¿Qué es ser raro? Siempre ha parecido un "pecado", un estigma, un cartel que todos llevamos colgado por alguna u otra razón y del que es lo mejor apartarse para no salir escaldado. Huir de ello es nuestro pan de cada día y del que, sin embargo, hacemos oídos sordos cuando se trata del séptimo arte. Ahora nos hemos aficionado a las "cosicas raras" y ser amigo de una Eleven es un orgullo.
Hemos encontrado un nuevo significado a nuestras rarezas y ahora lucimos las marcas de guerra con una sonrisa en la cara. Liberados, lejos de lo "mainstream", en lo diferente está ahora nuestra fuerza y si es compartida, nos hacemos inmortales. Lo que parecía antes una locura, ahora es una moda, una necesidad. No obstante, hablar de amor, es otro asunto.
Nuestro corazón sigue una lógica concreta y muchas veces no nos permitimos amar porque esa otra persona sí, es distinta, y tenemos que resistirnos con todas nuestras fuerzas porque siempre hay algo mejor. Alguien mejor. ¡Qué hipócritas somos, en verdad! ¿No vemos una y otra vez la historia de 'La bella y la bestia' como si pasase ante nuestras narices cada día? ¿No sentimos ternura cuando Eduardo Manostijeras se enamoró? ¿No se nos desbocó también el corazón como a Joaquin Phoenix por una impensable y perfecta mujer de ordenador? Y aun así nos empeñamos en ver anormales amores que no lo son.
Seamos como Kim (Winona Ryder en 'Eduardo Manostijeras') entonces, creémonos un caparazón para no sentir como Bestia, evitemos cualquier contacto físico como Ryan Gosling en 'Lars y una chica de verdad'. No todo va a ser como un cuento Disney, hay historias que en la vida real no existen. Pero teniendo en cuenta que amar tanto o más a otra persona ya es extraño, que no nos dé miedo un amor no convencional. Ha habido muchos amores raros en el cine, inimaginables desde el otro lado, pero necesarios, de los que hay que extraer el mensaje cada vez que nos entren dudas.
Los amores más raros del cine
Lars y su "muñeca de verdad", Bianca
Ryan Gosling no sale tan favorecido en 'Lars y una chica de verdad' como en 'La La Land', pero el que sea capaz de aprender a amar gracias a una muñeca sintética es casi tan fascinante como el ensueño de Damien Chazelle.
No vamos a negar que, al igual que Gus y Karin en la película, al principio nos quedamos un poco pillados cuando Lars presenta en sociedad a Bianca, una muñeca "mitad danesa, mitad brasileña", como su novia. No obstante, es maravillosamente extraño ver cómo en él aflora por primera vez el amor hacia otra persona y consigue dejar de "quemarse" (literalmente) con el contacto físico de otros con la ayuda de Bianca.
Benigno y Alicia
Javier Cámara interpreta en 'Hable con ella' a un hombre obsesionado, la cara y la cruz del amor más devoto y enfermizo que se puede tener por una persona. No podríamos calificarlo como una verdadera historia de amor ya que se trata más bien de una relación unilateral, un sentimiento servil que roza el trastorno y la obsesión, y del que Leonor Watling no puede escapar al estar postrada en una cama debido a su estado de coma.
Lo que siente Benigno hacia Alicia en el filme de Pedro Almodóvar sobrepasa los límites de la normalidad y la estridencia en cuanto a relaciones se refiere. Aunque, en el fondo, se trata del retrato de un amor en bruto y sin pulir, el reflejo del amor visceral de un enfermero cuya vida gira en torno a la que fuera bailarina.
King Kong y Ann Darrow
El romance entre King Kong y Ann Darrow viene de lejos y a pesar de ser la peculiar historia entre una criatura gigante y temible y la "mujer perfecta", ha resistido al paso del tiempo. Fue en 1933, al calor de la dirigida por Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack 'King Kong', cuando nació la relación más disfuncional del séptimo arte, pero que ha conseguido reinar indiscutiblemente en lo que a relaciones cinéfilas entre animales y personas se refiere.
El polvo no ha podido borrar de los negativos la huella del amor entre King Kong y Darrow, con Fay Wray encarnando a la rubia original y Naomi Watts al quite en el remake de 2005. Aún sigue generando interés la Isla Calavera: Brie Larson será quien se adentre en el corazón de la criatura más mítica de la gran pantalla en 'Kong: La Isla Calavera'.
Theodore y su sistema operativo, Samantha
En una época en la que todos profesamos un infinito amor hacia nuestros dispositivos electrónicos, parece impensable que lleguemos a enamorarnos de nuestro sistema operativo. Sin embargo, 'Her' demostró que la inteligencia artificial es capaz de sentir más empatía y humanidad por los seres humanos que muchos de nosotros, que a la primera de cambio apartamos a una persona porque no es lo suficiente sociable de lo que nos gustaría.
Vale, la relación entre Theodore (Joaquin Phoenix) y el sistema operativo Samantha, que cuenta con la voz en su doblaje original de Scarlett Johansson, no es convencional y a lo mejor tampoco es la más sana del mundo. Aun así, enternece hasta la médula ser testigos de cómo un hombre "desahuciado" se hace acopio de un último aliento de fuerza vital gracias a entablar conversación con un software.
Bella y Bestia
Nos hemos acostumbrado a la historia de amor que reinaba en el clásico de animación de 'La Bella y la Bestia', pero no hay que engañarse, nada de lo que sucedía en ese castillo era normal ni mucho menos convencional. Los sentimientos que surgen entre los protagonistas no responden a la lógica, como bien sucede también en la vida real. Poco a poco, Bella se adentra en el alma de Bestia y rescata, mima y regenera lo poco que quedaba de puro en él.
Una historia de atracción entre polos puestos: un ser bondadoso e ingenuo por un lado frente a otro "outcast" que utiliza una máscara feroz para refugiarse del daño que le puedan hacer. Si por algo nos gusta este cuento de hadas, que ni remotamente se podría dar en la vida real (como la mayoría de cintas Disney) es porque Bella consigue rescatar emocionalmente a Bestia de un páramo de soledad. Dan Stevens y Emma Watson tienen una oportunidad mágica entre sus manos con la versión en acción real del clásico de animación.
Eduardo Manostijeras y Kim
El filme dirigido por Tim Burton y protagonizado por Johnny Depp es una fábula donde Eduardo se entrega cada vez más y más para demostrar lo bello y puro que hay en él. Aparentemente, nadie lo ve, pero conforme va avanzando el metraje una recelosa Winona Ryder comienza a acercarse a nuestro peluquero y jardinero favorito de la gran pantalla.
Nadie da una oportunidad de duros a pesetas, sólo cuando se mira más allá de lo que pueda decir de nosotros mismos nuestra apariencia física, conseguimos que lo que al principio observábamos con cautela, deje de dar miedo y sume sentimientos a nuestra vida.
Tori Spelling y el fantasma de 'Scary Movie 2'
Ojalá poder decir que lo que hubo entre Tori Spelling y el fantasma de Hugh Kane en 'Scary Movie 2' fue amor a primera vista, porque nos han dado una de las escenas de sexo más cómicas y estrafalarias del cine. No eran ni los más detallistas, ni los que más se querían ni los que más se preocupaban el uno por el otro, pero sí dejaron claro que el amor también puede nacer entre el más allá y la dimensión terrenal.
Además, son un hilarante espejo de que el "aquí te pillo, aquí te mato" deja huella y provoca, en el caso de esta película, un hormigueo que puede significar el comienzo de algo, ya sea una relación pretendida o un peso del que desquitarse. Nunca se sabe cuándo y dónde te puede sorprender un fantasma (del pasado).
Tarzán y Jane
Esta es la historia de un indígena y una señorita de clase alta que, al lado de Tarzán, el niño que se crió entre gorilas, deja de pensar a cada minuto en lo que es correcto y lo que no. Su amor, que podríamos definirlo como salvaje (aunque eso sería un recurso fácil), es de los que no esperan a contar hasta tres para agarrar una liana e ir a donde sea. El lugar no importa.
Una relación poco habitual que también se ha tomado como ejemplo para hablar de amor en la gran pantalla. Desde 'Tarzán, el hombre de los monos' hasta la más reciente 'La leyenda de Tarzán', pasando por la cinta Disney 'Tarzán'. No hay que encontrar respuestas, a veces, donde no se necesitan.
Davy Jones y Calypso
Hubo una vez en que un hombre muerto, consumido entre la salitre de la mar, entregó su corazón a la mujer más poderosa de la Tierra: Calypso. Ambos se reencontraron en 'Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto' y vimos que aunque se tratara de un amor imposible e irreconciliable, las llamas de su historia aún latían bajo los tentáculos del vilBill Nighy, actor que se puso tras los efectos especiales del capitán del Holandés Errante.
La podredumbre de su relación atípica es el sabor amargo con el que 'Piratas del Caribe' se sirve en la segunda entrega de la saga para dejar constancia de que dar libre albedrío a tus emociones te juega a veces malas pasadas.