Habiendo revolucionado el panorama de los efectos especiales en las décadas de 1950 y 1960, con la llegada de los setenta y gracias a la aparición de una película tan significativa como '2001: Una odisea del espacio', estrenada en 1968, la ciencia ficción empezó a ser considerada como un género que no era producido solamente para el público aficionado a la serie B.
Era 1973 cuando se estrenaba en todo el mundo 'Almas de metal (Westworld)', debut cinematográfico como director del novelista Michael Crichton, y que estuvo protagonizada por Yul Brynner, Richard Benjamin y James Brolin.
La rebelión de las máquinas
Con un argumento cuyas máximas nos volvería a presentar Crichton en 'Parque Jurásico', 'Almas de metal' nos llevaba hasta un futuro indeterminado en el que un parque de atracciones con las últimas novedades en tecnología, ofrece a sus clientes la posibilidad de vivir una aventura ambientada en una de las épocas en las que está dividida: la Europa del medievo, la Roma Imperial o el Oeste americano. A este último acuden dos amigos, Peter Martin (Richard Benjamin) y John Blane (James Brolin), quienes deberán hacer frente a la amenaza que supone un fallo en el sistema que controla a los robots del parque, y en concreto, el de un pistolero con el rostro de Yul Brynner, que está dispuesto a cumplir a rajatabla su cometido como eliminador de todo aquel que se le ponga por delante.
Tras un moderado éxito de taquilla, 'Almas de metal' pasó a convertirse en uno de aquellos clásicos de la ciencia ficción cuya revisión y posteriores reivindicaciones la convirtieron en una pieza de culto. Ya sea por lo original de su propuesta o por tratarse de una rara avis adelantada a su época, la ópera prima de Crichton acabaría dando una secuela mucho menos efectiva y dos productos televisivos. El primero, una miniserie emitida por la CBS a principios de los ochenta. El segundo, la que se ha convertido en la nueva sensación de HBO, 'Westworld', de la que ya se dice que es la ficción televisiva heredera de 'Juego de Tronos'.
A continuación, repasamos algunas de las curiosidades y anécdotas de 'Almas de metal', el título por el que no han pasado los años y que cabe recordar como germen de la serie producida por J.J. Abrams y Jonathan Nolan.
Curiosidades de 'Almas de metal'
El debut de Crichton
Era 1972 cuando Michael Crichton, quien por entonces ya había publicado más de una decena de novelas de las cuales se habían adaptado al cine tres ('Diagnóstico: Asesinato', 'La amenaza de Andrómeda' y 'Dealing: Or the Berkeley-to-Boston Forty-Brick Lost-Bag Blues'), escribió el guion de 'Almas de metal (Westworld)' con la única finalidad de venderlo a alguna productora.
Cuando le propusieron publicarlo en formato novela, dijo que prefería no hacerlo debido a que se trataba de una historia demasiado visual. Tras varias negativas a la hora de presentar el proyecto, finalmente la Metro-Goldwyn-Mayer fue la que dio luz verde a que saliese adelante, con el propio Crichton debutando como director, algo que ni tan siquiera él esperaba hacer pero que decidió aceptar debido a la confianza que vio que los demás plasmaron en él.
La crisis de la Metro-Goldwyn-Mayer
Pese a tratarse de un título de ciencia ficción, desde la productora no quisieron pillarse los dedos en temas de presupuesto y este fue aprobado sin llegar al millón de dólares, sobre los que ni siquiera Michael Crichton tuvo ningún control a la hora de poder tomar decisiones creativas.
Por aquel entonces, la MGM estaba pasando por una etapa de crisis en la que varios de los directores estrella del momento se habían llegado a quejar de situaciones incómodas vividas a la hora de llevar a cabo sus proyectos, nombres entre los que se encontraban figuras de la talla de Sam Peckinpah, Stanley Kubrick o Robert Altman.
Incremento del presupuesto
Finalmente, y debido a los continuos tiras y aflojas entre la productora y el propio Michael Crichton, el presupuesto final de 'Almas de metal (Westworld)' alcanzó los 1,25 millones de dólares.
Aun así, el director no tuvo capacidad de decisión para el casting, pero quedó satisfecho con la distribución final del presupuesto: 400.000 dólares para pagar al equipo de rodaje, 250.000 para el casting y el resto para todos los demás gastos, incluidos 75.000 para la construcción de los sets, establecidos entre los estudios de la Metro, el desierto de Mojave y los jardines del Harold Lloyd Estate, una mansión de Beverly Hills proclamada como monumento de interés Histórico-Cultural de Los Angeles en 1984.
Cambios de guion
Convirtiendo los temores de Michael Crichton en algo real, el primer día de rodaje de 'Almas de metal (Westworld)' desde la MGM se ordenó que debían hacerse algunos cambios de guion.
Debido a la confianza que la productora había depositado en él, el director y guionista decidió acatar órdenes, pero debido al trabajo extra que esto supuso al añadido de la presión que suponía que se trataba de su ópera prima, hizo que hasta dos días de haberse iniciado el rodaje no se pudiera dar por finalizado el guion. Crichton había llegado a confesar que Dan Melnick, jefe de producción de la Metro, le había asegurado que 'Almas de metal' no correría la misma suerte que otros títulos anteriores con los que los diferentes realizadores habían tenido malas experiencias. Pese a los cambios de última hora, parece ser que así fue y el rodaje se llevó a cabo con total normalidad.
Construyendo Westworld
El rodaje de 'Almas de metal (Westworld)' consiguió reducirse a tan solo 30 días de duración, a los cuales se tuvieron que añadir las posteriores 5 semanas para el montaje de la película y las 8 de todo el proceso de post-producción, incluyendo el por aquel entonces pionero tratamiento de la imagen digital.
Por lo referente a la filmación, y dado al poco tiempo de margen con el que Michael Crichton contó, el director debutante decidió rodar tan solo aquello que consideró necesario, sin caer en muchas repeticiones de tomas y asegurando con el planning de rodaje se cumplía a rajatabla.
El aburrido primer resultado
Una vez terminado el montaje de 'Almas de metal (Westworld)', Michael Crichton decidió hacer uno nuevo con la intención de convertir a su ópera prima en algo mucho más parecido a lo que había imaginado y no lo que había resultado tras el primer editado.
Por boca del propio director, el título era muy aburrido, por lo que decidió eliminar un puñado de escenas que no aportaban nada a la trama y entre las que se incluían más ataques de robots a clientes del parque, diálogos insustanciales y planos que restaban ritmo a la película. Además, y suponiendo todo un logro que Crichton podría agenciarse, la MGM dio luz verde a que una vez hubiese finalizado el rodaje, se volvieran a rodar algunas tomas.
Censura
Como no podía ser de otra forma, la censura no pasó ni una a 'Almas de metal (Westworld)', la cual tuvo que pasar por el filtro para que se le otorgase la calificación PG, que establece que los menores de diez años deben ir acompañados de un adulto.
Tal y como aseguró el actor Yul Brynner en su biografía, más de diez minutos de metraje fueron eliminados por contener escenas para adultos, las cuales podrían tratarse de momentos de alto contenido erótico entre robots y humanos, y en concreto entre los personajes interpretados por Richard Benjamin y James Brolin en determinado momento de enaltecimiento del deseo carnal con varios robots de aspecto femenino.
Retahíla de clichés
El propio Michael Crichton no se cortó un pelo a la hora de decir que todos sus personajes y la gran mayoría de situaciones de 'Almas de metal (Westworld)', estaban inspiradas en clichés de las películas western que él había visto de pequeño.
Sin ir más lejos, el personaje del pistolero interpretado por Yul Brynner era una sátira de Chris Larabee Adams, el personaje que había interpretado en 'Los siete magníficos' de 1960, dirigido por John Sturges.
Explotación inminente
La carrera comercial de 'Almas de metal (Westworld)' pronto empezó a dar sus frutos y acabó convertida en el mayor éxito de la MGM de 1973, año en el que se estrenó.
Desde American International Pictures se apresuraron por crear una secuela a la que llamaron 'Futureworld', conocida en nuestro país como 'Mundo futuro'. Estrenada en 1976, no dejaba de ser una explotación de las ideas presentadas en la primera entrega, y que estuvo dirigida por Richard T. Heffron.
En 1980 la CBS estrenó la serie 'Beyond Westworld', producida por el propio Michael Crichton, la cual contó con una única temporada de cinco episodios que ahondaban en el universo que él mismo había creado.
Intento fallido de remake y la serie de HBO
Con 'Almas de metal (Westworld)' convertida ya en clásico de culto, a principios de los 2000 se estuvieron barajando varios nombres para llevar a cabo una nueva versión de la idea de Michael Crichton, siendo los dos más destacables los de Quentin Tarantino y Tarsem Singh.
Se dijo también que parte del equipo creativo de 'Terminator 3: La rebelión de las máquinas' estaría implicado en el proyecto, incluyendo a Arnold Schwarzenegger cogiéndole el relevo a Yul Brynner como pistolero.
Finalmente, toda esperanza por tener ante nosotros un revivir del universo Westworld no se hizo realidad hasta que se anunció que J.J. Abrams y Jonathan Nolan iban a ser los productores ejecutivos de 'Westworld', serie en la que HBO confió plenamente y que cuenta con Ed Harris, Evan Rachel Wood, James Marsden, Thandie Newton, Jeffrey Wright y Anthony Hopkins como principales estrellas de una ficción que ya cuenta con dos temporadas.
