Tras habernos ofrecido títulos tan inclasificables y al mismo tiempo tan personales como 'Acción mutante', 'El día de la bestia', 'Perdita Durango', 'La comunidad', '800 balas', 'Muertos de risa' o 'Crimen ferpecto', Álex de la Iglesia regresa tras cuatro años de silencio (a excepción de 'La habitación del niño') con 'Los crímenes de Oxford', película protagonizada por Elijah Wood, John Hurt, Leonor Watling, Julie Cox, Burn Gorman, Anna Massey y Jim Carter entre otros.
Basada en la novela de Guillermo Martínez 'Crímenes imperceptibles', la película cuenta la historia de un estudiante de intercambio que descubre el cuerpo sin vida de su casera, quien estuviera casada con uno de lo matemáticos que descifró el Código Enigma de la Segunda Guerra Mundial. Al mismo tiempo, un profesor de lógica de Oxford recibe una nota advirtiendo que ese es el primero de una serie de asesinatos. Así, el estudiante y el profesor se unen en la búsqueda de la persona detrás de las muertes, utilizando códigos matemáticos para encontrar el patrón que sigue este asesino en serie....
Fuera de la calidad de la propia película, cabe decir que 'Los crímenes de Oxford' es un giro radical en la carrera cinematográfica de Álex de la Iglesia. Pero, ¿para bien o para mal? Sin duda alguna, no es su obra más brillante, pero tampoco un producto del que renegar. Y, al mismo tiempo, resulta todavía más inclasificable que el resto de su filmografía pues, irónicamente, se trata de su película más ortodoxa.
Los crímenes de Oxford es un thriller que gira alrededor de una serie de asesinatos, y como toda película de dicho género, siempre habrá el listo de turno que afirme que desde el primer minuto ya se intuía el desenlace final. Esto en ocasiones resulta bien cierto, y un servidor se ha servido de dicha afirmación más de una vez, pero no creo que Los crímenes de Oxford sea tan deducible como más de uno pretenderá.
De la Iglesia, Jeunetizado
La película de Álex de la Iglesia resulta totalmente recomendable, dotada con un ritmo brioso y con siempre algo interesante que contar, aunque uno debe reconocer que su mescolanza de filosofía y matemáticas puede llegar a cansar en algunos fragmentos. Sus personajes, en mayor o menor grado, nos siguen recordando en cierta manera a los utilizados habitualmente por el director bilbaino, si bien el pretendido carácter internacional de la película parece haberlos jeunetizado considerablemente, y no me remito simplemente a la presencia de Dominique Pinon, sino más bién a los personajes interpretados por Burn Gorman y Jim Carter.
Por otro lado, cabe decir que la trama de 'Los crímenes de Oxford' resulta interesante aunque tampoco excesivamente compleja, y su mayor logro, fuera del hecho de que su resolución sea completamente arbitraria -o lo que es lo mismo, que cualquier otra hubiera sido tan factible como la escogida-, es el binomio conformado por John Hurt y Elijah Wood, dos actores capaces de captar nuestra atención aunque la trama deje de interesarnos. Eso, y las portentosas glándulas mamarias de Leonor Watling que, sinceramente, me impiden analizar su actuación.