¡Cuidado SPOILERS!
*Este artículo contiene spoilers del capítulo 1x01 de 'The Last of Us'.
1968. Un año que no dice nada especial a quienes hayan jugado a 'The Last of Us'. La serie de HBO viaja atrás en el tiempo con un primer prólogo que es toda una declaración de intenciones en varios sentidos. A los jugadores les dice que, efectivamente, este nuevo viaje junto a Joel y Ellie vendrá con sorpresas que no esperarían a pesar de saberse el juego de memoria. Y para todos, explica cómo ataca el hongo Cordyceps (que existe de verdad) y cómo podría propagarse a humanos. Y es una manera (como nos explicaba Craig Mazin) de dejar patente que saben que venimos de una pandemia real y que sabemos (o creemos saber) de lo que nos hablan. Pero esto es otra cosa. Es algo peor.
Esta escena, que cuenta con un sello muy Mazin y que podría haber sido un descarte de 'Chernobyl', ya empieza a dar pistas de lo que está por venir: un enemigo microscópico como cualquier virus o bacteria. Pero esta vez es un hongo, y contra él no hay vacuna, no hay cura. "Perdemos" dice el epidemiólogo antes de dar el salto a los créditos iniciales con la música de Gustavo Santaolalla. No sabemos cuánto vamos a perder.
Saltamos a 2003 y aquí empiezan las reminiscencias con el videojuego. Sarah (Nico Parker) prepara un desayuno de cumpleaños para su padre Joel (Pedro Pascal), y su tío Tommy (Gabriel Luna) viene a buscarlo para ir al trabajo. Iba a hacer tortitas pero no quedaba masa, así que huevos revueltos serán. Es el demoledor prólogo del juego, versión extendida. Sarah tiene más tiempo para dejarnos conocerla (sigue teniendo ese humor ácido, escucha a Avril Lavigne y Dido porque es una adolescente de principios de los 2000, va a casa de sus vecinos cuando su padre tiene que trabajar hasta tarde), y Nico Parker aprovecha cada escena para entablar una fuerte conexión con el espectador. Joel le promete una tarta para el cumpleaños, y por supuesto se le olvidará. Con ella vamos al centro de la ciudad para arreglar el reloj de Joel que tanto simbolismo tendrá después. En la tienda ve pasar muchos coches de policía y bomberos. La dueña la despacha apresuradamente y le dice que lo mejor es que vuelva a casa. Ella empieza a preocuparse, una reacción lógica a su realidad post 11 de septiembre, pero decide continuar con su rutina. Una reacción quizás algo temeraria solo dos años después de lo de las Torres Gemelas. Desenfado adolescente, quizás.
En casa de los vecinos ayuda a hacer galletas y pide prestada una película de acción de dudosa calidad pero de las que le encantan a su padre (y que resulta ser un guiño a 'The Last of Us: Parte II', donde se menciona la película en cuestión). Desenfocada y sin que Sarah se dé cuenta, la anciana en silla de ruedas empieza a tener espasmos. Es nuestro primer contacto con el Cordyceps, pero Sarah tendrá que esperar un poco más. Aumentan nuestras pulsaciones. Mercy, el perro, ya ha notado que se avecinan problemas. Tras este recurso tan de película de terror (todo este capítulo utiliza muchos códigos del cine clásico de zombies, para bien y para mal) volvemos a casa, donde Sarah entrega a Joel el reloj arreglado a pesar de que se haya olvidado de la tarta ("¿Cómo conseguiste el dinero?". "Vendiendo drogas", otro guiño al juego). Ella se queda dormida viendo la película y él se tiene que ir porque Tommy está arrestado por haberse metido en una pelea en un bar con alguien que se volvió loco contra una camarera (intuimos qué le pasaba). Sarah despierta cuando oye una explosión, y se desata el caos.
Todo lo que sigue a continuación refleja el dineral que hay invertido en la serie. 'The Last of Us' abraza por completo el apocalipsis con una escena extraída del juego, introduciéndonos en el coche de Tommy mientras vemos cómo cunde el pánico. Es uno de los inicios más potentes de un videojuego, y está fantásticamente trasladado a la pantalla. Una escena trepidante y mucho más cinematográfica (el avión estrellándose en medio de la ciudad) que culmina con la primera vez (y ni por asomo última) que esta serie nos va a partir el corazón. Joel carga con Sarah campo a través, huyendo de unos infectados. Un militar les detiene y pide instrucciones a su superior. Y a pesar de que Joel no deja de gritar que están sanos, el militar dispara. Cuando está a punto de sentenciar al protagonista, Tommy le vuela la cabeza. Joel está bien, pero Sarah... Sarah muere en brazos de su padre. No a manos del Cordyceps, no por un infectado. Un hombre, un militar, ha acabado con la vida, con la realidad de Joel. El Pedro Pascal que conocimos hace escasos minutos ya no existe.
Han pasado 20 años desde el brote de Cordyceps y la sociedad ha caído. Se nos presenta un mundo derruido y sucio. Un niño se acerca a la puerta principal de la zona de cuarentena de Boston. Está solo y se desmaya antes de llegar. FEDRA, la organización militar que mantiene el orden dentro de los muros, le pasa un escáner por el cuello. Luz roja, no pinta bien. La próxima vez que vemos al niño es cubierto por una sábana, siendo arrojado al fuego por un Joel con mirada vacía. Esta escena nos dice muchas cosas. Nos presenta la tolerancia cero del ejército frente a la infección. Y nos dice que el personaje de Pascal ha pasado de padre despistado a mercenario frío y sin escrúpulos, que considera el cadáver de un niño un trabajo más. Con él vamos viendo el claustrofóbico y deprimente régimen que tienen los militares, condenando a muerte a todo el que desobedezca las normas y volando la cabeza de cualquiera que dé positivo. Joel perdió a su hija a manos de un militar, pero no tiene problema en trapichear con otro.
"¿Por qué no me dejáis marchar?"
Nuestro primer contacto con Ellie (Bella Ramsey) es en un piso franco de los Luciérnagas. Este grupo está formado por civiles que están hartos del yugo de FEDRA y quieren liberar la zona de cuarentena de su control. Eso sí, como vemos en una de las primeras escenas de Tess, el personaje de Anna Torv, los Luciérnagas también recurren a la violencia, sin importar quién caiga por el camino, para conseguir su objetivo. Despiertan tantos apoyos como repulsa. Joel podría haber acabado metido en la organización dado lo que hizo el ejército por él hace veinte años, y sin embargo prefiere ir por libre. Tommy, su hermano, en su momento estuvo metido y ya no. En este primer capítulo solo rascamos el papel de los Luciérnagas en este mundo, pero ya vamos viendo que no son ni mucho menos "los buenos". Ellie, de hecho, está encadenada en una habitación donde le obligan a hacer una serie de ejercicios para comprobar que no ha perdido sus facultades cognitivas. Ramsey ya presenta aquí todo el desparpajo que tendrá su Ellie, capaz de hacer una peineta cuando está en clara situación de desventaja. En un momento entra Marlene (Merle Dandridge), líder de los Luciérnagas en Boston, para tener una conversación con la niña. En esta charla nos llegan detalles muy importantes que deberían ramificar a lo largo de la serie, como que fue Marlene quien llevó a Ellie al colegio militar cuando era pequeña, por lo que su conexión con ella viene de largo, y le explica que no le puede dejar marchar porque "tiene un propósito mayor que todos nosotros". Antes veíamos a Marlene hablando con otra Luciérnaga, a la que le cambiaba la cara después de que le explicara en clave por qué esta chavala es tan importante. Por qué los Luciérnagas están dispuestos a abandonar la zona de cuarentena a su suerte para sacar a Ellie de allí.
Volvemos a Tess. Al principio parece que es ella quien está interrogando a un hombre, pero es ella quien tiene el ojo morado y le queda más bien poca paciencia. Le han robado una batería de coche que tenían apalabrada, y no pierde los estribos, pero deja claro que piensa hacerse con lo que es suyo. Tiene una posición resolutiva pero estoica, en contraposición con la mecha corta de Joel, que ya se habría liado a puñetazos. Tras pasar unas horas en el calabozo por encontrarse en el momento equivocado y el lugar equivocado, vuelve a casa y abraza a Joel. Su relación va más allá de la profesional, cosa que en el juego no era tan explícito. Han conseguido encontrar su particular rayito de esperanza en este mundo. Pero al día siguiente hay que volver a la carga. Sabemos que la batería es importante porque Joel va a una emisora de radio, que transmite mensajes más allá de los muros, que hace mucho tiempo que no recibe noticias de Tommy. Joel quiere ir al oeste a buscarlo y necesita esa batería. Tommy es su roca en este mundo, y no está dispuesto a perderlo también. Es esta batería la que hará que Joel y Ellie se crucen por primera vez, saltando el "tutorial" del videojuego. Tess y Joel acaban en el piso franco de los Luciérnagas (previo paso por un túnel que ya nos muestra la grotesca deformación de los infectados por Cordyceps con el paso del tiempo) siguiendo la pista de Robert, quien les estafó, que se ha pasado por ahí y se ha cargado a casi todos los hombres y mujeres de Marlene. Esta les promete que tendrán su batería, y todo lo que necesiten, si llevan a Ellie hasta el ayuntamiento, fuera de la zona de cuarentena, donde les esperarán más Luciérnagas. Lo de Joel con Ellie es un sutil amor a primera vista. Cómo alucina con las agallas de la chica, con esas ganas de pelear. Pero su coraza le impide mostrar algún tipo de apego o debilidad por ella. Joel está roto, quién sabe si esta niña será capaz de recomponer alguna de sus piezas.
Antes de lanzarse fuera de la zona de cuarentena hacemos una pequeña parada para descansar en el piso de Joel. Ellie no logra conectar con él, acaba tan harta que le espeta "tu reloj está roto" y toca hueso, como vemos en la cara de Pascal. La niña también descifra el código con el que su ahora guardaespaldas se comunica con unos tales Bill y Frank. Este código secreto melómano empieza a poner en valor el uso de la música en la serie. La radio está en silencio, pero sabemos que en algún momento dejará de estarlo. Una vez extramuros, la cosa se pone muy tensa cuando son pillados por el mismo militar que compraba pastillas a Joel al principio del capítulo. Este, que antes se pasaba por el forro las normas, decide cumplir a rajatabla el protocolo de aquellos que salen al exterior. Ellie intenta zafarse usando la navaja, y cuando el militar se encara, Joel tiene un flashback de esa noche hace veinte años y pierde el control. Ese hombre que llegó a matar para proteger a su hija vuelve a hacerlo para proteger a una desconocida. Pero ahora lo hace con excesiva violencia y saña. Se arrepentirá muy poco después cuando Tess le diga que Ellie ha dado positivo. La niña se descubre el brazo y les muestra la cicatriz de la mordedura de infectado. Dice que fue atacada hace dos semanas y no ha desarrollado ningún síntoma, superando con creces el tiempo medio de uno o dos días para transformarse en una criatura sanguinaria controlada por el hongo. Joel y Tess tienen muchas preguntas, pero están demasiado expuestos ahí fuera, así que deciden continuar hacia el ayuntamiento y ya pedirán explicaciones a los Luciérnagas cuando entreguen a Ellie. A los espectadores nos dejan con la incógnita también.
Antes de que salten los créditos volvemos al piso de Joel. La radio cobra vida y comienza a sonar 'Never Let Me Down Again (No me vuelvas a decepcionar nunca)', canción de Depeche Mode lanzada en 1987. Un título que suena (nunca mejor dicho) premonitorio y que Craig Mazin ha avanzado que escucharemos otra vez, más adelante. Los 80 significan problemas. Pero lo serán para más adelante. Casi hora y media después, que no pesa absolutamente nada, termina este inicio XXL de la aventura de Ellie y Joel. Un capítulo plagado de guiños al videojuego, pero con bastante contenido nuevo, y que capta a la perfección la tensión de ese inicio que es imposible de olvidar una vez lo juegas.
Hemos presenciado cómo era la vida antes del Cordyceps y cómo todo se ha desmoronado en un mundo sin esperanza. Hemos visto a Joel perder lo que más quería y rehacer su vida dejándose la humanidad por el camino. Hemos conocido a FEDRA y los Luciérnagas, dos caras de la misma violenta moneda. Tommy está perdido. Tess solo busca lo que es suyo. Y Ellie empieza a hacerse a la idea de su papel en todo esto. Por delante, las ruinas de la civilización tomadas por la naturaleza, que lucen fantasmagóricas cuando son iluminadas por los relámpagos. "Cuando te sientas perdido en la oscuridad..." dice el lema de los Luciérnagas. Es hora de descubrir si queda algo de luz ahí fuera.
'The Last of Us' estrenará el capítulo 2 el próximo lunes 23 de enero en HBO Max.
