El director Alex de la Iglesia ha publicado un artículo en el diario El País donde afirma que después de la ceremonia de los Premios Goya, dimitirá de su cargo como Presidente de la Academia de Cine. Lo hace principalmente por el desgaste sufrido a causa de la polémica 'Ley Sinde', habiendo sido uno de los principales partícipes en el debate que ha generado un texto necesario para unos y absolutamente prescindible para otros. En la búsqueda de una alternativa más consensuada, el director de 'Balada triste de trompeta' promovió una reunión con algunos de los expertos en cultura digital más relevantes de nuestro país (David Bravo, Julio Alonso, Josep Rover, Francisco George del Partido Pirata), y juntos llegaron a la conclusión de "que el modelo de mercado necesitaba ser ampliado y corregido, que la oferta legal no era suficiente, y que compartir archivos con libertad era algo inamovible y deseado por todos".
Sin embargo y a pesar de haber acordado una línea de trabajo común, los obstáculos encontrados en la mentalidad del usuario y de los políticos que representan la iniciativa Sinde han sido un impedimento en el desarrollo de una solución a medio o largo plazo: "en este país cambiar de opinión es el mayor de los pecados. Creo que tenemos instalado el chip de la intransigencia desde hace tiempo". Entonces, estirando esta misma idea el director vasco sentencia, "la única manera de arrancárnoslo es mirar a la cara a la gente y decir lo que piensas con el convencimiento de que puede no ser cierto, que puedes estar diciendo o haciendo una tontería".
Renunciará tras los Goya
De la Iglesia no renuncia completamente a su participación en la Academia de Cine, sin embargo prefiere participar en el debate desde una posición menos expuesta y con menor responsabilidad, como es la de un director de cine que dedica todo su tiempo a realizar películas. De momento, parte de su tiempo lo compartirá con la organización de la gala de los Goya, pues su intención es celebrar por todo lo alto la gran fiesta del séptimo arte español para posteriormente renunciar a sus funciones. Icíar Bollaín, la actual Vicepresidenta de la Academia, se postula como una de las principales candidatas al cargo.