Por una vez el jurado se puso de acuerdo con las sensaciones del público y dos de las películas más comentadas y aplaudidas por los espectadores en esta edición se repartieron los premios grandes del palmarés. El cineasta Eduardo Chapero-Jackson, se erigió en portavoz para anunciar un palmarés que dejó conforme a la sala de prensa y a la mayoría de cinéfilos que siguieron el festival en detalle.
Tras la lectura de un manifiesto que resaltaba la importancia del festival asturiano y reclamaba la continuidad del Festival de Gijón sin injerencias polítcas (motivado por las repetidas turbulencias en la gestión cultural del Principado desde la entrada del nuevo gobierno) el jurado anunció que las vencedoras eran la francesa 'Declaración de Guerra' y la argentina 'El estudiante'.
'Declaración de guerra' film francés que aspirará al oscar a mejor película extranjera, agradó mucho y conmovió con su apuesta por la sensibilidad y el buen gusto al narrar la historia de una pareja luchando por sobrellevar como pueden la grave enfermedad de su hijo. Se lleva los premios al mejor actor y mejor actriz (la directora Valérie Donzelli y su ex marido Jerémie Elkaim, que interpretan la que fue su propia historia) además del de mejor película, que comparte con 'El estudiante' de Santiago Mitre.
La película argentina de Mitre oscila entre el drama de adquisición de conciencia y el thriller sobre la ambición de poder y la falta de escrúpulos en el ámbito político. Se desarrolla en una facultad de Buenos Aires en la que se pugna por el rectorado. Apuesta con éxito por trazar un claro paralelismo entre los juegos sucios en la política universitaria y la política nacional argentina...y universal. No es redonda pero si muy sólida y con un final para debatir. Le sirvió para alzarse además con el premio al mejor guion y el galardón del jurado joven.
'Take shelter', estupendo film que abría el certamen, se llevó el premio especial del jurado y el sueco Ruben Ostlund logró un premio por su virtuosa dirección en la irregular 'Play', mientras el 'Fausto' de Alexander Sokurov tuvo que conformarse con el premio a la mejor dirección artística. En la sección Rellumes, no sorprende el galardón del público para la francesa 'Tomboy' que había tenido una acogida muy cálida. Choca más que el FIPRESCI (el premio de la crítica) recaiga en una apuesta eficaz pero poco arriesgada como 'Terri' de Azazel Jacobs.
Tras el anuncio del palmarés, las preguntas en sala de prensa se centraron en la lectura del manifiesto de apoyo al festival y fue entonces cuando Fernando Lara enunció un sentido discurso sobre la importancia del apoyo a la cultura y lo censurable que sería que al festival se le impusiesen cambios en la organización a pesar de estar reconocido y consolidado. Una larga ovación en sala de prensa para sus palabras, se cerró con un emocionado abrazo entre Lara y José Luis Cienfuegos, director del festival asturiano desde 1995.
Última jornada
Las sesiones del festival se prolongaron hasta la noche del sábado. Pudo verse entre otras la última película a concurso. Se trataba de 'The forgiveness of blood', rareza del norteamericano Joshua Marston, el cual tras filmar en Colombia 'María, llena eres de gracia' un potente drama sobre el tráfico de drogas en 2004, rueda ahora en Albania un thriller sobre conflictos de sangre entre clanes familiares. El film, premiado en Berlín, interesa siempre pero no acaba de despegar, debido a una narración arrítmica, sin progresión clara hacia un clímax. Pese a todo es bastante correcta.
También pudo verse la mexicana 'Miss Bala', sobre una aspirante a un concurso de belleza que se ve envuelta en una guerrilla entre narcotraficantes y la agencia DEA. Rodado con buen pulso por Gerardo Naranjo, es sin embargo su guion errático el que lastra al film, pues por momentos es demasiado grotesco para resultar creible, y otras veces muy contenido como para divertir. Quizá si el film tomase un rumbo claro hacia lo demencial (a veces lo roza, pero involuntariamente) 'Miss Bala' funcionaría mucho mejor.
Por último una doble sesión de clausura. En primer lugar, la sección juvenil "Enfants terribles" se cerró con el estreno de la ambiciosa aventura familiar de Filmax 'Copito', film que mezcla animación e imagen real y utiliza como protagonista al célebre gorila albino que habitó el zoo de Barcelona. Pere Ponce y Elsa Pataky están en el reparto de esta película que llegará a las multisalas en navidades.
Y el cierre oficial (que no el broche de oro) tras la entrega de premios, lo puso el errático thriller 'The woman in the fifth' protagonizado por Ethan Hawke y Kristin Scott Thomas. Un escritor y profesor universitario norteamericano viaja a París para visitar a su hija, a la que su ex mujer no permite ver, allí conoce a una misteriosa mujer y comienza a trabajar para un hombre dedicado a negocios sospechosos. Tras un buen arranque de aires "polanskianos" y pese a un buen reparto infrautilizado, el film hace aguas con su ineficaz apuesta por la paranoia onírica con giro final más que previsible.
A pesar de una clausura francamente mejorable, el festival ha dejado un buen sabor de boca en su 49ª edición. Cine notable, inédito y arriesgado. Quizá se ha echado de menos una obra maestra incontestable, pero hemos visto numerosos trabajos de gran interés. Solo queda esperar que el ruego del jurado sea atendido y el festival pueda celebrar sin intromisiones de ningún tipo su 50ª edición manteniendo el mismo equipo organizativo, al que solo cabe felicitar por su excelente trabajo. Un año más, Gijón no decepciona.