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GOYAS 2025

Aitana Sánchez-Gijón recibe el Goya de honor en un aplaudido, emotivo y reivindicativo discurso

La actriz ha reivindicado el papel de la mujer en el cine, afirmando lo mucho que se ha avanzado ya, aunque quede mucho por trabajar.

Por Miguel Cañaveras Rivero Más 8 de February 2025 | 23:17
El cine cambió mi itinerario de vuelo y ahora es mi vida.

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Aitana Sánchez-Gijón, Goya de honor 2025
Aitana Sánchez-Gijón, Goya de honor 2025 (TVE)

Aitana Sánchez-Gijón recibía esta noche el Goya de Honor de la mano de su emocionada amiga Maribel Verdú. La actriz dio el salto al cine en 1986, cuando apenas tenía 18 años. Casi cuarenta años más tarde, esa adolescente que debutaba bajo la dirección de José María Forqué en Romanza final (Gayarre), recibía el cariño de todos los asistentes bajo la orgullosa mirada de su familia y compañeros y compañeras de profesión.

Fue la propia Sánchez-Gijón la que le pidió a la Academia que fuera Verdú la que le entregara el trofeo, tal y como comentaba en la emisión de la alfombra roja en TVE. Entre lágrimas, ambas amigas se abrazan y la galardonada empezaba a decir sus primeras palabras de agradecimiento, que han comenzado recalcando la "coincidencia" que era que le dieran el premio el mismo año que al "amor de su vida" Richard Gere, premio Goya internacional.

Pese a tratarse de una gala de cine, Sánchez-Gijón no ha querido olvidarse del arte que le vio nacer: "Pienso en la niña que empezó a hacer clases de teatro en el taller María Galleta y en la epifanía que sintió cuando descubrió que ese mundo de juego, fantasía y creación podía ser un modo de vida, una herramienta mágica para habitar vidas ajenas y desentrañar sus misterios".

Hay un muy pequeño porcentaje de actores y actrices que pueden vivir de su sueños, por lo que la actriz ha querido acordarse de todos "esos compañeros que siguen adelante contra viento y marea empujados por su vocación y su talento. Va por vosotros". Sánchez-Gijón también ha dedicado su premio a las personas con las que trabajó y que desgraciadamente ya no están con nosotros: "Recuerdo especialmente a Bigas Luna, a quien cada año que pasa echo más de menos".

La mujer en el cine

Sanchez-Gijón ha dedicado también a Patricia Ferreira, una de las tan solo cuatro directoras con las que ha trabajado a lo largo de su vida:

"Fue una de las pioneras en ponerse detrás de la cámara y en contar sus propias historias cuando para las mujeres estaba casi todo vedado. Por suerte están cambiando las cosas. Hoy sois muchas más, y no solo directoras y guionistas, también productoras, sonidistas, directores de fotografía, foquistas, operadoras de cámara o ayudantes de dirección. Iba siendo hora compañeras".

Los tiempos que corren

Aitana Sánchez-Gijón tampoco se ha olvidado de Marisa Paredes, a quien citaba en su discurso: "no hay que tener miedo a la cultura, hay que tener miedo a la ignorancia, a la indiferencia, a la mentira, al fanatismo y a la violencia. Hay que tener miedo a la guerra". Añadía la galardonada a la cita: "Hay que tener miedo a los nuevos imperialismos y a las limpiezas étnicas", recibiendo un fuerte aplauso de todo el palacio de Exposiciones y Congresos de Granada.