Si Baby Yoda fue el muñecote de las navidades pasadas, quizá este año el Niño tenga que hacerle espacio a Buddy 3000, el adorable robot de la nueva película navideña de Netflix 'La Navidad mágica de los Jangle'.
Se trata de una aventura musical familiar escrita y dirigida por David E. Talbert ('Almost Christmas', 'Navidades en El Camino') y con un reparto encabezado por Forest Whitaker, Keegan-Michael Key y Hugh Bonneville. En ella un juguetero en sus horas bajas recupera su fe en la magia gracias a la ayuda de su nieta, que lo animará a retomar la creación de Buddy 3000.
Resulta que este pequeño amigo mecánico tiene detrás una historia muy personal para el director. Talbert ha contado a Entertainment Weekly cómo creó a Buddy 3000 a partir de algunas referencias cinéfilas y con la ayuda de su hijo de cuatro años.
"Crecí con R2-D2 y Cortocircuito, y el robot de 'Perdidos en el espacio', y más recientemente me enamoré de WALL-E", explica el director. "Y no es un robot, pero amaba E.T., me encantaban sus ojos. Me encanta lo aniñado que es, así que quería echar todos esos a una olla y mezclarlos. Eso es Buddy 3000". Pero entonces le dio todas esas indicaciones a su hijo Elias, que tenía cuatro años por aquel entonces, y le preguntó qué aspecto debería tener.
Así es como Elias hizo un primer boceto de Buddy 3000. Pero entonces Talbert quiso añadirle un detalle muy íntimo al diseño final: "Le puse las palabras Elias 260 alrededor de sus ojos. Elias es el nombre de mi hijo. Y 260 es la dirección de mi bisabuela. Es la cuadratura del círculo. Mi bisabuela fue lo más mágico de mi vida. Me trataba como si siempre hubiera polvo de hada flotando a mi alrededor. Lo más mágico de mi vida ahora es mi hijo Elias. El robot es una forma de unir mi niñez con la niñez de mi hijo".
Un bebé con corazón de oro y sin boca
Entonces llegó el trabajo del equipo de animación, liderado por Eric Guaglione ('Star Trek: Voyager'). Primero experimentaron con videos de sus propios hijos para recrear la sensación de que Buddy era un bebé. Después se inspiraron en el estilo de la película que mezcla la época victoriana con la estética "steampunk" para añadirle detalles.
"En el guion escribí que el centro tiene un millón de engranajes dentro de engranajes girando al mismo tiempo e independientemente los unos de los otros. Y cuando lo escribí parecía muy poético, pero ¿cómo traes eso a la vida?", cuenta Talbert. Y Guaglione encontró la respuesta cuando se le rompió el reloj y lo llevó a arreglar, por lo que fue el interior de un reloj lo que reflejó en el robot. Y entonces le añadieron un corazón brillante pero simple, que fuera adorable y cálido.
Al principio el diseño tenía una boca, pero al mostrarle algunas animaciones a su hijo, Talbert decidió quitársela porque lo hacía un poco espeluznante y asustaba al niño. Al quitarle la boca, el equipo de animación se volcó en sus movimientos y en sus ojos para darle toda la personalidad posible sin la ayuda de gestos como las sonrisas.
En cuanto a la voz, después de decidir que Buddy solo hablaría algunas palabras que reproduciría de sus interlocutores, el equipo encontró al actor de doblaje del robot de casualidad. Después de citarse con muchos actores, uno de los diseñadores de sonido de la película, Tobias Poppe, hizo una maqueta con su propia voz... que convenció tanto a Talbert y los demás que decidieron que él mismo sería Buddy 3000.