Sin duda alguna, la película que más público ha atraído a esta nueva edición del festival de Sitges ha sido 'Blindness', adaptación del 'Ensayo sobre la ceguera' del nobel portugués José Saramago que llegará a nuestras pantallas a principios de 2009 bajo el título de 'A ciegas'.
Dirigida por Fernando Meirelles, máximo exponente del cine brasileño contemporáneo, y protagonizada por Mark Ruffalo, Julianne Moore, Alice Braga, Danny Glover y Gael García Bernal entre otros, la película cuenta la aparición de una extraña epidemia de ceguera que se extiende a través de una ciudad, generando el caos en la sociedad y colocándola al borde de la destrucción.
Irregular adaptación de la fabulosa novela de Saramago la que ha realizado el director de 'Ciudad de Dios' y 'El jardinero fiel' quien, si bien logra captar en buena medida la atmósfera y mensaje del original, siguiendo sus mismas pautas narrativas, el resultado final de 'A ciegas' no termina de satisfacer a pesar de sus no pocos aciertos.
A tientas
En esta ocasión, Fernando Meirelles abandona en buena medida su transgresivo hiperrealismo tras las cámaras para conformar un producto más apto para el consumo de masas -aunque no por ello menos exento de calidad- en beneficio de su mensaje sociopolítico a la par que de un claro paralelismo para con los males de la sociedad contemporánea. Dividida en tres partes claramente diferenciadas, 'Blindness' evoluciona de manera escalonada, en un constante in crescendo de barbarismo que, desde un buen comienzo, deja bien patente un pesimismo inherente en cuanto a nuestra sociedad se refiere, una sociedad en la que la dignidad, el altruismo y la moral sucumben estrepitosamente ante el egoismo y el control del poder, encarnados en este caso en la figura de Gael García Bernal.
De este modo, 'Blindness', al igual que la novela original, no hace otra cosa sino mostrar la regresión de la raza humana hacia su estado de barbárie original en el mismo momento en que la sociedad pierde uno de sus valores capitales, algo que, a fin de cuentas, no se encuentra en demasía alejado a la visión Freudiana de la cultura y, por ende, la propia sociedad, como herramienta de domesticación del individuo; así pues, Meirelles nos ofrece un tríptico de ascendente degradación que transmuta en una final esperanza en cuanto la anterior llega a su momento más álgido bajo la forma de uno de los más viles actos de animalidad existentes, donde el pecado de la lujuria contrasta diamtralmente con la virtud del sacrificio en pos del prójimo.
Por desgracia, y a pesar de poseer unas interpretaciones más que solventes en líneas generales, Fernando Meirelles obvia casi por completo la introspección de sus personajes en beneficio de un estudio mucho más genérico -uno de los principales baluartes en la novela de Saramago era precisamente dicho estudio del individuo, logrando a través de dicho retrato que reconozcamos a todos y cada uno de sus personajes sin la necesidad de etiquetarlos con un nombre-, por lo que 'Blindness' carece de la fuerza necesaria en alguno de sus momentos más álgidos. Y es que Meirelles parece querer estudiar la sociedad sin prestar atención a los individuos que la conforman, quedando éstos retratados como meros arquetipos -a excepciónd e alguno de sus perosnajes protagónicos- carentes de personalidad propia.
A esto cabría sumarle tanto una banda sonora por momentos desconcertante como una voz en off absolutamente prescindible, si bien el principal handycap de la película de Meirelles radica en su puesta en escena, a priori compleja y atractiva práxis que pretende trasladar a imagen la propia ceguera a base de desenfocados y demás tratamientos, pero que finalmente termina bordeando la mera pretensión estilística y el ejercicio onanístico. Así y todo, 'Blindness' posee no pocos argumentos para que su visionado resulte, si no imprescindible, sí gratificante, en una película que nos concede puntuales escenas simplemente memorables, pero cuy oresultado final se antoja harto irregular.