Dirigida por los técnicos de efectos especiales Colin y Greg Strause, y protagonizada por John Ortiz, Steven Pasquale, Johnny Lewis, Reiko Aylesworth, David Paetkau y Chelah Horsdal entre otros, 'Aliens vs Predator 2: requiem', es la segunda película que enfrenta a las dos míticas criaturas alienígenas de la Fox.
Cuando una nave exploradora Predator se estrella, aparece en un pueblo de Colorado. Los Aliens a bordo escapan y matan a todos los Predators excepto a uno. El último Predator superviviente debe ahora acabar con todos los Aliens, así como con el terrorífico Predalien que fue engendrado en la anterior entrega. Mientras tanto, los habitantes del pueblo están siendo inutilmente atrapados en medio del último enfrentamiento entre estas dos criaturas míticas.
Como fiel seguidor de la saga y coleccionista enfermizo de McFarlane Toys de las sagas iniciadas por Ridley Scott y John McTiernan, he seguido el desarrollo de esta secuela con bastante interés desde sus orígenes, a pesar del flojo resultado de su anterior entrega. Una de las cosas que más llamaba la antención de dicha producción era la afirmación por parte de los directores de que la película iba a ser un homenaje a la saga entera, desde las cuatro películas de Alien a las dos de Depredador.
Y vaya si lo es.
Una trama a base de guiños
Objetivamente hablando, como película 'Aliens vs Predator: requiem' deja bastante que desear, sobretodo si nos ponemos a compararla con las geniales versiones de Scott, Cameron y McTiernan (y Fincher, aunque él mismo reniege de ello), pero como seguidor acérrimo de ambas criaturas, debo decir que esta segunda entrega es terriblemente divertida, sangrienta y, sobretodo, llena de guiños. En fin, decir guiños es poco, ya que podría asegurar que toda su trama está construída a base de paralelismos y tributos con las entregas anteriores y, todavía diré más, cuando 'Aliens vs Predator 2: requiem' deja de hacer eso, pierde bastante.
Con unos personajes descaradamente arquetípicos, los hermanos Strause nos dejan bien claro desde un principio quienes son las verdaderas estrellas: la película se inicia inmediatamente después a los hechos acontecidos en Aliens vs Predator, cuando el alien inoculado en uno de los depredadores completa su proceso de gestación obligando al resto de la tripulación a regresar a la tierra.
A partir de ahí, y tras ofrecernos por vez primera el planeta Predator, se inicia la sucesión de homenajes: una muerte idéntica (plano por plano) a la de Harry Dean Stanton en 'Alien', una emboscada muy similar a la sufrida por los marines coloniales en 'Aliens: el regreso' (tanqueta incluída) o una suerte de Ripley tratando de poner a salvo a su Nut particular, un pimer plano también idéntico al de Ripley y el Alien de Fincher, el Alien acuático de Jeunet, el descubrimiento de un cadáver despellejado con un movimiento de cámara también idéntico al de 'Depredador' u otro movimiento de cámara también idéntico al de los títulos de crédito de de 'Depredador 2', en el que se pasa de la jungla a la ciudad, por no hablar de la sala de trofeos exhibida al final de esa nisna segunda entrega, son sólo algunos ejemplos de un lista infinita.
Por otro lado, uno debe reconocer que también que los efectos especiales están muy trabajados, a pesar de que se acusa una excesiva oscuridad, y el prealien da bastante menos risa que la mutación informe que Jeunet se sacó de la manga en Alien Resurrección, en la película con más muertes por minuto de toda la saga.
Terríblemente divertida para los fans, y bastante superior a su predecesora. Eso sí, ni soñéis con encontrar algo similar a las películas originales.