¡Cuidado SPOILERS!
*Este artículo contiene spoilers del capítulo 9 de 'The Last of Us'.
Ha pasado como un suspiro. En apenas dos meses hemos pasado de no tener ni idea de lo que es el Cordyceps a mirar con cierto terror las humedades de la ducha. HBO ha vuelto a lograr otro fenómeno televisivo con la adaptación de 'The Last of Us', cuya primera temporada llega a su fin con el noveno episodio. Si la serie comenzaba con un capítulo titulado 'Cuando estéis perdidos en la oscuridad', la historia de Joel (Pedro Pascal) y Ellie (Bella Ramsey) se despide, de momento, terminado el mantra de los Luciérnagas: 'Busca la luz'.
Pero cómo vamos a encontrar algo de luz después de habernos cruzado con alguien como David y su secta caníbal. Las consecuencias de ese enfrentamiento las veremos muy pronto, pero antes la serie nos vuelve a dar otro prólogo, el último de la temporada, protagonizado esta vez por Ashley Johnson. Es la actriz que interpretó a Ellie en los videojuegos, y Neil Druckmann habla de ella como si gran parte del personaje tuviera mucha cosecha propia (como ocurre con la magnífica versión de Ramsey). Qué bonito homenaje que le hayan dado la oportunidad de interpretar a la madre de Ellie en un flashback original para la serie.
Anna huye de un infectado y se interna en una granja, llamando a sus amigos pero no recibiendo respuesta. Tras subir al piso de arriba descubre que ha roto aguas. Se esconde en una habitación infantil y atranca la puerta con una silla. Pero no sirve de nada, la corredora revienta la puerta y se lanza al ataque. Anna se defiende como puede y logra asesinarla, pero le ha llegado a morder. Con la intensidad de la pelea no se ha dado cuenta de que ha dado a luz. Anna reacciona rápido y corta el cordón umbilical para proteger a la niña. La madre habla tan mal como lo hará su hija. "Eres muy fuerte" le susurra. No lo sabe bien. Por desgracia, nunca lo sabrá.
Después de los créditos vemos cómo Anna pertenecía al grupo de Marlene (Merle Dandridge), que se encuentra con Anna cantando (ay, dirán los jugadores agarrándose el pecho) a la niña pero con la navaja apuntando al cuello, por si nota que pierde el control ante el Cordyceps. Pide a Marlene que se la lleve y le busque alguien que la cuide, y que le dé de comer porque no le quiere dar el pecho al estar infectada. Marlene duda. "Le corté el cordón umbilical antes" miente la mujer, la primera mentira que escucharemos este capítulo. Finalmente, Marlene accede bastante a regañadientes, igual que cuando luego le pide que acabe con su vida antes de que se convierta. La Luciérnaga y Anna se conocen desde siempre, no se ve capaz (algo que le hace conectar con Ellie y con su situación con Riley). Después de suplicar, Marlene le dice a uno de sus hombres que cubra las orejas de la niña y dispara. Ellie llora.
Este prólogo conecta con 'Sueños americanos', el cómic de 'The Last of Us' que mencionamos hace unos capítulos. En las viñetas se nos desvela la conexión entre Marlene y Ellie, y ahora entendemos por qué no quiso que la joven se alistara también a los Luciérnagas: porque prometió a su madre que la protegería. También le prometió que le entregaría la navaja. Una de las dos promesas sí se cumplió.
De Ellie bebé pasamos a Ellie adolescente en un primer plano que refleja que puede que la nieve se haya derretido, pero ella sigue atrapada en ese restaurante en llamas. Está ausente, y por mucho que Joel intenta levantarle el ánimo no es capaz de traerla de vuelta. Ni siquiera cuando le dice que quiere enseñarle a tocar la guitarra consigue despertar su interés. Cuando llegan a un edificio con la intención de subir a la azotea y buscar el camino al hospital, Joel le pregunta por qué está especialmente callada. "Lo siento" dice ella. Él le dice que no pasa nada, pero la apatía no se rompe... Hasta que Ellie ve algo y sale corriendo, mientras llama a Joel. El hombre se pone en guardia porque cree que están en peligro.
Pero lo que le espera cuando la alcanza es la escena más querida del videojuego. Ellie está observa una jirafa que se debe haber escapado del zoo. Joel le coge unas ramas, le dice que no tenga miedo y le invita a darle de comer (cosa que Bella Ramsey pudo hacer de verdad porque contaron con una jirafa real para la escena). Ellie vuelve a sonreír, vuelve a reír. Joel no mira a la jirafa, solo tiene ojos para Ellie, que por un momento ha conseguido recuperar a la niña que creyó haber perdido en el enfrentamiento con David. Mientras observan el resto de jirafas, Joel se arma de valor y le dice que, si quiere, pueden darse la vuelta, volver a Jackson y seguir con sus vidas. Ellie responde que a estas alturas, después de todo lo que han pasado y la gente que han dejado atrás "no puede haber sido para nada". Le promete que, una vez hayan terminado, harán lo que él quiera: irse a criar ovejas o viajar a la Luna. Lo que quiera. "Te seguiré allá donde vayas, pero primero tenemos que terminar lo que empezamos" zanja la niña, que lleva ya tanto a sus espaldas que no concibe que todo esto pueda ser en vano.
Antes de entrar en el hospital encuentran unas barracas del ejército que sirvieron como hospital de campaña en los primeros momentos del brote. Es allí cuando Joel decide contarle a Ellie la verdad. Después de la muerte de Sarah intentó suicidarse. Estaba preparado porque había perdido lo que más quería, su propósito en la vida, pero en el último momento tembló al apretar el gatillo. "El tiempo lo cura todo, supongo" dice Ellie. Joel responde: "No ha sido el tiempo". No, ha sido un nuevo propósito, una niña que empezó siendo simplemente mercancía y que ahora es el centro de su universo, su razón para vivir. El lado bueno del amor. Después de que Ellie le diga que se alegra de que fallara al disparar, y de que Joel le pida unos chistes malos como en los viejos tiempos, una bomba de humo acaba con los momentos bonitos (al fin y al cabo, es 'The Last of Us').
Joel despierta en una habitación de hospital y lo primero que ve es el símbolo de los Luciérnagas. Han llegado a su destino, pero Ellie no está a su lado. Nervioso, se incorpora y se encuentra con Marlene. Le explica que Ellie está siendo preparada para operarla. ¿Operarla? Resulta que el Cordyceps no toma el control de Ellie porque desde que nació genera unos transmisores químicos que engañan al hongo para que crea que también es Cordyceps. El plan es extirpárselo para extraer y reproducir esos transmisores y con ellos crear la cura. "El Cordyceps crece en el cerebro" apunta Joel, y se da cuenta. Ellie no sobrevivirá a la cirugía. "Buscad a otra" exige a Marlene. Ellos no estuvieron en el parto de Ellie, pero las circunstancias fueron, como poco, excepcionales. Joel, histérico, reprocha a Marlene que no lo entiende. Pero claro que lo entiende: ella tuvo que matar a su amiga de toda la vida y buscar un lugar para Ellie. Le prometió que la mantendría a salvo y va a incumplir su promesa por la esperanza de una cura. Esperanza, porque en ningún momento hay una certeza científica de que el plan de los Luciérnagas sea el fin de la pandemia. Puede que todo sea en vano. Pero es lo más cerca que han estado jamás de la cura. Sin embargo, Joel solo piensa que le va a pasar otra vez. Va a perder de nuevo a su hija.
Marlene ordena que escolten a Joel a las afueras de la ciudad y le dejen marchar, pero si intenta algo tienen órdenes de disparar. Joel marcha inquieto delante de los Luciérnagas hasta que encuentra un momento de distracción y los ataca. No los ataca: los aniquila. A sus escoltas y a todos los hombres que se cruza por los pasillos del hospital hasta el quirófano pediatra. No tiene piedad, no deja a nadie con vida a pesar de que muchos de ellos no serían capaces de seguirle con las heridas infligidas. Pero está desesperado. No piensa volver a pasar por lo mismo que con Sarah. Entra en el quirófano y mete una bala en la sien del cirujano, que le ha amenazado con un bisturí. Obliga a las enfermeras que desaten a Ellie, que está anestesiada, pero sigue viva. A ellas parece perdonarles la vida.
Se lleva a Ellie al garaje del hospital, esperando que un vehículo funcione y le ayude a escapar. Pero Marlene le está esperando. "No la vas a poder proteger para siempre, por mucho que lo intentes y por mucha gente que mates. Ella se hará mayor y tú morirás. ¿Y luego qué?" le reprocha. Joel sabe que tiene razón, pero ahora mismo no está pensando en el mundo, ni siquiera en Ellie. Solo está pensando en sí mismo. Cree que lo hace por amor, pero se está dejando llevar por el egoísmo más absoluto. Es él quien no quiere estar solo, quien no quiere volver a perder otra hija. El amor malo.
¿Qué habrías hecho tú?
Esta decisión lleva siendo objeto de debate desde que se lanzó el videojuego. ¿Qué harías tú? ¿Pensarías en el bien de la humanidad a pesar de que no hay garantías o antepondrías tu propia felicidad y protegerías la vida de quien más quieres? Después del viaje que hemos seguido con los dos, es difícil no elegir el mismo camino que Joel. Pero él mismo cae en su propia trampa cuando recrimina a Marlene que no es decisión suya si Ellie vive o muere. Pero tampoco es de Joel. Nunca llega a dar a Ellie la opción de elegir. Lo único que sabemos es que Ellie quiso llegar hasta el final porque el camino no podía haber sido para nada. "No es demasiado tarde" le dice Marlene.
'The Last of Us' nos engaña una vez más con un Joel de ojos vidriosos alejándose de la ciudad. Unos eternos segundos después, algo se oye en el asiento trasero. Ellie, todavía con la bata de hospital, despierta. Le pregunta qué ha pasado. Joel decide mentirle como nunca lo había hecho: le dice que hay más inmunes como ella, que lo han intentado todo y que no han logrado dar con nada que les ayude con la cura, y que el hospital fue atacado por bandidos y tuvieron que salir corriendo, de ahí que no lleve su ropa. Ellie pregunta por Marlene y Joel se limita a decir que se van a casa. La joven le da la espalda, sin poder ocultar su profunda decepción. Joel le dice que lo siente. Ellie sabe, en el fondo, que Joel está mintiendo. Joel, en el fondo, sabe que Ellie lo sabe. A la vez vemos que Joel decidió matar (y rematar) a Marlene por miedo a que les siga.
El coche se queda sin gasolina a unas cinco horas a pie de Jackson. Joel vuelve a intentar animar a Ellie, y lo hace hablando, por fin, de Sarah. Es su manera de demostrarle que ya no hay secretos entre ellos. Dice que Ellie le habría caído bien a Sarah porque la habría hecho reír. Pero Ellie no está para risas. Vuelve a estar ausente, hasta que ven Jackson desde lo alto y decide sincerarse. "Me preguntaste por la primera vez que maté a alguien". Le cuenta qué ocurrió el día que se infectó, le explica quién era Riley y cómo tuvo que matarla cuando ella perdió el control y Ellie no. Repasa todos los que vinieron después de Riley. Joel le dice que tiene que encontrar algo nuevo por lo que luchar, como hizo él. "Júrame que me has dicho la verdad" le vuelve a preguntar Ellie una vez más. Joel, cual Judas, vuelve a mentir. Un primer plano en el que Bella Ramsey transmite un absoluto desencanto hacia ese hombre que llegó a idolatrar y a querer como jamás había querido a alguien y la misma palabra que cierra el videojuego dan paso a los créditos finales: "OK".
Joel y Ellie se despiden de los espectadores retrocediendo muchas casillas en la relación que hemos visto crecer a lo largo de nueve episodios. El objetivo de Craig Mazin y Neil Druckmann con la serie era mostrar el lado más oscuro del amor. Porque todos podemos justificar que Joel no dejaría que hicieran daño a Ellie, esa ha sido su misión desde que comenzó este viaje. Pero en realidad no lo hace de una manera altruista: lo hace para no volver a sentir todo lo que sintió cuando perdió a su hija. Porque no quiere volver a pasar por esa soledad, esa impotencia. Creyendo que "hace lo correcto" ha violado lo más sagrado que tenía: la confianza de Ellie. Porque ella sabe que no le está contando toda la verdad. Si la niña ya arrastraba un síndrome del superviviente atroz desde esa aciaga noche en el centro comercial con Riley, ahora tendrá que vivir con la terrible sensación de que ha fallado. A sí misma y al mundo entero. A todos los que han ido perdiendo. No es especial, no hay esperanza. Qué sentido tiene ahora su vida. Cómo va a poder soñar con alcanzar la Luna si no ha podido siquiera cumplir su propósito y la persona a la que más admira es muy culpable de ello. Con una segunda temporada confirmada, pero todavía sin fecha, nos toca rumiar las posibles consecuencias de este capítulo hasta que nos volvamos a cruzar con Ellie y Joel. O coger el mando si no somos capaces de aguantar, claro.