De vez en cuando, Netflix nos sorprende con una serie que, prácticamente sin promoción, se convierte, por méritos propios y gracias al boca a boca, en un éxito de audiencia. Sucedió con 'El juego del calamar', que de la nada y en tiempo récord se alzó como uno de los mayores fenómenos mundiales de los últimos años, y también con algo radicalmente opuesto, 'Mi reno de peluche', la miniserie que nadie se quiso perder en 2024 para estar al día en las conversaciones seriéfilas.
Esta última, drama basado en hechos reales creado y protagonizado por el cómico Richard Gadd, podría tener ya sucesora: 'Adolescencia'. Aunque temática y formalmente son muy distintas, la nueva miniserie británica de Netflix tiene todos los ingredientes para enganchar a la audiencia global con una historia criminal absolutamente escalofriante y un formato que va a dar (bueno, ya está dando) mucho que hablar. Nadie como los británicos para hacer una buena serie de investigación policial, ¿verdad?
'Adolescencia' marca el reencuentro de Stephen Graham, uno de los actores más reconocidos del Reino Unido, y Philip Barantini tras su colaboración en la aclamada película 'Hierve', drama sobre la cocina de un ajetreado restaurante de moda que fue nominado al BAFTA y guarda una similitud muy característica con la serie (ahora vamos a ello). Jack Thorne ('Enola Holmes', 'Las nadadoras') es el creador junto al propio Graham, que también se encarga del guion con él. El omnipresente Brad Pitt está entre sus productores a través de su compañía Plan B Entertainment.
Pero vayamos al grano. ¿De qué va 'Adolescencia' y qué hace que se desmarque de otras miniseries sobre asesinatos? En primer lugar, la historia aborda un caso espeluznante con un enfoque muy delicado: el acusado de cometer el crimen es un niño. Una familia normal ve cómo su mundo se pone patas arriba después de que su hijo Jamie, de 13 años, es arrestado por el asesinato de una adolescente de su misma escuela. Él niega los hechos, pero las pruebas hablan por sí solas.
La serie da comienzo con el arresto a las 6 de la mañana en el domicilio de Jamie. La policía irrumpe en la casa de los Miller para llevarse al niño a comisaría, donde se inicia el procedimiento protocolario en estos casos: reconocimiento, ficha policial, interrogatorio. Con la importante diferencia de que se trata de un menor. Graham interpreta al padre de Jamie, que lo acompañará como su adulto responsable en todo el proceso, junto al inspector a cargo del caso, Luke Bascombe (Ashley Walters), y Briony Ariston, la psicóloga clínica (Erin Doherty) asignada a Jamie.
'Adolescencia' es un drama psicológico que engancha al espectador desde el primer minuto y no lo suelta. La serie limitada construye un caso que se irá complicando a medida que avanza la trama y se añadan capas, matices y personajes al caso, haciendo que los padres de Jamie se enfrenten a la peor pesadilla, y a su vez, que la audiencia se ponga en su lugar para vivir a través de ellos una situación impensable: ¿Y si tu hijo pequeño fuera un asesino despiadado?
Con una enorme atención al detalle, soberbias interpretaciones (especialmente por parte de Graham, y el pequeño Owen Cooper, que hace un trabajo increíble encarnando a Jamie) y un tratamiento crudo, incómodo y realista, pero sin sensacionalismos baratos, 'Adolescencia' ya se postula como una de las series el año y está llamada a ocupar un lugar destacado tanto en la conversación como en la próxima temporada de premios.
Alarde técnico al servicio de la historia
Pero vamos al detalle que hace que 'Adolescencia' sea incluso más intensa e impresionante: cada uno de sus cuatro episodios está rodados en plano secuencia. Como en la propia 'Hierve' y otras películas como 'El arca rusa' o 'Victoria', la cámara sigue la acción a tiempo real y sin cortes, a veces con varias localizaciones y desplazamientos en vehículo, lo cual conlleva un nivel de planificación y ejecución técnica de una gran precisión.
Y lo mejor es que en 'Adolescencia' el uso del plano secuencia no es solo un truco, no se queda en el alarde técnico, sino que sirve para enriquecer la historia y marcar su ritmo, de manera que el espectador se sumerja en la acción casi en primera persona y de principio a fin, facilitando así la identificación con unos y otros personajes. Un buen plano secuencia es el que apenas se nota que es un plano secuencia, y en 'Adolescencia' ocurre esto: al final, se te olvida que no hay cortes, porque es todo tan fluido, tan bien interpretado y se desarrolla de forma tan impecable y sin costuras, que se convierte en un elemento casi invisible.
Netflix apenas ha promocionado 'Adolescencia', que llegó a la plataforma el jueves 13 de marzo, pero quizá era porque sabía que tenía entre manos un producto tan bueno que el público y los medios le acabaríamos haciendo toda la campaña. Desde luego, si es así, les ha salido bien (y barato), porque es muy posible que estemos ante la serie de la que todo el mundo va a hablar este año.
