Hay cineastas que han sabido crear un sello tan propio que con solo ver unos pocos minutos de una de sus producciones, ya lo identificas. Este es el caso de Álex de la Iglesia, que ha encontrado en las series otra manera de expandir su propio y característico imaginario. Desde Netflix nos presenta '1992', una historia de venganza en la que también juega con la nostalgia a través de uno de los grandes eventos que marcaron el país: la Exposición Universal de Sevilla.
"Recuerdo sentirme responsable, responsable de que todo saliera bien porque te decían que era el espejo de la nueva España", rememora el director en una entrevista con eCartelera. Curro, la mascota de aquel acontecimiento, es el eje de la serie pues su muñeco aparece junto a los cadáveres calcinados de algunos de los responsables de la Expo. Convertir este personaje tan adorable en un elemento del terror resulta atractivo a De la Iglesia "por la contradicción": "Lo que te da miedo es la contradicción, que algo parezca una cosa pero sea otra".
Marian Álvarez, protagonista de '1992' en el papel de Amparo, lo tiene claro: "Álex de la Iglesia es experto en coger algo normal y convertirlo en cualquier otra cosa no normal". Junto a su personaje, una ama de casa a la que la muerte de su marido la empuja a una alocada búsqueda de la verdad, se encuentra Fernando Valdivieso como Richi, un expolicía alcohólico que la ayudará en la investigación. "Son dos personajes absolutamente normales viviendo cosas extraordinarias. Es un viaje muy loco pero con un gran mensaje: descubrir la verdad, que hace falta hoy en día en nuestra sociedad", expone la actriz.
"Sin límites"
Para ambos es la primera vez que trabajan con Álex de la Iglesia. "Es una locura extrema. Con él no hay límites, tiene un universo mega particular", expone Valdivieso, mientras que la ganadora de un Goya por 'La herida' lo describe como "'Alicia en el país de las maravillas'". "Tengo la sensación de haber trabajado con un genio. Tiene una manera muy especial de retratar la decadencia y el terror cotidiano", abunda la actriz.
Sobre la manera de imprimir a la serie ese toque ta característico, Álex de la Iglesia explica que ha ha adoptado "un punto de vista histriónico". "Me gusta que se note que es ficción. Hay un punto que la historia cobra tintes barrocos, de Frankenstein. Me gusta que saber que algo es ficción pero que te haga ver que también tienes algo de Frankenstein", analiza.
En '1992' también encontramos una trama de corrupción política con la que el creador no ha tenido una concreta intención de denuncia: "La hay de reflejar la realidad, porque no somos tan distintos a como éramos en aquel año. Hoy en día ocurren cosas similares". Siguiendo con el paralelismo con nuestros días, De la Iglesia considera que la sociedad española se caracteriza por su "optimismo pero con la sensación de estar arrastrando un monstruo".