"Vive deprisa, muere joven y deja un bonito cadáver". Esta frase, atribuída erróneamente por el imaginario popular a James Dean, en realidad pertenece a la película 'Llamad a cualquier puerta', dirigida por Nicholas Ray (quien sí dirigiría a Dean, años después, en la mítica 'Rebelde sin causa'), y, pronunciada en la pantalla por el abogado Humphrey Bogart, se convirtió en un lema demasiado tópico y recurrente a la hora de justificar ciertos comportamientos erráticos de juventud con resultados funestos.
Sin embargo, la historia del star-system y de las jóvenes estrellas caídas demasiado pronto no son solo producto dela edad y los excesos: enfermedades congénitas, negligencias por parte de terceros o turbios crímenes también han sesgado con demasiada prontitud las vidas y carreras de algunos precoces talentos a quienes el destino les privó de mayor trayectoria y reconocimiento.
Aún consternados por la muerte de Anton Yelchin, cuando tan solo tenía veintisiete años de edad, desde eCartelera rendimos un pequeño tributo y recuerdo a otras jóvenes estrellas que nos dejaron prematuramente antes de cumplir los 30.
14 actores que murieron antes de cumplir 30
Aaliyah
Surgida del mundo de la música donde debutó siendo una adolescente, Aaliyah Dana Haughton (conocida artísticamente por su nombre de pila) decidió probar suerte como actriz en el año 2000, cuando, con apenas veinte años, protagonizó el thriller 'Romeo debe morir' de Andrzej Bartkowiak junto con Jet Li. Pero con su segunda película en plena postproducción, 'La Reina de los Condenados' (pseudosecuela de 'Entrevista con el vampiro' bajo la dirección de Michael Rymer), la joven estrella de veintidós años sufrió un terrible accidente de avioneta en agosto de 2001, cuando regresaba de la filmación de su último videoclip en Bahamas, debido a una serie de negligencias (sobrecarga del aparato y un piloto a los mandos bajo los efectos de las drogas) que provocaron la caída del aparato.
Jonathan Brandis
Tras haber pasado la infancia entre platós de televisión, había debutado en la gran pantalla nada menos que junto a pesos pesados como Michael Douglas, Glenn Close y Adrian Lyne en el recordado thriller sexual 'Atracción fatal' (1997). Pero tras aquél pequeño trabajo, Jonathan Gregory Brandis aparecería en títulos más acordes a su joven edad, logrando cierta notoriedad con 'La historia interminable 2: El siguiente capítulo' (George Miller, 1990) y, sobre todo, la fantástica teleserie de aventuras 'SeaQuest' (1993-1996), en la que apareció en todos los episodios. Intentó sin éxito papeles más adultos, y pudimos verle en películas como 'No puedo perderte por algo tan tonto como el sexo' (Michael Corrente, 1999) o 'Cabalga con el diablo' (Ang Lee, 1999), pero la falta de oportunidades laborales le hicieron caer en una profunda depresión (acentuada, dicen, tras comprobar que su personaje en la película 'La guerra de Hart' había sido eliminado del montaje final) que le llevó a suicidarse en noviembre de 2003, con tan solo veintisiete años de edad. Dejó dos películas, una TV-movie y su único trabajo tras las cámaras, un corto inédito titulado 'The Slainesville Boys', como trabajos póstumos.
James Dean
Verdadero icono de la juventud, la rebeldía y, sobre todo, del misticismo de Hollywood cuyo aura en el Olimpo de las estrellas caídas solo es comparable a Marilyn Monroe o Elvis Presley. James Byron Dean se convirtió en ídolo ya desde su primera película importante, 'Al este del Edén' (antes había hecho algún qué otro secundario de poca relevancia tanto en cine como en TV), de la mano de Elia Kazan en 1955, pero fue 'Rebelde sin causa', de Nicholas Ray (estrenada poco después), la que lo encumbró a los altares. Gran amante de los autos y apasionado de las carreras, aquel mismo año un accidente a los mandos de su Porsche Spyder 550 en una carretera próxima a San Francisco acabó con su vida cuando tan solo tenía veinticuatro años, y otra película a punto de estrenarse, 'Gigante', que llegaría a las salas en 1956 y se convertiría en su obra póstuma. Aún hoy Dean es considerado como un verdadero símbolo de su generación y de una época, e incluso hay quienes siguen alimentando diferentes leyendas en torno a su muerte, desde que fue un suicidio planeado por el propio actor hasta que en realidad sí sobrevivió y que vaga, amnésico y con el rostro deformado, por los suburvios de California.
Dominique Dunne
Como su hermana en la ficción Heather O'Rourke, el nombre de Dominique Dunne forma parte de la leyenda negra de 'Poltergeist' para los supersticiosos; y es que, quien interpretara a la hija mayor de la famosa familia Freeling del clásico de Tobe Hooper producido por Spielberg, murió en 1982, poco después del estreno de la película, a manos de su exnovio que la estranguló hasta producirle un coma y posteriormente muerte cerebral. Una filmografía muy escasa (tan solo el largometraje citado y un puñado de episódicos televisivos) para una joven intérprete cuya carrera prácticamente acababa de comenzar.
Diana Gálvez
Un accidente de carretera sesgó la vida de esta prometedora actriz madrileña de veinticuatro años un viernes de abril de 1995, pocos días antes del estreno del film generacional que podía haber lanzado su carrera: 'Historias del Kronen', de Montxo Armendáriz. Antes había aparecido de manera episódica en series como 'El joven Picasso', 'Colegio Mayor' o 'Truhanes', y antes de en 'Kronen' ya había dirigido un corto ('Tradición familiar - Soliloquios') en 1994 y aparecido en el film 'Tocando fondo', de José Luis Cuerda (1993). Otros dos trabajos más se estrenarían a título póstumo: el cortometraje 'Canela que tú me dieras' (Gustavo Ferrada, 1996) y el largometraje 'Eso' (Fernando Colomo, 1997), que protagonizaba junto con Daniel Guzmán.
Matthew Garber
El inolvidable pequeño Banks de 'Mary Poppins' (Robert Stevenson, 1964) solo pudo hacer tres películas en su brevísima carrera: 'Las tres vidas de Thomasina', dirigida un año antes por Don Chaffey, y 'El abuelo está loco', de nuevo bajo las órdenes de Stevenson. Las tres cintas fueron producciones Disney en imagen real para todos los públicos y en las tres compartió cartel con su hermana Kare Dotrice. Sin embargo, mucho antes de que su carrera como actor adulto pudiese siquiera comenzar, Matthew Adam Garber falleció con veintiún años debido a una pancreatitis necrótica hemorrágica, contraída tras comer carne en mal estado durante un viaje a la India.
Jean Harlow
La rubia platino más famosa del viejo Hollywood nos dejó más de cuarenta personajes en una fulgurante carrera de tan solo nueve años (1928-1937), destacando sus muy destacados trabajos en 'Los ángeles del infierno' (Howard Hughes, 1930), 'El enemigo público' (William A. Wellman, 1931) o 'La jaula de oro' (Frank Capra, 1931), además de un celebrado cameo en 'Scarface, el terror del hampa' (Howard Hawks & Richard Rosson, 1932), antes de fallecer por un fallo renal en 1937, poco después del estreno de su última película, 'Saratoga', de Jack Conway, junto con Clark Gable. Fue reencarnada (con más desánimo que fortuna) por la cantante Gwen Stefani en una pequeña aparición en la película 'El aviador' (Martin Scorsese, 2004).
Heath Ledger
Aún hoy, ocho años después, nos sigue consternando la muerte de Heath Ledger en 2008 debido a una sobredosis de fármacos. Nominado al Oscar por 'Brokeback Mountain' (Ang Lee, 2005), Ledger era uno de los mejores actores de una quinta en la que también estaban su compañero de reparto Jake Gyllenhall o Colin Farrell. Participó en cerca de una veintena de películas en tan solo una década, dirigió varios videoclips y logró, a título póstumo, el premio de la Academia gracias a su papel de Joker en 'El Caballero Oscuro' (Christopher Nolan, 2008). Su personaje en 'El imaginario del Doctor Parnassus', en cuyo rodaje se encontraba en el momento de su muerte, fue completado por Farrell, Jude Law y Johnny Depp, en un giro fantástico (y tributo) por parte del director Terry Gilliam.
Brandon Lee
Como su mítico padre, quien había fallecido también a una edad muy temprana (32), Brandon Bruce Lee perdió la vida en circunstancias más que sospechosas, en su caso en el set de 'El cuervo' (Alex Proyas, 1994), cuando fue alcanzado por una bala que debía haber sido de fogueo y no munición real durante el rodaje de una escena de acción. En una decisión tan controvertida como ciertamente insólita, las pocas secuencias que faltaban se completaron utilizando un doble al que se le insertó el rostro del protagonista de manera digital. Lee, llamado a ser una estrella, nos dejaba con veintiocho años y tras un puñado de películas de poco calado que, sin embargo, apuntalaban una carrera de lo más prometedora.
Heather O'Rourke
Con su carita de muñeca de porcelana y con un nombre en la ficción que se nos quedó grabado en el imaginario ochentero, Heather O'Rourke, la famosa Carol Anne de 'Poltergeist', falleció a los doce años de edad, en 1988, tras sufrir un paro cardíaco y un choque séptico producidos por una obstrucción intestinal, cuando aún estaba en marcha la producción de la tercera entrega de la famosa saga de terror a la que quedó indefectiblemente unida.
River Phoenix
Llamado a ser el James Dean de la mal llamada Generación X de los noventa, River Jude Bottom, más conocido como River Phoenix, también nos dejó demasiado pronto, como si aquél sambenito hubiese sido una condena profética más que un halago. Con tan solo veintitrés años, la noche del 31 de octubre de 1993 caía desplomado a las puertas del Viper Room, un local de copas propiedad de Johnny Depp, tras haber consumido un brutal cóctel de drogas y alcohol en compañía de sus hermanos Rain y Joaquin Phoenix, que fueron quienes llamaron al 911. 'Cuenta conmigo' (Rob Reiner, 1986), 'La costa de los mosquitos' (Peter Weir, 1986), 'Indiana Jones y la última cruzada' (Steven Spielberg, 1989) o 'Mi Idaho privado' (Gus Van Sant, 1991) son solo unos pocos ejemplos de la filmografía truncada de uno de los actores más brillantes y prometedores de finales del pasado siglo.
Brad Renfro
La heroína nos privó del inmenso talento de Brad Barron Renfro, un joven actor que, aunque en horas bajas en la última etapa de su carrera, nos había sorprendido a propios y a extraños cuando, con tan solo doce años, se adueñó de cada escena de 'El cliente' (Joel Schumacher, 1994) superando a veteranos como Susan Sarandon o Tommy Lee Jones. 'Sleepers' (Barry Levinson, 1996), 'Verano de corrupción' (Bryan Singer, 1998) o 'Ghost World' (Terry Zwigoff, 2001) fueron algunos de sus papeles más destacados en una carrera demasiado irregular, hasta que su adicción a los estupefacientes le provocaron la muerte en enero de 2008 cuando tan solo tenía veinticinco años de edad.
Sharon Tate
Si hay un capítulo nefasto en la historia negra de Hollywood ese es, probablemente, el del asesinato de la joven modelo y actriz Sharon Marie Tate, muerta en un macabro crimen junto con unos amigos a manos de la secta de Charles Manson, cuando ella tenía tan solo veintiséis años y estaba embarazada de ocho meses y medio de su primer hijo, fruto de su matrimonio con el cineasta Roman Polanski, quien no se encontraba en la casa por encontrarse en Londres rodando 'El día del delfin' (película que nunca finalizaría). Tate había debutado frente a las cámaras tan solo ocho años antes, en un papel secundario no acreditado en 'Barrabás' (Richard Fleischer, 1961), y había conocido al cineasta polaco en el set de 'El baile de los vampiros' en 1967.
Anton Yelchin
A sus veintisiete años, el actor de origen ruso Anton Yelchin es, por el momento, el último en sumarse a esta triste lista después de fallecer en un extraño accidente con su coche el pasado 19 de junio de 2016. A punto de estrenar 'Star Trek: Más allá' (Justin Lin, 2016), su tercera encarnación del popular Pavel Chekov de la mítica nave Enterprise, y con otras cinco películas y dos series a estrenarse entre este año y el próximo, este joven y talentoso intérprete nos deja una carrera fulgurante con títulos como, entre otros, 'Alpha Dog' (Nick Cassavetes, 2006), 'Terminator: Salvation' (McG, 2009), 'El castor' (Jodie Foster, 2011) o 'Green Room' (Jeremy Saulnier, 2015), recientemente estrenada en nuestro país y aún en cartelera.