra original convence más o menos. Como para eso falta aún bastante, de momento conformémonos con disfrutar de una nueva maravilla de Spielberg. Hará lo que le de la gana, se inventará una historia pasando por encima de lo que los fans de Tintín pudiéramos esperar, pero es el único que podría convencerles de todas maneras.