Aunque finalmente en FBI ha determinado que Alec Baldwin sí apretó el gatillo de la pistola que causó la muerte de Halyna Hutchins en el rodaje de 'Rust', todavía se entiende que fue un accidente, que el actor pensaba que el arma era de atrezo y que en todo el set no debería haber habido ninguna bala real. Los fiscales aún no han tomado una decisión sobre los cargos. El accidente tuvo lugar en octubre de 2021 y por supuesto desde entonces Baldwin está lidiando con las muchas consecuencias que ha tenido para la familia de la directora de fotografía y para él y su carrera.
En declaraciones para CNN, el actor ha confesado que llegó a temer por su vida y su propia seguridad tras aquello, principalmente por unos comentarios de Donald Trump: "El expresidente de los Estados Unidos dijo que probablemente le disparé a propósito. Para mí, [esa fue] la única vez que pensé en... que me preocupé por lo que me iba a pasar. Porque aquí estaba Trump, quien instruyó a personas a cometer actos de violencia y me estaba señalando con el dedo y diciendo que yo era responsable de la muerte. Me puse un mil por ciento nervioso por el grupo de personas a las que el ex presidente les ordenó ir al Capitolio y mataron a un oficial de la ley. Mataron a alguien. Y pensé que algunas de esas personas podrían venir y matarme".
Es de sobre conocida la enemistad que existe entre ambos. Baldwin ha criticado siempre a Trump y de hecho le ha parodiado en numerosas ocasiones en 'Saturday Night Live' (más de 40 veces recoge IMdB).
En busca de la verdad
Y en el otro lado de la noticia, Hannah Gutierrez-Reed, la armera de 'Rust' responsable del arma que mató a Hutchins, está a la espera de la decisión que tome la Oficina del Sheriff de Santa Fe sobre presentar posibles cargos contra ella. En lo que parece ser un movimiento de defensa preventivo, Gutierrez-Reed ha acusado a la policía de Nuevo México de hacer un mal trabajo: "La principal cuestión en este caso desde el principio ha sido ¿de dónde vinieron las balas reales que terminaron en el set de 'Rust'? Como se puede ver en los correos electrónicos adjuntos, la oficina del alguacil tomó la decisión consciente de no continuar con esta pregunta al negarse a pedirle al FBI que analizara la munición en busca de huellas dactilares o ADN. Ahora sabemos con certeza que hubo balas de verdad en el set".
Gutierrez-Reed insiste así en su inocencia y piensa que alguien trajo la munición al set. Los detectives de la oficina del alguacil determinaron no analizar las huellas de todo el atrezo porque, al tratarse de un rodaje concurrido, los objetos habrían sido manipulados una y otra vez por mucha gente y no tendría para ellos sentido recibir semejante cantidad de información corrompida, sin embargo, Gutierrez-Reed reitera: "Es inconcebible que el Sheriff no busque respuestas a esta pregunta fundamental y plantea un serio problema para toda la investigación. Durante mucho tiempo hemos buscado esta respuesta y no nos daremos por vencidos en la búsqueda de la verdad para encontrarla".