Los rumores que apuntaban a un tórrido romance, algún que otro momento heroico y los incesantes piropos surgidos del entusiasmo albergado por uno de los sex symbol hollywoodienses con mayor proyección a nivel mundial, no han dejado de sugerir que la acogedora isla de Gran Canaria fue escenario de aventuras tanto reales como ficticias cuando Robert Zemeckis y su equipo decidieron que 'Aliados' se rodaría en las calles de su capital.
60 años había tenido que esperar esta isla para volver a desplegar sus encantos ante una de las industrias cinematográficas más potentes del mundo. Y es que desde que Moby Dick revolucionase el flequillo a Gregory Peck en una de las playas de este paraíso de temperaturas envidiables, los canariones no habían vuelto a poner patas arriba una economía basada principalmente en el turismo para abrir sus brazos a una superproducción. Hasta ahora.
Normal que Antonio Morales, Presidente del Cabildo de Gran Canarias, sienta una gratitud inmensa ante lo que este thriller romántico ha supuesto para la isla. "'Aliados' ha convertido a Gran Canaria en un destino competitivo para la producción de grandes películas", dice orgulloso mientras no puede ocultar su entusiasmo porque "frente a posibles crisis la respuesta es diversificar, que no se base todo en el turismo".
Total que de repente les llueven las propuestas y ese esfuerzo colectivo, ese limpiar las calles de bolardos, señales de tráfico y demás mobiliario urbano, se ha traducido en algo mucho mejor que los 20-25 millones que se estima dejó la producción en Las Palmas: se ha convertido en una nueva y emocionante posibilidad de negocio. ¿Dónde mejor que en Gran Canaria para recrear el desierto del Sahara, una ciudad colonial, las favelas brasileñas, una playa tropical o el Gran Cañón? El entorno natural sin duda se vende solo, pero cualquiera que sepa mínimamente como funciona la industria del cine, sospechará que unos exteriores de infarto no son suficientes. Entonces, ¿qué es lo que enamoró a Zemeckis, Brad Pitt y Marion Cotillard de unas localizaciones que bien podrían haber sido rodadas en otra ciudad española?
La calidez canaria podría haber sido determinante sin duda, ese carácter pausado, cooperador, de respetar las necesidades del equipo de profesionales que andaba desplegando su magia, pero esto es algo que habría encontrado el afamado director en las calles de Cádiz, otro de los lugares que pudo acoger las escenas que definitivamente se rodaron en las palmas. Entonces, ¿qué fue?
Lourdes Rojas, Jefa de localizaciones de Gran Canaria, asegura que el truco no se escondió solo en la libertad de la que gozaron Pitt y Cotillard en la isla, o en las ventajas logísticas ofrecidas por el Ayuntamiento, sino en que la visión de Zemeckis y su director de fotografía, Don Burgess, se hizo realidad en unas calles que les daban todo y un poco más. El ángulo, el fondo, las posibilidades de transformación una vez pasada la película por esas salas que retocan, completan, redondean cada escena, y el aluvión de facilidades. Todo eso y mil cosas más lograron convencer a estos cineastas de que no había lugar mejor para recrear la Casablanca de los años 40.
Así la antigua fábrica de hielo situada en la zona del Puerto de las Las Palmas, se transformó durante el rodaje de 'Aliados', en un cuartel general Nazi, la calle Núñez de la Peña, junto a la plazoleta Padre Hilario, dijo adiós a las habituales idas y venidas de los vecinos para envolver el primer beso entre el oficial canadiense Max Vatan (Pitt) y una de las estrellas de la resistencia francesa Marianne Beausejour (Cotillard), y la Plaza de Cairasco y Malteses dio acogida al Rívoli, café en el que vemos por primera vez como Marian despliega toda su magia sobre un Max que no puede apartar la mirada de la que había de encarnar a su querida esposa.
Todos estos rincones se ceñían a lo que buscaba Zemeckis, que lo que seguro no sospechó cuando dijo si a Gran Canaria es que las cerca de 300 personas que colaboraron con su rodaje iban a volcarse de manera tan profesional y encantadora, a pesar de que la mayoría no había participado nunca en un proyecto así. Seguro que Pitt tampoco se imaginó que iba a poder coger la moto e irse a explorar la isla libremente, que su presencia allí no iba a convertirse en un acoso insufrible.
Las localizaciones perfectas están muy bien, pero estas son las cosas que hacen que en Hollywood se extienda la voz: "No busques más, Gran Canaria es el lugar ideal para rodar los exteriores naturales se tus sueños". ¿Logrará 'Aliados' ser el cebo para que otras grandes producciones de Hollywood no duden en apostar por esta preciosa isla?
