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PRIMERAS IMPRESIONES

Por qué 'Alita: Ángel de combate' es como una heroína de James Cameron, pero al revés

Hemos podido ver cuatro escenas del nuevo proyecto de Robert Rodríguez, escrito y producido por James Cameron, y te contamos las claves de una de las películas de ciencia ficción del año.

Por Iván Clemente Cordero 24 de Julio 2018 | 09:40

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'Alita: Ángel de combate' es la próxima película de Robert Rodriguez, escrita y producida por James Cameron y Jon Landau. En un principio el propio Cameron iba a dirigirla, aunque le fue imposible por la secuela de Avatar. Aun así, según Landau, los personajes y el universo que trasladó Cameron al guión siguen representados fielmente en el film. De hecho, a Robert Rodríguez le llamó la atención porque "era similar a otros personajes de Cameron como Sarah Connor o Ripley, pero en lugar de ser alguien fuerte buscando su lado guerrero, esta película tiene la dinámica contraria: alguien que ya tenía su lado guerrero buscando su lado humano".

Hemos tenido ocasión de ver cuatro escenas exclusivas en las que conocemos en profundidad el personaje de Alita (Rosa Salazar) y el universo que le rodea. Es un mundo "más grande que el de 'Avatar', porque es una historia interplanetaria", según Cameron. Nos encontramos con Iron City, el Underworld, Zalem (una ciudad flotante a la que todos aspiran a llegar), una zona llena de chatarra que "solía tener el ascensor que te llevaba a Zalem", en palabras del director, y donde Alita fue encontrada, y un muro de agua que separa la ciudad del exterior, entre muchas otras localizaciones.

Alita: Ángel de combate

Alita es una ciborg de combate recogida y recreada por Dyson Ido (Christoph Waltz), doctor especializado en prótesis, tras encontrar su cabeza y cerebro intactos. Así, Alita goza de una fuerza y agilidad superhumanas, pero lo que más destaca es su lado humano. En su primera toma de contacto con la realidad, Dyson le ofrece una naranja y se la come con piel incluida, cargada de inocencia. Desconoce quién es, a pesar de que su núcleo (su cerebro) sigue intacto. Por lo tanto, la película, entre otras cosas, será el camino que hace Alita para autodescubrirse, así como una oportunidad para Dyson en la paternidad al adoptarla.

En dos de las escenas vemos la agilidad y el potencial de Alita luchando. Con un nivel de postproducción en el que apenas se nota la imagen por ordenador, los ciborgs son tan reales como los humanos, y la película lo aprovecha para hacer las escenas de lucha fluidas, a veces a cámara lenta, y no con cortes y cambios de plano cada 3 segundos. En definitiva, una acción que está al nivel de otras superproducciones como las de superhéroes, con la diferencia de que Alita no lleva una capa para salvar el mundo.

También hemos conocido a los amigos de Alita, que le ayudarán en la búsqueda de su autodescubrimiento llevándola fuera de Iron City. En esta escena, encontrará uno de los antiguos trajes de combate que querrá ponerse, lo que le lleva a un enfrentamiento con Dyson. Lo interesante es la dinámica que hay entre padre e hija de ambos personajes.

Humanismo en un mundo digital

Uno de los puntos fuertes de la película es su apartado visual. Como Cameron ya demostró en 'Avatar', el efecto 3D con el que vimos las escenas está a un nivel superior que el de otras películas, a cargo de Lightstorm Entertainment. Sin embargo, al igual que en toda buena producción de ciencia ficción, por encima de todo destaca el lado humano de su protagonista. No sólo con esa ingenuidad al comerse la naranja con cáscara, sino al salvar a un cachorro de ser aplastado por uno de los robots de la ciudad sin ayuda de nadie. La película augura ser uno de los grandes éxitos de ciencia ficción del año, con una protagonista femenina con la que el espectador es capaz de identificarse a pesar de ni siquiera ser humana. Mientras esperamos que llegue a los cines el 21 de diciembre, puedes ir abriendo boca con el último tráiler: