Atención, contiene spoilers sobre 'Fast & Furious 7'
Tras la muerte de Paul Walker en el año 2013, fueron muchos y muy rápidos los cambios que tuvieron que hacerse para darle un final coherente a 'Fast & Furious 7'. El actor, que falleció en mitad del rodaje de la película, era una pieza fundamental de la trama, y con su pérdida se tuvieron que pensar finales alternativos y cambios en la historia. Ahora, el guionista de la cinta ha concedido una entrevista para el medio Collider, donde cuenta cómo hubiera sido el final original y qué aspectos de la historia se vio obligado a cambiar.
Chris Morgan lleva trabajando como guionista en la saga desde 'A todo gas: Tokyo Race', por lo que es uno de los pilares fundamentales de las películas. En esta entrevista cuenta que la muerte de Walker afectó a la cinta más de lo que se pudiese imaginar, puesto que el final de la historia se centraba el él: "Si la memoria no me falla, en el final original se podía ver a nuestros chicos resolviendo el problema; una vez más, fuera de la ley, insinuándose el próximo robo que iban a cometer. Pero estaba enfocado al personaje de Brian, preguntándose quién es realmente".
Paul Walker interpretó a Brian durante toda la saga, personaje que era policía pero que terminó dentro de la banda con nuestros protagonistas. Le gustaba mucho esa nueva vida, pero también tenía una familia a cargo: "Se debatía entre las dos caras de su vida, por un lado le encanta la acción, pero por otro también ama a su familia". La idea era poner al personaje de Walker en un punto de inflexión para que decidiera entre los dos aspectos más importantes de su vida.
Pero dadas las circunstancias del actor, Morgan afirma que se plantearon muy seriamente en dejar el rodaje y acabar la saga, hasta que le llegó la inspiración y se le ocurrió el final perfecto: "El accidente de Walker ocurrió en pleno rodaje, por lo que había montones de secuencias de acción y dramáticas que ya no podíamos grabar. Además nos encontrábamos devastados emocionalmente, y nadie era capaz de decidir qué hacer. Pero tras un tiempo de luto, teníamos que hacer algo en honor a Paul, una despedida digna para él".
La idea del camino bifurcándose y Walker desapareciendo por él fue por entero obra de Morgan, y afortunadamente le gustó mucho a los productores y al resto del equipo. Además, ya no era solo una despedida para el actor, sino también para los fans. Después de tantos años y de tantas películas, tenía que decir adiós de una forma satisfactoria para todos: "Empezamos a pensar sobre ello, sobre cómo podríamos reconstruir la historia. ¿Qué podíamos hacer con Paul? ¿Podíamos dar a la audiencia una experiencia catártica para despedirse de los fans? ¿Podríamos hacer un final que estuviese a la altura de lo que fue Paul Walker?".
Qué hubiera pasado con Brian y Mia
Pero aún quedaba otro cabo por atar: qué pasó con Brian y Mia. Walker y la actriz Jordana Brewster conformaban esta pequeña familia, y según Morgan, no tuvieron que hacer demasiados ajustes para que encajaran en el final: "En lo que respecta a la historia, no cambió nada. La única diferencia es que su marcha de la película fue forzada. Ellos se van para comenzar a ser una familia normal, que es lo que más les importa. Simplemente vimos a Brian con un carácter más moderado y taimado".
Por lo que cuenta el guionista, ya estaba en mente que el personaje de Walker diera un cambio, con motivo de su muerte se forzó a ello. Y aunque nos hubiera encantado ver el final original, la despedida de Walker fue realmente emotiva y digna de él.
La saga 'Fast & Furious', de peor a mejor
'A todo gas 2'
Una continuación que intentó aprovechar el tirón de la primera, sin Vin Diesel, y con la cara bonita de Walker como principal reclamo. El resultado fue una cinta de acción que pasó sin pena ni gloria, olvidable, y que cosechó dos nominaciones a los premios Razzie, incluyendo peor remake o secuela.
La historia continuaba años después de lo sucedido en la primera, con O'Conner sin su insignia y alejado del cuerpo policial, viviendo en Miami; sin embargo, cuando la policía es incapaz de acabar con un empresario que blanquea dinero a través de su negocio, tendrán que pedir ayudar a nuestro protagonista, quien se sube al coche acompañado de su mejor amigo, Roman Pearce.
'Fast & Furious: Aún más rápido'
Tras el fiasco de 'A todo gas 2' y el descalabro de 'Tokyo Race', los dos protagonistas unieron fuerzas para revitalizar la saga. ¿Qué pasó? Que se les fue de las manos: escenas de acción demasiado al límite, poca originalidad en las tramas... En definitiva, mucho ruido y pocas nueces.
Lo que sí tenía bueno esta secuela era que volvíamos a encontrarnos con O'Conner y Toretto y todo rezumaba nostalgia. El policía volvía a estar tras la pista de Dom; sin embargo, cuando descubren que tienen un enemigo en común, deciden unirse y juntar fuerzas. Es así como surge la amistad que veremos en la siguiente trilogía.
'Fast & Furious 5'
A la rapidez y a la furia se le une la fuerza desmesurada de The Rock. La introducción del personaje en la saga hace que todo adquiera un cariz más violento (las peleas cuerpo a cuerpo con Diesel son como ver a Hulk contra Thor en versión alopécica) y eso se nota en las tramas, lo que provoca alguna que otra escena ridícula, como la persecución con la caja fuerte destrozándolo todo.
La historia arranca con Dom y O'Conner huyendo de la justicia tras escapar el primero de la cárcel. Ambos se encuentran en Río de Janeiro cuando Hobbs les encuentra e intenta detenerlos. Pero no es el único: tendrán que enfrentarse a un empresario que los quiere ver muertos.
'Tokyo Race'
Aunque no contaba con ninguno de los protagonistas, 'Tokyo Race' fue más que decente. Adentrándonos en las calles de la capital japonesa, las tramas se volvieron más oscuras, más exóticas y, con un protagonista algo más naif, todo adquirió un toque de originalidad que nadie esperaba y, queramos o no, la sorpresa siempre es un factor que gusta.
Nuestro protagonista es un joven que no encaja en ningún sitio salvo cuando se pone tras el volante... Entonces se convierte en el mejor. Cuando la policía lo pilla, es enviado a Japón junto con su tío para que adquiera disciplina; sin embargo, allí descubrirá las carreras más peligrosas del mundo y se hará un buen enémigo: el jefe de la Yakuza.
'Fast & Furious 6'
Para mi gusto, Justin Lin no le hizo ningún bien a la saga. Cierto es que con 'Tokyo Race' introdujo algo de sangre nueva pero, en las tres siguientes, transformó la saga en un batiburrilo de explosiones sin sentido. En ésta, con el regreso de Letty, intentó realizar una cinta que los fans pudieran reivindicar y, dentro de lo malo, no le salió del todo mal. Claro, luego ves la séptima entrega, y alucinas.
Retirados de todo, O'Conner y Toretto viven apartados de la ley y del mundo hasta que Hobbs aparece y la cosa cambia por primera vez en la saga: el policía les pide que trabajen codo con codo para frenar a un mafioso. Nuestros protagonistas no están por la labor de aceptar... hasta que ven una foto de Letty, a quien creían muerta tiempo atrás.
'A todo gas'
La buena, la original, la culpable de todo. Corría el año 2001 y Vin Diesel y Paul Walker no sabían lo que les esperaba. ¿Quién les iba a decir que una película de coches iba a iniciar una de las sagas con más fans y que más millones ha reportado a la industria? Ambos fueron catapultados a la fama (aunque Diesel ya había hecho 'Pitch Black' un año atrás) y sus nombres estarían ligados para siempre con el automovilismo.
La historia no podía ser más sencilla: un policía se infiltra en el mundo de las carreras ilegales y, al acercarse al cabecilla, se enamora de su hermana, complicándolo todo.
'Furious 7'
Todo lo que hace James Wan mola mucho. Esto es así. Es un hecho, una realidad. Y las películas de coches no iban a ser menos. 'Furious 7' es lo máximo. Es un canto a los fans desde la primera escena con Jason Statham caminando por el hospital derruido hasta el cierre, con la despedida del fallecido Paul Walker. Tiene un ritmo espectacular, unas escenas rodadas con un gusto exquisito y una facilidad tremenda para reírse de si misma y sacarle la sonrisa al espectador. Tendría que haber sido el cierre de la saga porque, reconozcámoslo, no la van a poder superar.
Cuando un asesino empieza a acabar con todos los componentes del grupo, nuestros protagonistas tendrán que volver a sentarse al volante y recorrer medio mundo para acabar con él. Y, es Jason Statham, no se lo va a poner nada fácil.