Dos leyendas absolutas de la historia del cine (Martin Scorsese y Quentin Tarantino), una sorpresa tan inesperada como polémica (Todd Phillips), un fascinante autor recibido entre ovaciones cerradas (Bong Joon-Ho) y un cineasta británico al que todavía no se le conocen errores en el camino (Sam Mendes). De acuerdo, ausencias como la de Greta Gerwig por 'Mujercitas' invitan a la decepción, al reproche y al arqueo de cejas, pero cuesta encontrar argumentos realmente potentes para discutir al quinteto de nominados al Oscar 2020 en la categoría de Mejor director.
Cine de mafia crepuscular con silencios y miradas que matan más que cualquier bala. Cartas de amor a un Hollywood dorado que ya no volverá. O no lo hará de la misma forma. Decenas de géneros unificados por el talento absoluto de un director capaz de convertir una casa en prisión, festival, horror y soledad. Clásico bélico absoluto que hipnotiza desde el prodigio técnico y conmueve desde la armonía de una canción que resuena en la tierra prometida. Un payaso que surge y resurge entre la enfermedad, la incomprensión y los golpes en la boca del estómago. Cada uno de estos cinco cineastas ha plasmado en pantalla una historia completamente diferente, y sin embargo, todas ellas han terminado resonando con fuerza en la memoria de millones de espectadores.
Por eso, y aunque la carrera pueda parecer claramente orientada hacia la victoria de Mendes, conviene andar atento al instante en el que el sobre se abra y aparezca el próximo ganador del Oscar a Mejor director. Puede o no haber sorpresa, pero lo que seguro que no habrá es polémica. Es lo que tiene contar con cinco nominados de un nivel tan extraordinario.
Oscar 2020: Mejor Dirección
Bong Joon-ho - 'Parásitos'
'Crónica de un asesino en serie', 'The Host', 'Mother', 'Snowpiercer (Rompenieves)'... La grandeza de Bong Joon-ho se mantiene en un envidiable estado de plenitud desde hace más de una década, pero ha tenido que ser 'Parásitos' la encargada de terminar de asentarle como uno de los cineastas más importantes, personales y estimulantes del siglo XXI. Una meta alcanzada con justicia gracias a la mejor película de toda su apasionante carrera.
Un trabajo absolutamente melódico en el que la dirección del maestro coreano juega un papel fundamental, convirtiendo su cámara en un personaje más, un vehículo vibrante y equilibrado que pulula alrededor de las piezas de un tablero envenenado. Un Joon-ho sencillamente excelso. Es decir, a la altura de la película.
A favor: Parece la alternativa más potente para arrebatar la estatuilla de Mejor director a un Sam Mendes que llega como favorito, todavía más después de su reciente victoria en el DGA, gremio de los directores. 'Parásitos' ha conseguido una unanimidad absoluta entre la crítica más especializada, la industria más clásica y espectadores de todo tipo. Todos y cada uno de estos sectores celebrarían por todo lo alto una victoria de Joon-ho.
En contra: El favoritismo de Sam Mendes y el gusto reciente de la Academia por las direcciones más vistosas, espectaculares y complejas desde un punto de vista estrictamente técnico, caso exacto de la espléndida '1917'.
Quentin Tarantino - 'Érase una vez en...Hollywood'
'Érase una vez en...Hollywood' cuenta con una legión tan grande de admiradores como de detractores. Para muchos de los fieles de Quentin Tarantino, estamos ante una película aburrida y carente de argumento, mientras que, para otro sector, nos encontramos frente a su obra más redonda, cálida, tierna y madura. Por si las dudas, un servidor se sitúa en el segundo de los bandos.
Y es que, desde sus alucinantes primeros minutos hasta ese festival final marca de la casa, 'Érase una vez en... Hollywood' nos muestra a un director en pleno estado de forma, capaz de conjugar con inusitada facilidad el homenaje constante y el hallazgo genuino. Una enciclopedia de cine en permanente movimiento que, en manos de ese gigante llamado Tarantino, alcanza unas cotas de poesía visual realmente arrebatadoras. Excelso trabajo.
A favor: Es historia viva de Hollywood y, más allá de sus estatuillas como guionista, no tiene demasiado sentido que siga sin contar con un Oscar a Mejor director en su vitrina. La película, desde luego, tiene todos los elementos necesarios para llevar a Tarantino al triunfo total, pero parece que, un año más, tendrá que aplaudir a un compañero desde la butaca.
En contra: Aunque parta como la tercera vía, esta categoría parece una carrera prácticamente cerrada entre Bong Joon-ho y Sam Mendes. La victoria de Tarantino, pese a que sería más que justa, tendría un componente importante de sorpresa.
Martin Scorsese - 'El irlandés'
¿Qué más se puede añadir a la hora de hablar de Martin Scorsese? Más bien poco. O nada. En cualquier caso, por si alguien anda despistadísimo, conviene ponerse de pie a la hora de celebrar (a lo grande) el envidiable estado de forma de, ahí vamos, uno de los mejores y más esenciales directores de la historia del séptimo arte. Y con amplia diferencia de un buen número de competidores cercanos. Un más que justificado estatus que se ha vuelto a subrayar con esa obra maestra titulada 'El irlandés'.
Una película que se mueve en un terreno que Scorsese conoce a la perfección, ahí están monumentos de la talla de 'Uno de los nuestros' y 'Casino' para demostrarlo, pero al que el cineasta se acerca de un modo completamente distinto. De repente, el crepúsculo, la soledad, los silencios y las despedidas duelen mucho más que los disparos a bocajarro a la puerta de un bar de mala muerte. Y aquellos que un día fueron héroes manchados de sangre terminan convertidos en seres humanos rotos por dentro y por fuera. Scorsese, de inicio a fin, lo narra todo con su energía, maestría y talento sobrenatural característico. Ni una duda, nos queda Marty para rato.
A favor: Su único Oscar a Mejor director es por 'Infiltrados', una cinta extraordinaria que, sin embargo, parece menor frente a algunas de sus obras más incontestables y ninguneadas por la Academia. Sin lugar a dudas, 'El irlandés' es una oportunidad perfecta para rendirse por segunda vez al talento legendario de uno de los grandes cineastas de todos los tiempos.
En contra: Durante unas semanas, 'El irlandés' parecía imparable en su condición de frontrunner. Sin embargo, el tiempo ha ido acabando poco a poco con sus opciones de victoria en la práctica totalidad de las categorías, incluyendo Mejor director. Tanto que, a día de hoy, cuesta imaginar un escenario en el que la película de Scorsese consiga más de una estatuilla. Y si fuera así, es prácticamente imposible que la escogida fuera la que nos ocupa.
Sam Mendes - '1917'
Desde su tremendo éxito con 'American Beauty', estatuillas a Mejor película y Mejor director incluidas, Sam Mendes no había regresado a los Oscar, algo realmente sorprendente si pensamos que, desde aquella noche gloriosa, el cineasta británico ha firmado auténticas obras maestras como 'Camino a la perdición, 'Revolutionary Road' o incluso 'Skyfall', cintas con las que perfectamente podría haber rascado alguna nominación. Sin embargo, todo parece dispuesto a cambiar a lo grande con '1917', sobresaliente propuesta bélica que fascina desde el punto de vista técnico, asombrosa, y conmueve con la humanidad, generosidad y entrega de sus personajes principales.
En lo que respecta exclusivamente al trabajo de Mendes tras la cámara, cuesta añadir algo a todo lo que ya se ha dicho. Sencillamente, es un espectáculo digno de ser visto en la pantalla más grande posible. Planteada como un único plano secuencia, Mendes alcanza la grandeza absoluta con una precisión a prueba de balas, bombas, ciudades derribadas y aviones estrellados. La enésima confirmación de estar ante uno de los grandes directores de las últimas décadas.
A favor: A pesar de que la sombra de Bong Joon-ho estará presente hasta el último segundo, Mendes parte como claro favorito en la categoría, especialmente tras ganar en el sindicato de directores, terreno esencial para lograr el Oscar a Mejor director. Su trabajo es el más vistoso y espectacular de los cinco nominados y ha conseguido la ovación cerrada incluso de aquellos espectadores que no han terminado de conectar con '1917' desde un punto de vista emocional. Si triunfo sería bastante incontestable.
En contra: Si la Academia va a entregarse a los brazos de 'Parásitos' con devoción, Joon-ho podría ganar perfectamente en esta categoría. Si la noche se convierte en homenaje inesperado a la carrera de Quentin Tarantino, 'Érase una vez en...Hollywood' triunfará aquí. Si los votantes entienden que no tiene sentido alguno que Martin Scorsese solamente tenga un Oscar, ¿no es 'El irlandés' una opción perfecta para cambiar esta situación? Además, teniendo en cuenta que '1917' es la favorita a ganar el Oscar a Mejor película, puede que aquí se quiera compensar la balanza entregando la estatuilla a otro director.
Todd Phillips - 'Joker'
Y terminó entrando. Tras Martin Scorsese, Quentin Tarantino, Sam Mendes y Bong Joon-ho, asegurados desde hace semanas en la categoría, solamente faltaba conocer a la persona que terminaría ocupando el ansiado quinto puesto entre los nominados a Mejor director. ¿Sería Greta Gerwig por 'Mujercitas'? ¿Quizá Pedro Almodóvar por 'Dolor y gloria'? ¿Noah Baumbach por la maravillosa 'Historia de un matrimonio'? Pues no. La carcajada del 'Joker' ha entusiasmado claramente a la Academia y eso ha llevado al polémico Todd Phillips a entrar por la puerta grande de los Oscar.
Más allá de los pros y contras que uno pueda encontrar en su propuesta, está claro que el trabajo de Phillips tras la cámara es de una robusta solvencia, engrandeciendo su evidente tributo al cine de Scorsese con resoluciones visuales de una inspiración fuera de toda discusión. Por eso, y aunque puede que otros compañeros y compañeros lo merecieran más, la nominación a Mejor director de Phillips está más cerca de la justicia que de las manos en la cabeza.
A favor: 'Joker' es la película más nominada del año, lo que claramente sirve para ejemplificar que la Academia ha vibrado con la propuesta de Todd Phillips. En el caso de que, rompiendo todas las quinielas, fuera la gran noche del payaso, más allá de la estatuilla asegurada para Joaquin Phoenix, un Oscar a Mejor director tendría todo el sentido del mundo.
En contra: Parece la opción con menos posibilidades de triunfo del quinteto. Su inclusión en la lista es un reconocimiento con el que Phillips tendrá que conformarse. No es poca cosa.