En 2006 se estrenaba en España 'Alatriste', una de las producciones más esperadas de la temporada, en un año especialmente prolífico para nuestra cinematografía, con producciones de la talla de 'Volver' o 'El laberinto del fauno'. La película adapta la popular saga de novelas históricas de Arturo Pérez-Reverte y de la mano de Telecinco Cinema, contaba con un presupuesto muy generoso para abarcar tan ambiciosa empresa.
Y en efecto la película no escatima en medios técnicos, pues ofrece una ambientación de auténtico lujo, con un trabajo de vestuario y decorados excelente, que logra trasladarnos al siglo XVII a través de una grisácea, pictórica y sobresaliente fotografía de Paco Femenía que recrea por momentos óleos de la pintura flamenca y célebres obras como 'La rendición de Breda' de Velazquez. Un trabajo impresionante. No le va a la zaga la banda sonora de Roque Baños, que nos hace olvidar que la idea inicial era que el oscarizado Howard Shore se encargase de la partitura del film.
Pero las buenas noticias sobre el film prácticamente terminan en el párrafo anterior, pues el guion es un farragoso batiburrillo de situaciones inconexas, diálogos impostados y pronunciados sin convicción por un irregular reparto plagado de nombres ilustres en la piel de innumerables y desdibujados personajes. La película quiere abarcar demasiado y se estrella en sus propósitos. Es un error clamoroso optar por fusionar la trama de varias novelas en lugar de centrarse en una de ellas. Es fácil que el espectador se pierda entre los arbitrarios saltos temporales con los que nos castiga una narrativa lamentable, que deja a buena parte del público totalmente fuera de la trama y sus numerosas subtramas.
Irregular y excesiva
El trabajo de Díaz Yanes en la dirección es desigual. Si bien logra un aspecto visual primoroso combinando los elementos técnicos y artísticos para crear una atmósfera elegante, crepuscular y sombría, propios de una épica sucia y veraz, falla en el ritmo, que es plomizo (no era fácil dinamizarlo con semejante guion del propio Díaz-Yanes) y también en la dirección de actores, pues intérpretes de la talla de Elena Anaya, Eduard Fernández o Pilar López de Ayala están entre perdidos e infrautilizados dentro de una excesiva galería de personajes terriblemente mal definidos.
Capítulo aparte merece el trabajo del excelente actor Viggo Mortensen. El norteamericano, principal baza comercial del film, sin duda da el perfil para encarnar a este anti-héroe crepuscular del Imperio Español, pero adorna su personaje con un semblante permanentemente pétreo y una dicción susurrante y prácticamente inaudible. Decían los defensores del film, que era un loable intento de captar la mezcla de acentos de los trotamundos mercenarios de la época, pero por mucha justificación que quiera hacerse aludiendo razones histórica, el hecho de que resulte complicado entender al personaje central de un film, no parece la opción cinematográficamente más inteligente. Su equivocada interpretación es otro de los mayores lastres de 'Alatriste'.
En definitiva 'Alatriste' es una película intachable en el aspecto técnico y artístico, pero absolutamente fallida en lo narrativo. El film cubrió en la taquilla española los gastos de su presupuesto, acercandose a los 20 millones de euros, pero no rentabilizó la inversión al no ser capaz de vender sus derechos de distribución en el extranjero. De nuevo, un marketing erróneo da al traste con un ambicioso proyecto que contaba con un material excelente y un punto de partida de lo más interesante (la Historia del Imperio español da para no uno, sino muchos films). Ahora que parece que hemos aprendido a vender nuestros trabajos más allá de nuestras fronteras, ¿alguien se apunta a un 'reboot' del personaje?