Lo de que Alan Moore es un poco hater del cine de superhéroes es de sobra conocido. El autor de los cómics de 'Watchmen' no quería que Damon Lindelof adaptase su obra para HBO, hizo que quitasen su nombre de los créditos de la versión de Zack Snyder y de la 'V de Vendetta' de James McTeigue (otra que odia), y cuando salió el 'Joker' de Todd Phillips dijo no haber visto "una película de superhéroes desde la primera 'Batman' de Tim Burton" porque "han arruinado el cine, y en cierto aspecto también han arruinado la cultura". Es más, relacionó las películas de superhéroes con Donald Trump y el Brexit.
Ahora en una entrevista con The Guardian ha seguido desarrollando su teoría sobre la responsabilidad del cine de superhéroes con el auge del fascismo en el mundo. Moore, mago del caos que dejó los cómics y se prepara para lanzar su primera colección de cuentos, explicó al medio que este tipo de películas infantilizaban a los adultos y por qué nunca más volverá a hacer una novela gráfica: "Alrededor de 2011 dije que pensaba que [el cine de superhéroes] tendría implicaciones serias y preocupantes para el futuro si millones de adultos se ponen a hacer cola para ver las películas de 'Batman' porque ese tipo de infantilización, esa ansia por tiempos más simples, realidades más simples, muy a menudo puede ser un precursor del fascismo". Es más, señala también que Trump fue elegido en 2016, a la vez que las películas más importantes de la cartelera eran de superhéroes.
De hecho Moore explica que nunca, ni siquiera cuando publicó 'Watchmen' en 1986, consideraba a los superhéroes una cosa que enfocada para algo más que adolescentes: "Cientos de miles de adultos hacen cola para ver personajes y situaciones que se crearon para entretener a los niños de 12 años, y solo a niños, de hace 50 años. Realmente no pensé que los superhéroes fueran cosa de adultos. Creo que esto fue un malentendido nacido de lo que sucedió en la década de 1980, de lo que tengo que asumir una parte considerable de la culpa, aunque no fue intencional, cuando aparecieron por primera vez cosas como 'Watchmen'. Se escribieron una gran cantidad de titulares que decían «Los cómics han crecido». Tiendo a pensar que no, los cómics no habían crecido. Hubo algunos títulos que eran más adultos de lo que la gente estaba acostumbrada, pero la mayoría de los títulos de cómics eran más o menos los mismos de siempre. No fueron los cómics los que crecieron. Creo que fue más bien que los cómics se acercaron a la edad emocional de la audiencia que lo contrario", dice Moore, que lleva años sin sacar una nueva obra, "Siempre amaré y adoraré el medio de los cómics, pero la industria de los cómics y todo lo relacionado con ella se volvió insoportable".
Un símbolo
Puede que Moore no se sienta orgulloso de las adaptaciones de su trabajo que se han hecho en la pequeña y gran pantalla, pero sí lo está del símbolo en el que se ha convertido la máscara de Guy Fawkes dibujada por David Lloyd para 'V de Vendetta': "No puedo respaldar todo lo que la gente que tiene esa máscara como un ícono podría hacer en el futuro, por supuesto, pero me anima ver que ha sido adoptada por movimientos de protesta en todo el mundo. Porque necesitamos movimientos de protesta ahora, probablemente más que nunca".