Tomando prestado el último título de la saga 'X-Men', vivimos unos días de futuro pasado: 'Regreso al futuro II' (Robert Zemeckis, 1989) forma parte, ya de manera oficial, de ese grupúsculo de películas que en su momento se atrevieron a especular con un mañana que parecía muy lejano, y que, sin embargo, poco a poco hemos ido superando.
Stanley Kubrick, François Truffaut, John Carpenter o Álex de la Iglesia fueron otros directores que también apostaron por el cine futurista que ya ha sido sobrepasado, y que, aunque no siempre la realidad tecnológica, social o política les dio la razón (muchas veces superó las previsiones, otras se quedó corta), sus películas tienen la virtud de no haberse quedado desfasadas en otros muchos aspectos.
He aquí un recorrido por ocho de estos films, con sus pronósticos acertados y desatinados:
Cuando el futuro es pasado
'1984'
Distopía a cargo de: Michael Anderson (director), George Orwell (autor).
Se estrenó en: 1956.
El futuro era: 1984.
Aciertos: La sociedad totalitaria imaginada por Orwell y retratada en imagenes (en un impactante y angustioso blanco y negro) por Michael Anderson se adelantó no solo a la atmósfera opresiva que se daría en los países comunistas del Este (la red de informantes de '1984' bien podría ser la Stasi de la Alemania Oriental en la realidad), sino que esa adoración a un líder máximo (impuesta o sincera) se sigue dando incluso hoy día (véase Corea del Norte).
Desatinos: en el 1984 real no se llegó al extremo de poner monitores en plazas, fachadas y locales con constantes y aleccionadores mensajes del gran hermano (pero la sociedad de consumo sí que nos avasalla, por la calle, con constantes y agresivas campañas publicitarias). Por otro lado, un verdadero 'Big Brother' televisivo no tardaría en entrar en nuestras casas a través de cadenas amigas.
'La naranja mecánica'
Distopía a cargo de: Stanley Kubrick (director y guionista), Anthony Burgess (autor).
Se estrenó en: 1971.
El futuro era: 1995.
Aciertos: las bandas juveniles, las diferencias de clases, las sustancias psicotrópicas y los locales de moda pop fueron, efectivamente, una constante en las metrópolis europeas de finales del s.XX.
Desatinos: quizá solo sea algo anecdótico, pero la leche con estupefacientes disueltos no se convirtió en la bebida top de los locales de moda. O que levante la mano quien, a falta de leche-plus, la haya pedido entera, desnatada, semidesnatada, con omega 3, con jalea real o sin lactosa en la discoteca de su barrio...
'1997: Rescate en Nueva York'
Distopía a cargo de: John Carpenter (director y guionista), Nick Castle (coguionista).
Se estrenó en: 1981.
El futuro era: 1997.
Aciertos: Predijo que a finales del s.XX las bandas callejeras seguirían teniendo un cierto protagonismo en las zonas más decadentes de Nueva York y apostó por las armas de fuego convencionales frente a propuestas más coloristas con rayos láser. Nadie pone en duda que los gobiernos seguirían echando mano de mercenarios a sueldo para hacer el trabajo sucio. El pusilánime presidente que interpreta Donald Pleasence bien podría ser un anticipo de lo que luego vendría a ser George W. Bush.
Desatinos: el más evidente: que en 1997 Manhattan no se convirtió en una isla-prisión. Un punto de partida idéntico al de su secuela (¿o remake?) '2013: Rescate en L.A.', dirigida por el propio Carpenter en 1996 así como de la controvertida 'MS1: Máxima seguridad' (James Mather & Stephen Saint Leger, 2012), cinta muy de actualidad estos días por haber sido condenada por plagiar, precisamente, a '1997'.
'2001: Una odisea del espacio'
Distopía a cargo de: Stanley Kubrick (director y guionista), Arthur C. Clarke (autor).
Se estrenó en: 1968.
El futuro era: 2001.
Aciertos: un año antes de que el primer hombre pisara la Luna (o de que el propio Kubrick recreara y filmara dicha odisea, como sostienen los conspiranoicos) el cineasta ya acertó a la hora de retratar el silencioso sonido del espacio, escenarios con diseño IKEA (atención a la cafetería de la foto) o la predicción de que, a comienzos del XXI, ya tendríamos una estación espacial permanente en órbita a La Tierra. Pero lo más curioso es que un elemento de atrezzo del film, las tabletas electrónicas con las que los astronaturas toman notas o ven la tele, inspiraron los prototipos de las tablets tal y como las conocemos hoy. Eso sí que fue adelantarse al futuro.
Desatinos: cuando llegamos al 2001 de verdad, ni había vuelos comerciales a la Luna ni era posible que la ruta la cubriera Pan Am, pues esta empresa había quebrado en 1991. Las cabinas telefónicas nunca se adaptaron a las videollamadas. Y, aún hoy, seguimos muy lejos de desarrollar una inteligencia artificial de las características de HAL 9000.
'2010: Odisea Dos'
Distopía a cargo de: Peter Hyams (director), Arthur C. Clarke (autor).
Se estrenó en: 1984.
El futuro era: 2010.
Aciertos: Aunque el film no refleja demasiado sobre la sociedad del s.XXI (salvo unas breves secuencias, todo transcurre en el espacio), acierta al no dibujar grandes cambios tecnológicos ni sociales en la vida diaria, la investigación astronómica sigue dependiendo de los mismos radiotelescopios y los conflictos armamentísticos siguen estando a la orden del día en la prensa.
Desatinos: El delfín no es un animal doméstico. Vemos hardware y software típicamente característico de los años ochenta, y de la I.A. seguimos sin saber nada de nada. No hemos vuelto a la Luna, así que, ¿cómo va a haber vuelos tripulados a Júpiter? Ni Clarke (cuando publicó la novela en 1982) ni Hyams (cuando filmó esta controvertida adaptación dos años después) podían imaginarse que la aparentemente poderosísima Unión Soviética no llegaría al nuevo milenio, ya que empezaría a desintegrarse tras la caída del muro de Berlín, a finales de 1989.
'Fahrenheit 451'
Distopía a cargo de: François Truffaut (director y guionista), Ray Bradbury (autor).
Se estrenó en: 1966.
El futuro era: 2010.
Aciertos: Aunque no se han creado brigadas contra los libros peligrosos según el gobierno, sí acertó a la hora de vaticinar una sociedad tremendamente idiotizada por el influjo de la televisión (con aparatos permanentemente encendidos invadiendo hasta la intimidad de los dormitorios) y un nuevo auge de los totalitarismos. Aunque estos méritos quizá habría que atribuirserlos a la obra original de Bradbury, ¿no?
Desatinos: Truffaut recurrió a una ambientación minimalista, sin apenas tecnología, donde los elementos más decididamente retro (el teléfono, los muebles) jugarían un protagonismo fundamental en unas austeras viviendas de clase media-alta.
'Acción Mutante'
Distopía a cargo de: Álex de la Iglesia (director y guionista), Jorge Guerricaechevarría (coguionista).
Se estrenó en: 1993.
El futuro era: 2012.
Aciertos: Su retrato cruelmente mordaz e irónicamente violento sobre una sociedad española dividida en dos bloques (los pijos niños ricos frente a tullidos y discapacitados, gente no guapa) y sin clases medias está, tristemente, bastante cercana a la realidad. La obsesión (a veces enfermiza) por el aspecto físico y el culto al cuerpo, la publicidad agresiva y las noticias escabrosas son también una realidad cotidiana.
Desatinos: Aún no hemos salido de nuestro cascarón terreste, imposible que un grupo terrorista pueda huir a otro planeta...
'Regreso al futuro II'
Distopía a cargo de: Robert Zemeckis (director y guionista), Bob Gale (coguionista).
Se estrenó en: 1989.
El futuro era: 2015.
Aciertos: Desde hace unos años ya es posible la opción de multipantalla televisiva, Marty Jr. luce unas ¿Google Glass?, las videollamadas son habituales a nivel doméstico, el Café de los 80 refleja nuestra perenne nostalgia y, aunque no hemos llegado a 'Tiburón 19', las sagas con interminables secuelas y los remakes inundan nuestras salas de cine.
Desatinos: Lo que más se ha lamentado durante el #BTTFDAY: ni coches voladores, ni aeropatines, ni robocordones (aunque Nike lleva tiempo preparando un prototipo de estas deportivas) ni podemos pedir una Pepsi Perfect en cualquier bar. El fax es hoy casi un objeto de museo, todavía abrimos las puertas con pomo y cerradura, no podemos pagar un taxi con nuestra huella dactilar y probad a meter una minipizza en el microondas, veréis qué chasco. Y llama la atención no ver un solo teléfono móvil y que ni siquiera se mencione internet.