Internet ha ganado la batalla, de momento. Tras las manifestaciones de los gigantes de la Red en contra de las leyes PIPA y SOPA, sumado al revuelo que ha causado el cierre de Megaupload por parte del FBI y la posterior vendetta de Anonymous, el gobierno de Estados Unidos ha decidido tomarse su tiempo.
Así, el miembro del Senado norteamericano Lamar Smith ha anunciado que se suspende la votación de la Ley SOPA en su organismo, planeada para el martes 24 de enero: "He escuchado las críticas y me tomo en serio sus preocupaciones".
La votación de la Ley PIPA había sido ya pospuesta pero de momento quedarán relegadas a una estantería a la espera de una mejor aproximación al problema de la piratería online. Como indica Smith en su nota, "es demasiado grande para ignorar".
Más debate, más voces
Esto significa en cierta medida que buscarán una legislación que no cause tanto revuelo ni sea tan invasiva con los derechos de los internautas. Ahora mismo muchos empresarios con derechos de autor, Hollywood incluido, estarán tirándose de los pelos, pero lo que está claro es que si alguna vez quieren tener una ley anti-piratería eficaz no pueden hacerlo sin contar con los usuarios.
La MPAA (Motion Picture Association of America) no ha tardado en responder, criticando la decisión del gobierno con mucha ironía: "Aplaudimos a los líderes de Washington que han elegido apoyar a los millones de trabajadores americanos de toda la nación cuyos medios de subsistencia se ven amenazados por las webs criminales extranjeras diseñadas para robar. Como consecuencia de no actuar, continuará habiendo un hueco seguro para los ladrones internacionales". La Asociación de Cine de América ha sido una de las principales fuentes en apoyar la ley SOPA.