Las cifras continúan preocupando a los miembros de la Academia de Cine de Hollywood, que no entienden cómo la gala presentada por Neil Patrick Harris pudo registrar una cifra tan baja de espectadores, que no se veía desde 2009, cuando Hugh Jackman fue el maestro de ceremonias.
El próximo 24 de marzo se reunirán los académicos para intentar solventar los problemas de audiencia que tanto les preocupa con nuevas propuestas, entre ellas, la de reducir el número de cintas nominadas en la categoría a Mejor película, según informa The Hollywood Reporter. Esto supondría revocar la norma que se impuso en 2009 de aumentar el número de cinco a diez. Pero empecemos desde el principio, desde que se crearon en 1929, los Premios Oscar sólo habían nominada cinco candidatas en la categoría de mayor peso, pero en 2009, ante las bajas cifras de audiencia y las numerosas críticas recibidas por no haber tenido en cuenta la maravillosa 'El Caballero Oscuro' de Christopher Nolan, los académicos decidieron aumentar el número de cinco a diez para dar más oportunidades a los blockbusters a entrar en dicha categoría y atraer así a un público más mayoritario y menos "intelectual".
Y la estrategia les funcionó, hasta este año, en el cual, a pesar de haber nominado a 'El francotirador' que consiguió espectaculares cifras en taquilla, la audiencia no fue como ellos esperaban y bajaron de 42,7 millones de espectadores conseguidos por Ellen DeGeneres a 36,6 millones con Patrick Harris. Por tanto, la solución que se está planteando es volver a cinco nominadas, no sólo porque la estrategia de incluir blockbusters no les haya funcionado, sino porque, como muchos creen, ser una de las candidatas a Mejor película cuando hay otras nueve nominadas es menos prestigioso, y emocionante, que ser una entre cinco.
Más soluciones
Por supuesto, la reducción de nominadas no es la única medida que se va a tomar pues otro de los problemas más preocupantes es la falta de espectacularidad y ritmo de la gala a pesar de tener un carismático presentador. Tras la reunión del próximo 24 de marzo, en el que se hará un balance total de la temporada de premios, muchos esperan que se presente una solución que encaje con la forma de ver y hacer la televisión de estos últimos años. Una lección que los Globos de Oro tiene muy bien aprendida.