Armie Hammer, respondía recientemente a James Woods en Twitter criticando su comentario en el que acusaba de indecente la premisa de la película 'Call Me By Your Name', iniciando una discusión en la que también tomó partido la actriz Amber Tamblyn. Woods, criticaba que el filme tratara una relación amorosa entre un menor de edad y un joven de 24 años, ante lo que Tamblyn le señaló que cuando ella tenía 16 años y él 60, Woods quiso llevarla a Las Vegas junto a una amiga.
Ante esta acusación, James Woods se limitó a decir en un tweet que se trataba de una mentira, un hecho que ha derivado en que Amber Tamblyn haya estallado y escrito un artículo para The New York Times, mostrando su indignación ante la cuestión de que las mujeres no tengan credibilidad ante temas de acoso sexual.
The first is illegal. The second is a lie. https://t.co/0jD1dvtInC
? James Woods (@RealJamesWoods) 12 de septiembre de 2017
"Lo primero es ilegal, lo segundo una mentira"
Tamblyn, titula el artículo "Estoy cansada de que no me crean", y en el detalla y denuncia como en el mundo del espectáculo se negocia con objetivizar a las mujeres, calificando este hecho de aterrador y poniéndolo en relación con la respuesta que Woods le ofreció tras su acusación.
La actriz escribe que cuando tenía 21 años y estuvo trabajando en un programa, avisó al productor de que parte del equipo la estaba haciendo sentir insegura, ante lo que él respondió que "toda historia tiene dos caras", sobre lo que Tamblyn denuncia lo siguiente: "Para las mujeres en Estados Unidos que presentan historias de acoso, abuso y agresión sexual, no hay dos lados de cada historia, por noble que parezca ese principio."
"La acusación de Woods de que estaba mintiendo me trasladó de vuelta a ese día en la oficina de ese productor y a todos los días que he pasado en las oficinas de hombres; de sentirme insegura, inquieta, cuestionada e incrédula, no importa la conversación." Tamblyn continuó: "He tenido miedo de hablar o preguntar cosas a hombres en posiciones de poder durante años. Lo que he experimentado como actriz trabajando en una industria cuyo negocio es cosificar a las mujeres, es aterrador. Es el fondo de una piscina en donde no puedo nadar. Es un hombre famoso diciéndote que eres una mentirosa por lo que has recordado. Por lo que tú has tenido que recordarlo mal, a menos que tengas pruebas."
La carrera de Amber Tarlyn
Además de actriz de destacados títulos como '127 horas', Amber Tarlyn se introdujo recientemente en el terreno de la dirección cinematográfica con 'Paint It Black, cinta escrita y producida por ella misma protagonizada por Alia Shawkat, Alfred Molina, Janet McTeer y Emily Rios. El filme obtuvo una cálida acogida por parte de crítica, calificándola algunos medios como The Hollywood Reporter como "Una disección penetrante de la pena, hermosamente interpretada", añadiendo "Se queda en la memoria y promete un futuro intrigante para Tamblyn."
9 curiosidades que quizá no sabías de '127 horas'
Transparencia y confianza
La estrecha colaboración entre Aron Ralston y los principales responsables creativos fue una de las claves para que el producto final fuera tan certero. Buen ejemplo de ello es que el aventurero accedió a mostrarle a Danny Boyle y James Franco los vídeos que grabó de sí mismo a modo de diario durante su historia de supervivencia. Algo destacable teniendo en cuenta que esas imágenes solo han sido presenciadas por personas cercadas a Ralston y se encuentran a buen recaudo en un banco.
28 horas después
Aunque cinco años después de su estreno sea imposible imaginarse a un actor que no sea Franco encarnando a Aron Ralston, en su momento el equipo de la película no lo tuvo tan claro. Cillian Murphy, uno de los actores predilectos de Boyle, fue la primera opción para el director, que también consideraría a Shia LaBeouf, Ryan Gosling y Sebastian Stan para el rol protagonista. Pero fue Franco el que finalmente se haría con una oportunidad a la que sacó todo el partido posible.
Como en la vida misma
Los guiños al relato real tuvieron una presencia mucho mayor de lo que solemos encontrarnos en las ficciones inspiradas en sucesos auténticos. De hecho, la cámara que James Franco emplea para plasmar su estática odisea es la misma con la que Ralston llevó a cabo ese ejercicio de youtuber pionero en 2003.
Superfumado
Danny Boyle declaró en su momento que la primera vez que quedó con James Franco pensó que estaba fumado. Puede que tanto juntarse con Seth Rogen no favoreciera a Franco en aquel momento, pero su apariencia de cansancio se debía a su dedicación al estudio en la universidad, mientras compaginaba su labor como actor. Aunque el director ensalza 'Superfumados' como vital para conocer el talento de su protagonista: "Esa película fue un momento clave para mi comprensión de lo bueno que era y me dio la confianza para elegirle."
Cameo de Scooby
Como es evidente, Ralston no puso muchas pegas a lo largo del proceso, pero sí que hubo una corrección por su parte. En una escena nocturna, el aventurero nota que hay algo tras él y al darse la vuelta se encuentra con Scooby Doo. En comienzo el perro detective no iba a ser el motivo de terror del personaje, sino un cuervo de unos dos metros con pinta de tener intención de ir a comérselo. Pero Ralston se negó, ya que el único contacto que tuvo durante su experiencia con un ser vivo se produjo con un cuervo.
Hasta la extenuación
El aspecto agotado de James Franco que se va intensificando a medida que avanza la película tiene mucho que ver con las escasas horas de sueño con las que contó el actor durante el rodaje. Tras seis días de grabación, Franco tomaba un vuelo de Utah a Nueva York el domingo por la noche para no perderse un taller de ficción en la Universidad de Columbia el lunes. Para volar ese mismo día a Los Ángeles, durmiendo un poco en el aeropuerto para regresar a Utah más tarde, ya que no había vuelos directos de Nueva York a Salt Lake City. Un jaleo de semanas, y Danny Boyle tan contento por el agotamiento de su actor que venía al pelo para el personaje.
Cambiando el género
El libro que firmó el propio Ralston acerca de la impactante experiencia que vimos en pantalla le llevó a viajar por todo el mundo para promocionarlo. Y en su parada en Holanda conoció a Boyle, que mostró interés por trasladar el relato al cine. Al comienzo Ralston tenía en mente que se llevara en forma de documental, pero como él mismo ha afirmado posteriormente: "La película es tan precisa con los hechos que es lo más cerca que puedes estar del documental y que siga siendo drama."
Protagonista premonitorio
Es habitual que las páginas del guiones sean mutiladas durante la producción, y las finales son las más susceptibles a este proceso. En el caso de '127 horas' fue el propio James Franco el que, antes de rodar el final, afirmó a Danny Boyle que esas tres escenas no pasarían por el filtro del montaje. Y como afirmó el protagonista, el director terminó suprimiéndolas al componer un desenlace más convencional, que poco encajaba con el estilo menos encasillado de la cinta. Esas secuencias mostraban a Aron junto a su madre, en la boda de su hermana y viendo a su exnovia.
Un corte, una toma
Para mostrar el clímax de la película con el mayor realismo posible, alejándose de cualquier hipérbole o sensacionalismo, Boyle rodó la escena de la amputación en una sola toma, con varias cámaras enfocando a James Franco durante este liberador a la par que traumático proceso. Y Franco se despojó de frases innecesarias presentes en el guión para brindar una potente y física interpretación de un proceso que en la vida real duró alrededor de una hora.