El mundo de la interpretación es bien duro. Tan pronto puedes estar cruzando la alfombra roja como nominado a los premios más prestigiosos del cine español como acabar sin trabajo, o peor: en la calle. Mónica Cervera protagoniza una nueva historia negra de ascenso y caída en la industria cultural.
La actriz de 48 años se convirtió en una cara muy reconocible de la comedia, tanto en televisión como en la gran pantalla. Formó parte del reparto de series como 'Manos a la obra', 'Con dos tacones' y 'La que se avecina'.
En cine hizo películas como '20 centímetros' y 'Crimen Ferpecto'. Por la película de Álex de la Iglesia llegó incluso a ser nominada al Goya a Actriz Revelación, aunque al final el premio recayera en Belén Rueda por su papel en 'Mar adentro'.
Veinte años después de 'Crimen ferpecto', la revista Semana publica que Cervera vive en la indigencia, ocupando un banco de un parque de Marbella. En declaraciones a Semana, la actriz remarca que no quiere saber nada de la industria: "No quiero que me nombren la palabra televisión ni cine. Estuve ahí en su día, pero no quiero volver nunca".
Mónica Cervera sorprende diciendo que ha elegido este camino de manera "voluntaria" y asegura que "no necesita a nadie", ni siquiera a su familia de Marbella: "Quiero que me dejen en paz y vivir como yo he elegido vivir". Añade: "Lo único que quiero ahora es que Bienestar Social, con los que tengo cita el 25 de enero, me den una estabilidad".
La última vez que Cervera trabajó en un rodaje fue en 'La que se avecina', en 2016, donde interpretó a Mariajo Rivas.