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CLUB DE CINE

'Qué bello es vivir', un maravilloso canto a la vida

El clásico navideño por excelencia es un bienintencionado drama que deja patente el abuso de los poderosos pero guarda un hueco a la esperanza.

Por 27 de Diciembre 2011 | 08:57

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Hay películas y películas en la historia del cine con la Navidad como telón de fondo, pero '¡Qué bello es vivir!' se ha ganado con creces el apelativo de clásico navideño por excelencia. Mucho tuvo que ver en ello que durante años sus derechos de propiedad y emisión de televisión fueran libres, y de ahí sus continuas reposiciones en la pequeña pantalla, pero eso no quita que se trate de una de las grandes cintas del género, aclamada por la crítica y por las audiencias de todo el mundo durante décadas.

La familia en Que bello es vivir

Dirigida por el ilustre Frank Capra en 1946 y protagonizada por James Stewart cuenta una historia que ya forma parte de la cultura popular: George Bailey, un hombre que ha renunciado a sus sueños por ayudar a los demás, ha tocado fondo, por lo que le es asignado un ángel de segunda clase que lleva tiempo intentando conseguir las alas.

El dominio de lo poderosos

Nuestro protagonista ha dedicado toda su vida a su labor como prestamista, y más bien realizando una labor social a costa de su propio enriquecimiento, algo que desata las iras del señor Potter, magnate local y dueño de la mayoría de los negocios del pueblo que pretende conseguir a toda costa la propiedad de su compañía de empréstitos. Bailey ha renunciado a sus sueños por anteponer siempre su sentido del deber y el altruísmo, algo que choca con los métodos de este empresario, que solo busca engrandecer su fortuna al margen de cualquier condicionamiento ético.

Clientes de George Bailey

Así, la premisa de la cinta parte de la ya recurrente expresión "el pez grande siempre se come al más pequeño". La película deja claro que por muy honestas que sean las intenciones de Bailey siempre chocarán con el poder del señor Potter, el camino correcto conlleva muchas veces a renunciar a una vida más fácil en la sociedad que nos gobierna. Preciosa es la escena en la que un Bailey ya casado y con hijos se ve chantajeado por el magnate, que pretende sacar tajada de su precaria situación económica, y que en el último momento renuncia a una vida de ensueño solo por el bienestar global de su comunidad.

Siempre nos quedará el sentimiento solidario

La cinta deja un mensaje esperanzador con su desenlace, lo que no quita que plasme una situación irreal y demasiado optimista. La intención de Capra es espolear al americano medio a no dejarse avasallar por los potentados y que el sentimiento de integridad siempre permanezca sobre el egoísmo y las ansias de opulencia. Queda un pequeño resquicio para que el pueblo mire por el bien común y aporte su granito de arena que ayude a cambiar las cosas, pero eso no oculta la cruda realidad.

La guerra ha acabado, hay que tener en cuenta que la película se rodó justo después de finalizar la Segunda Guerra Mundial, pero la tarea no va a ser para nada sencilla. De hecho, nuestro protagonista por infortunias del destino o simplemente pura tiranía del señor Potter, acaba arruinado, de nada le ha servido llevar la honestidad por bandera. Y eso no le libra de sentir total impotencia en esos desgraciados momentos, el buen corazón de Bailey cae en saco roto cuando se queda en bancarrota. Claro exponente de ello es cuando el personaje pierde totalmente la compostura y paga su fatalidad con su familia.

El angel Clarence

Lo que da pie al momento más icónico de la cinta. Nuestro desesperado protagonista pretende suicidarse pero se ve salvado por un entrañable ángel que le hace ver el lado bello de la vida y qué hubiera ocurrido con los que le rodean si él no hubiera existido. Y es que los magnates podrán con muchas de nuestras ilusiones, pero no con nosotros y la pegada que deja el amor y el cariño en nuestros seres queridos.

Hay que dejar los prejuicios a un lado

Claro que la película desprende un manifiesto tufillo religioso y cierta sensación de adoctrinamiento. Probablemente sea la cinta preferida de la Conferencia Episcopal a la hora de captar fieles pero eso no lleva implícita la estupidez de la audiencia. En la cinta obviamente no se discute la existencia de Dios pero no por ello su visionado lleva a la conversión religiosa, no es necesario ser creyente para disfrutar e implicarse en lo que cuenta.

Alentador mensaje

Por mi parte, me quedo con sus bienintencionadas pretensiones, su magia y su enriquecedor mensaje; lo del ángel que quiere conseguir sus alas me resulta muy simpático y entrañable, a partir de ahí las creencias de cada cual merecen todo mi respeto. Y sí, es una película antigua, en blanco y negro y sin efectos especiales, pero con un mágico, optimista y maravilloso clímax que te llegará al corazón como pocas películas lo han hecho. Sinceramente, una película que merece mucho la pena, y más en estas fechas tan señaladas.

Club de cine: Próximas entregas

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3 de enero de 2012: 'Al final de la escapada'

5 de enero de 2012: 'Big fish'

10 de enero de 2012: 'Vicky Cristina Barcelona'

12 de enero de 2012: 'Azuloscurocasinegro'

17 de enero de 2012: 'Los goonies'

19 de enero de 2012: 'Moulin rouge'

24 de enero de 2012: 'Clerks'

26 de enero de 2012: 'Memento'

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