Cuando todavía no se consideraba alguien a tener en cuenta para la industria, Wes Craven ya apuntaba maneras con sus primeras películas. Su ópera prima 'La última casa a la izquierda' contaba una historia de venganza tras la violación de una adolescente, y su siguiente proyecto se salió de toda norma tratando un tema que por aquel entonces poquísimas veces se había tocado en el cine: El canibalismo.
Años antes de crear a su icónico Freddy Krueger, Craven realizó 'Las colinas tienen ojos', que si bien al principio no fue muy bien recibida, el tiempo la ha convertido en un clásico de terror e incluso en película de culto. Una premisa tan sencilla como la avería de un coche en medio de una remota carretera dio lugar a una de las cintas con mayor violencia explícita que se recuerdan.
Películas que se vieron envueltas por una gran polémica debido a las imágenes que en ellas aparecían, como 'Holocausto caníbal', le deben mucho a la cinta de Wes Craven. El director nacido en Cleveland rompió con su segunda película unos cuantos moldes sobre lo que se podía y lo que no se podía mostrar en pantalla dentro de los límites de la ética.
Con el tiempo el cineasta se convirtió en un referente dentro del género de terror, situándose en lo más alto junto a los grandes como John Carpenter o Tobe Hooper. Craven creó más de una decena de historias originales y supo revivir el slasher, que tras su etapa de éxito en los 80 estuvo de capa caída hasta que en 1996 el director nos trajo 'Scream'. Hoy, con motivo de su cuadragésimo aniversario, recopilamos 10 curiosidades de su segunda película: 'Las colinas tienen ojos'.
Curiosidades de 'Las colinas tienen ojos'
Casting
Según el actor Robert Houston, una parte muy importante y que prácticamente era la criba principal de las audiciones fue que los actores y actrices que se presentaban para participar en la película fueran capaces de llorar en el momento de su casting. Sabiendo ahora lo que les iba a pasar a sus personajes, este dato no resulta tan raro como podría parecerlo de primeras. Al parecer, Wes Craven quería asegurarse de que el sufrimiento de la familia protagonista se reflejase de la forma más realista posible. Como no podía ser de otra forma, el maestro acabó consiguiéndolo.
Enfermedad
Si por algo resulta reconocible este clásico de Craven es por la apariencia del caníbal más desagradable de la película, cuya imagen se utilizó para la portada de la cinta. Sin embargo, el actor que lo interpretaba, Michael Berryman, no llevaba absolutamente ninguna prótesis de maquillaje para lograr ese aspecto. Berryman sufre de una enfermedad llamada displasia ectodérmica hipohidrótica, que entre otras cosas, provoca en quien la padece un funcionamiento anormal de las glándulas sudoríparas, lo que puede llevar en el peor de los casos a una hipotermia. Con todo, el actor estuvo trabajando 5 meses bajo el sol del desierto alcanzando unas temperaturas realmente altas y muy peligrosas para él. Eso sí que es amor al arte.
Temperaturas extremas
No solo Michael Berryman lo pasó mal durante el rodaje. Todo el equipo técnico de la película tuvo que soportar también las temperaturas extremas, aunque obviamente los actores a la hora de grabar eran los que peor lo pasaban. El ambiente en el desierto era tan áspero y seco que se hacía dura la sencila tarea de caminar por el rocoso terreno. Durante el día se llegaron a alcanzar los 49ºC, algo insoportable para el cuerpo humano, pero es que por la noche la cosa no mejoraba, en el desierto no hay término medio: Al caer el sol, las temperaturas bajaban drásticamente hasta llegar a los 0ºC
De alquiler
Esta película de 1977 fue una producción de muy bajo presupuesto, suponiendo otro ejemplo de cómo no hace falta tener dinero para hacer cine, sino tan solo una buena historia. Según afirmó en su día su director Wes Craven, el dinero del que disponían era tan limitado, que las cámaras que se usaron para grabar el film fueron alquiladas a un famoso pornógrafo de California al que posteriormente le fueron devueltas.
Película X
En el momento de montar la película y enviarla a la Asociación Cinematográfica de EEUU para que le pusiera la calificación pr edades, 'Las colinas tienen ojos' obtuvo una calificación X, de manera que cuando se estrenase sólo lo podría hacer en salas de cine para adultos, lo que afectaría gravemente a los ingresos en taquilla. Wes montó la película una segunda vez, haciendo varios cortes, con lo que consiguió una calificación R. Actualmente, no hay constancia de que exista ninguna copia del montaje original.
Con la calificación X obtenida, hay que decir que la cinta podría haber sido peor, ya que el cineasta tenía planificado en un principio asesinar al bebé que en ella aparece, pero todo el equipo artístico y técnico se negó. Craven tuvo que dejar al bebé con vida, ya que algunas personas dijeron que de tomarse esa decisión, abandonarían el proyecto.
Inspiración
Cualquier cineasta, y más aún en sus inicios, coge como referencia aquellas obras que le han impresionado para realizar la suya propia, de tal manera que le sirve como guía para estructurar su película e incluso imitar su atmósfera y ambientación. Eso fue lo que hizo Craven en 'Las colinas tienen ojos', en la que las similitudes con 'La matanza de Texas' de Tobe Hooper son evidentes. Wes declaró que esos parecidos fueron totalmente intencionados, ya que admiraba la película del 74. Con el tiempo, tanto Hooper como Craven, que por aquel entonces estaba empezando, se convirtieron en maestros del terror.
La serpiente
En el rodaje hubo un descuido al preparar una de las escenas de la película en las que aparecía una serpiente de cascabel completamente real. Mientras estaban poniendo todo a disposición para grabar el momento, la serpiente se escapó, haciendo que todos los presentes salieran corriendo de la estrecha grieta en la que estaban metidos. Minutos más tarde, el especialista entró y capturó a la serpiente sin mayor peligro. Afortunadamente, no hubo ningún herido por mordedura de la cascabel.
El título
Como suele suceder en multitud de producciones, originalmente la película no se iba a llamar 'Las colinas tienen ojos'. En esta ocasión, Craven había pensado en 'Blood Relations' ('Relaciones de sangre') como título provisional para el film, sin embargo su productor Peter Locke le dijo que tenía poco gancho. Numerosos títulos fueron considerados como posibles, hasta que se quedó con el que la conocemos actualmente. 'Las colinas tienen ojos' en un principio era un título que al director no le gustaba demasiado, pero con el tiempo se ha convertido sin duda en uno de los más icónicos del cine de terror.
Una acogida peculiar
El ya mecnionado actor Michael Berryman, que interpretaba al caníbal principal de la cinta, admitió que cuando fue a disfrutar de la película en pantalla grande, se encontró con que en su sesión una mujer empezó a gritar en mitad de la proyección cosas como: "¡Esta película es enfermiza y depravada!", impidiendo disfrutar a los demás de la película. Berryman pensó que habría sido divertido inclinarse ante la mujer y decirle "Tiene toda la razón, ¡esta película es enfermiza!" para ver la reacción de la mujer al ver al actor. Por desgracia, la anécdota no da más de sí porque esa situación nunca se llegó a dar.
Ricas vísceras
Estamos ante una película sobre caníbales, y por lo tanto, como en toda buena película que se precie con ese argumento, tiene que haber en ella primeros planos de esas inquietantes personas devorando a sus presas. La segunda película de Wes Craven no iba a ser menos, y si ya demostró que no le importaba ser políticamente incorrecto en su ópera prima 'La última casa a la izquierda', aquí repitió con unas buenas dosis de gore.
En la escena en la que los caníbales se están merendando a cierto personaje, se puede ver en todo su esplendor la comilona que se montan. Lo que vemos comer a los actores realmente en ese momento es una buena pata de cordero.