El pasado 11 de abril empezó en Virginia, Estados Unidos, la nueva batalla legal entre Amber Heard y Johnny Depp, esta vez un juicio por difamación por el artículo del Washington Post que Heard firmó en 2018. Durante las declaraciones iniciales del proceso, el abogado de la actriz ha hecho una impactante acusación que hasta ahora no se había hecho pública: denuncia a Depp de agredirla sexualmente mientras estaba inconsciente. El incidente habría tenido lugar cerca del final de su relación, después de que Heard se desmayase borracha.
Por supuesto los abogados de Depp, Ben Chew y Camille Vasquez, han negado categóricamente que algo así llegase a ocurrir nunca, llamando a Heard "una persona profundamente perturbada" y acusándola de inventárselo porque no tiene suficientes pruebas para ganar el juicio: "La señora Heard nunca había hecho esa acusación contra el Sr. Depp, no fue parte de sus acusaciones de abuso en 2016, entonces, ¿qué ha cambiado? Cuando se ha dado cuenta de la gravedad de lo que manifestaba (ser víctima de violencia de género), entró en pánico y alegó agresión sexual. En los 58 años que tiene el Sr. Depp, ni una sola mujer lo acusó violencia y nadie en Hollywood o en el mundo tenía motivos para pensar que era una abusador hasta que la Sra. Heard lo inculpó públicamente", dijo Vásquez al jurado. Como parte de su estrategia legal, los abogados del actor han cuestionado en su defensa la credibilidad de Heard, recordando cuando aseguró haber donado los 7 millones de acuerdo de divorcio a organizaciones benéficas como el Hospital Infantil de Los Ángeles y la American Civil Liberties Union y se demostró que no había hecho tales pagos.
Según el equipo legal de Depp, Heard es la auténtica perpetradora de la violencia doméstica en el matrimonio, añadiendo que "el único informe médico por lesiones durante toda la relación fue una sufrida por el Sr. Depp después de una discusión al poco de casarse, cuando estaban en Australia, en la que ella le lanzó una botella de vodka que reventó contra su mano cortándole la punta de los dedos". Este suceso ya se había revelado en el juicio de Depp contra su anterior abogado, Jake Bloom, cuando el actor de 'Piratas del Caribe' contó que su Pequeño Richard (apodo que le puso al dedo) sangró tanto como el Vesubio y se le infectó: "Intentaba lidiar con la locura de que me hubiera cortado el dedo la mujer con la que estaba casado", dijo entonces en una deposición ante la policía.
Un espectáculo
El abogado de Heard, Ben Rottenborn, leyó todo el artículo que la actriz escribió para el Washington Post en el se revelaba como víctima de abuso doméstico, aunque no se nombraba directamente a Depp. Rottenborn culpó a Depp de la naturaleza lasciva del juicio asegurando que "quiere convertir este caso en un espectáculo público de seis semanas de los aspectos más íntimos de su relación y su matrimonio". Elaine Bredehoft, también del equipo de Heard, pintó a su ex marido como una persona libertina cuyos arrebatos se alimentaban de su consumo de drogas. Aseguró también que el asunto del dedo fue un acto de automutilación: "Escucharán a expertos testificar sobre esta lesión y lo fantástica que es su versión, pero la verdad es que estuvo toda la semana con Marilyn Manson consumiendo cocaína".
Depp denunció a su ex-pareja por 50 millones de dólares tras la publicación de aquella columna de opinión asegurando que había dañado su imagen y su carrera y que había perdido papeles en una nueva secuela de 'Piratas del Caribe' y en el resto de entregas de 'Animales fantásticos'. Ella contradenunció por 100 millones y tampoco ha conseguido fichar por más películas que la secuela de 'Aquaman', contrato que ya tenía confirmada antes de que esto empezase. Para que Depp gane el juicio, un jurado formado por 7 personas tendrá que determinar que no ejerció violencia contra su entonces pareja y que Heard mintió y actuó con malicia al hacer esas afirmaciones. Entre los testigos que pasarán por el proceso se espera que testifiquen policías que atendieron llamadas a emergencias en 2016 y estrellas como Jason Momoa, James Franco o Paul Bettany. En el caso de Elon Musk, parece que los abogados de Depp no han conseguido hacerle llegar la notificación y el actor ha dado a entender que el multimillonario de Tesla es el que paga las facturas legales de Heard: "Le chupó la polla torcida y él le dio unos cuantos abogados de mierda", escribió en un mensaje a uno de sus agentes. Para colmo del morbo, el juicio, supervisado por el juez Judge Penney Azcarate, está siendo televisado.