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DRAMA MEDIÁTICO

Álex de la Iglesia: "No considero 'La chispa de la vida' amarga. Es dura pero esperanzadora"

El cineasta y gran parte del reparto principal, encabezado por José Mota, responden a las preguntas de los periodistas en la rueda de prensa organizada en Madrid antes del estreno.

Por Jesús Agudo Más 11 de Enero 2012 | 19:03
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Alex de la Iglesia en la rueda de prensa de La chispa de la vida
Álex de la Iglesia se atreve con el tema del momento pero, como siempre, a su manera. La crisis económica sirve como inicio de una historia cruda pero con un tono de esperanza. 'La chispa de la vida' termina sacando lo mejor y lo peor de la sociedad actual.

Para celebrar la llegada de su nueva película, el director reúne al elenco principal en un hotel madrileño. Allí conversan con los periodistas, parte importante del circo mediático que monta en el teatro romano de Cartagena. Una de las cosas que nos quiere dejar claro es que no es una crítica directa a la televisión: "Para mi la televisión es algo importantísimo. Es una ventana al mundo".

'La chispa de la vida' otorga el protagonismo casi absoluto a José Mota, bien conocido en la pequeña pantalla pero visto en algún cameo en las salas de cine. Interpreta a Roberto, un publicista en paro que cuenta en su curriculum con la creación del eslogan de Coca Cola que da nombre a la película.

Cuando le dan un nuevo portazo decide visitar el hotel de Cartagena donde tuvo su luna de miel con Salma Hayek, que no pudo asistir al evento de prensa. Ese hotel ya no existe, ahora es un teatro romano que encontraron debajo. Colándose en las obras termina con un hierro atravesándole la cabeza. Y antes de cundir el pánico, es mejor sacar tajada.

Puro teatro

Álex de la Iglesia, que posó para las cámaras con una camiseta inspirada en las novelas de 'Canción de hielo y fuego', recibió el guión y no tardó en iniciar el proyecto, y se quedó con gran parte de la historia original: "El embrollo social es mío", dice el cineasta, refiriéndose a que él decidió incluir la idea del teatro y la expectación causada por el morbo.

Blanca Portillo lo secunda, asegurando que en ninguna película hay papeles pequeños y que "el coro hace que la idea fluya", remarcando más la idea de teatralidad, con personajes como el suyo, de directora del museo, que relaciona de manera indirecta con sus polémicas declaraciones sobre el Festival de Mérida: "Siempre he querido probarlo", dice con ironía.

La televisión tiene mucho protagonismo, concretamente la llamada "telebasura", y cómo la desgracia ajena es lo que va a hacer saltar los índices de audiencia y los millones de euros. El protagonista lo sabe, su representante (Fernando Tejero) también, hasta el punto de negociar con la posibilidad de su muerte. Carolina Bang encarna en esta ocasión a la periodista que duda sobre todo este circo mediático tras haber protagonizado otro de los circos del realizador: 'Balada triste de trompeta'. Pero es evidente que quiere recordarnos a cierto tipo de programas, aunque de la Iglesia se escude en un "no estoy hablando ni de Telecinco ni de una cadena en concreto", aunque no puede evitar que se le escape una carcajada ante su declaración.

Las mil caras de José Mota

El director asegura que adaptó la trama para incluir a José Mota, quien no dudó en decirle que sí. "Me apetecía muchísimo emocionar", argumentó el cómico. Para de la Iglesia, "es bueno para la historia que la gente conozca al protagonista, y más si esperas que haga un chiste en cualquier momento".

Alex de la Iglesia y el reparto de La chispa de la vida

Tanto para el director como el protagonista, el drama es un género que suelen tocar poco, pero en ningún momento quieren hablar de pesimismo: "No considero a la película amarga. Es dura, pero también esperanzadora". Sin embargo sí sabe que ya de por sí la frustración del personaje principal es una realidad que a muchos les suena muy familiar: "¿Qué he hecho para trabajar para alguien que no soy yo?", es una de las claves que quería transmitir Álex de la Iglesia con el personaje de Mota. También que sea capaz de renunciar a su dignidad por "salvar" a su familia.

El actor admite que ha sido un reto un rodaje en el que no ha podido mover la cabeza y se ha mantenido tumbado la mayor parte del tiempo. El director saca un símil con la situación que vivimos en la actualidad: "Creemos que vivimos en un mundo estable, pero si cambiamos de postura, morimos".

'La chispa de la vida' todavía no se ha estrenado en las salas y ya cuenta con dos nominaciones a los Goya 2012 para José Mota y Salma Hayek y ya prepara su nuevo proyecto, 'Las brujas de Zugarramurdi', en el que vuelve a su estilo más surrealista. Pero el 13 de enero podremos comprobar cómo la desesperación y la falta de escrúpulos son llevados al extremo y cuál es el precio de la dignidad. Siempre, eso sí, con un punto de esperanza.