¡Cuidado SPOILERS!
*Este artículo contiene spoilers del episodio 7 de 'The Last of Us'.
Ellie (Bella Ramsey) y los espectadores nos quedamos muy preocupados por Joel (Pedro Pascal), que se desplomaba en la nieve, víctima de una herida muy grave que había recibido al enfrentarse a un hombre en la universidad donde esperaban encontrar a los Luciérnagas. El séptimo episodio de 'The Last of Us' empieza dándonos una buena noticia: Joel está vivo. Pero la herida tiene muy mala pinta. Si Ellie no hace algo, las probabilidades de supervivencia son mínimas.
Los que vengan del videojuego saben perfectamente qué supone 'Left Behind'. Es el título del capítulo extra que Naughty Dog debutó tiempo después del lanzamiento del juego, y que sirvió para darnos el control de Ellie y resolver una de las grandes incógnitas de su pasado. Cronológicamente ocurre en el mismo punto que vemos en la serie. Joel está herido y Ellie tiene que buscar la manera de salvarlo. La versión pixelada jugaba con flashbacks mientras recorríamos un centro comercial abandonado en busca de un botiquín. En la serie de HBO Max damos rápido el salto atrás en el tiempo en una especie de episodio cápsula centrado completamente en Ramsey.
El flashback comienza con Ellie corriendo en el gimnasio de la escuela regentada por los militares de FEDRA. Una chica le quita el Walkman y le dice que ya no está su amiga para protegerla. Ellie le pega un buen puñetazo para demostrarle que no necesita que nadie salde sus peleas. Acaba en el despacho del capitán Kwong, que está harto de que los castigos no funcionen y opta por decirle la verdad: si sigue por ese camino acabará patrullando las calles con alguien como la chica a la que ha partido la cara como jefa. Le da una segunda opción (usando un llavero con el logo de Naughty Dog, el estudio del videojuego): que deje de meterse en líos y se convierta en agente, para ser ella quien da las órdenes. "Hay una líder en ti" le dice después de que la niña agache las orejas. Kwong cree firmemente que la zona de cuarentena se mantiene a flote gracias a ellos, y sabe que necesita gente decidida como Ellie para que eso siga así. Para demostrarle que confía en ella le devuelve el Walkman.
Ellie lee un cómic de 'Savage Starlight' antes de que se apaguen las luces. Su habitación está llena de pósters, destacando uno de las fases lunares y otro de 'Mortal Kombat II'. También tiene el primer volumen del libro de chistes malos. En un momento se queda mirando una cama vacía. Ya de noche, alguien entra en la habitación por la ventana y le mete un buen susto. Es Riley (Storm Reid), su mejor amiga. Lleva tres semanas desaparecida. Riley le confiesa que se ha unido a los Luciérnagas y Ellie tuerce la boca. Pero Riley viene en son de paz. Es más, viene a proponerle "la mejor noche de su vida". Mientras Ellie se cambia, Riley se fija en su walkman y en una cinta con éxitos de a-ha.
Cuando se escabullen por las calles de Boston se cruzan con un camión de FEDRA y Ellie defiende a los militares. No es la última vez que lo hará. De hecho, siempre que puede aprovecha para picar a Riley con sus nuevos aliados. "¿Eso os lo enseñan en la universidad de los Luciérnagas?". Sí que surtió efecto la charla con el capitán... Entran en un edificio y, tras subir bastantes más pisos de los que parecía, encuentran el cadáver de un hombre que Riley asegura que ayer no estaba. El cadáver tiene al lado una botella de alcohol y unas pastillas. Las chicas cogen la botella y el suelo bajo el cadáver se desploma. Para calmar los nervios pegan un trago. Ellie no mintió a Joel cuando le dijo que ya lo había probado. Ellie le pregunta si fue su primer cadáver y Riley le recuerda que sus padres tienen ese terrible honor. También bromea sobre un posible Luciérnaga que haya robado el corazón de Riley. Ella le explica cómo ocurrió de verdad: porque su habilidad para escabullirse de la escuela llamó la atención de una mujer que pertenecía a la banda. Riley también usa palabras despectivas contra los militares, tildándolos de fascistas.
En el canon previo a la serie, Riley y Ellie tienen un encuentro distinto con los Luciérnagas. Ocurre en 'Sueños americanos', cómic firmado por Neil Druckmann, Faith Erin Hicks y Rachelle Rosenberg, que muestra el primer día de Ellie en la escuela militar y cómo captó la atención de Riley. La serie ha decidido obviar este episodio y centrarse solamente en lo que vemos en los videojuegos, aunque sí hay algún que otro guiño al cómic (solo que no en este capítulo).
Riley no se entretiene más porque "tienen una misión". La joven la lleva por los tejados de Boston hasta un centro comercial que está precintado. Ellie señala que, entonces, estará plagado de infectados. Pero Riley no parece tener miedo de esa posibilidad. Se cuelan en el interior y Riley da a su amiga la primera sorpresa, encendiendo todas las luces de una manera realmente espectacular. Al ritmo de 'Take on Me' de a-ha (llegando bien al corazón de los que venimos del videojuego, y como aviso para los espectadores que recuerden qué supone la música de los 80), Riley comienza a mostrarle "las cinco maravillas del centro comercial", siendo la primera unas simples escaleras mecánicas, que para alguien que ha nacido en el apocalipsis casi parecen brujería. Sin adultos que le echen la bronca, Ellie hace lo que todos hemos hecho alguna vez a hurtadillas sobre estas "escaleras eléctricas".
Mientras caminan por los pasillos comprueban las prioridades de la gente cuando ocurrió el brote: "lo que se llevaron es lo que más necesitaban, o querían". Se paran frente al escaparate de un Victoria's Secret, que claramente no fue prioridad. Riley se parte de risa imaginándose a Ellie con un tanga de la firma de ropa íntima, pero Ellie se queda algo trastocada. Sola, se coloca el pelo mirándose en el cristal. Nunca ha mostrado interés alguno por su aspecto, pero quizás hoy no es un día cualquiera, o no está con alguien cualquiera.
La serie sigue a las dos, como en el videojuego, a un tiovivo y un fotomatón. En la atracción Ellie no deja de mirar a Riley. Y haciéndose las fotos recrean algunas de las poses que también podemos hacer en el juego. Pero al menos esta vez la máquina funciona. Ellie pregunta a Riley si de verdad cree que los Luciérnagas podrán cumplir su propósito de liberar la zona de cuarentena, y Riley asiente. Ellie es muy crítica con los métodos de los Luciérnagas y cree que FEDRA pueden cambiar. Riley se sincera: como está a punto de cumplir 17 años ya le han dicho qué será de ella cuando acabe el adiestramiento: va a vigilar a la gente que limpia las alcantarillas. "Eso es lo que piensan de mí". Normal que buscara una alternativa. Pero intenta ganarse de nuevo a Ellie derrochando intensidad adolescente: "Tú eres lo único que echo de menos de ese lugar".
La cuarta maravilla es, con diferencia, la favorita de Ellie: un salón recreativo. Riley ha pensado en todo y admite que se tiró el día anterior peleando con la máquina de cambio para abrirla y tener monedas para poder echar una partida de 'Mortal Kombat II'. La Ellie de Bella Ramsey consigue cumplir su sueño de jugar de verdad, aunque en el videojuego comparte un momento muy bonito dejándose llevar por la imaginación y las descripciones de Riley. Entre aporreos de botones y "fatalities", la cámara se aleja del Arcade, y sabemos que no va a ser por nada bueno. Nos internamos en un pasillo oscuro y en una tienda de juguetes que también sonará a los que hayan jugado al videojuego, y comprobamos cómo tanto barullo ha despertado a un infectado que descansaba anclado a la pared.
De vuelta con las chicas, Ellie despierta de su ensimismamiento y dice a Riley que tienen que volver porque no se puede meter en más líos. Le ofrece volver al centro comercial la noche siguiente. Riley la distrae diciéndole que tiene un regalo para ella y se la lleva a un sitio de tacos en la zona de los restaurantes. El regalo es el volumen 2 del libro de chistes. Como en el juego, leen unos pocos, pero el ambiente distendido se rompe rápidamente cuando Ellie encuentra unas bombas, que sabe que ha fabricado Riley. El centro comercial es un almacén de los Luciérnagas. "¿Son para matar soldados?" le recrimina, volviendo a poner de manifiesto que condena los métodos de los que, en su opinión (y en la de FEDRA) son unos terroristas. Riley se confiesa en un intento desesperado: ha montado esta noche como una gran despedida porque se marcha de Boston. Los Luciérnagas la han destinado a otra zona de cuarentena, y aunque ha pedido que Ellie se vaya con ella, Marlene (a la que Ellie todavía no conoce) se ha negado. "Hoy es mi última noche en Boston". Lejos de conseguir que Ellie se calme, la niña se enfada todavía más porque se siente abandonada y se marcha.
Pero en cuanto cruza las puertas de seguridad se arrepiente y da la vuelta. Perdida por los pasillos, echa a correr cuando cree oír gritar a Riley. Pero no es ella, sino una figura de la tienda de decoración de Halloween que también visitamos en el videojuego. La quinta maravilla. Ellie aprovecha para contarle su frustración porque pensaba que Riley había muerto y resulta que no, pero que la abandona para siempre. Riley le contesta: "No sabes lo que es tener una familia y pertenecer a algo. Quizás los Luciérnagas no son lo que espero pero me han elegido". Pero Ellie lleva todo el capítulo demostrando veladamente que en realidad sí se siente perteneciendo a algo, aunque los llegue a odiar: a FEDRA. Ellie estaba, a su manera, contenta con su situación anterior, con ella y Riley contra el mundo en la escuela. Por eso esos celos contra los Luciérnagas todo el rato. Ya calmadas, añade que considera a Ellie su mejor amiga y asegura que la va a echar de menos.
Para intentar recuperar el ánimo festivo, conecta el Walkman que cogió de la habitación de Ellie a los altavoces de la tienda, le entrega una máscara de hombre lobo, ella se pone una máscara de payaso (ambas igualitas al videojuego) y se ponen a bailar sobre el mostrador. En un momento, Ellie se quita la máscara y le pide que no se vaya. Riley acepta. Ellie se acerca y le da un beso en la boca. "Lo siento", dice luego. "¿Por qué?" responde Riley, y ambas ríen nerviosas. Naughty Dog rompió barreras con este momento del DLC. Ellie, su protagonista, pasaba a abrir caminos a todos aquellos que nunca se habían visto reflejados en un videojuego triple A de esta escala. El estudio, como ya hemos comprobado en la serie, ha seguido defendiendo esos valores. Todos tenemos sitio en el apocalipsis. Todos podemos ser protagonistas.
Perder la cabeza juntas
El momento romántico dura poco. El infectado las ha encontrado (normal por otra parte) y las ataca. Riley pierde la pistola y pasan a enfrentarse a él cuerpo a cuerpo. El enfrentamiento termina cuando Ellie le clava su navaja en la cabeza. Pero mientras coge aire se da cuenta de que Riley no deja de mirar su brazo. La ha mordido. Y a Riley también. La serie salta al presente de nuevo. Joel, que había pedido a Ellie que volviera con Tommy, mira cómo la niña se va, pero no sale de la casa. Se pone a rebuscar cada esquina en busca de algo que la ayude. De vuelta en el flashback, Ellie revienta la tienda con un bate mientras Riley se queda sentada en el suelo, paralizada. Ellie le pregunta qué van a hacer y Riley propone dos opciones. La primera no le gusta porque es la salida fácil. La segunda es, como dice, más poética: esperar y "perder la cabeza juntas", no rendirse, "ya sean dos horas o dos días". Se cogen de la mano. "Lo siento" le dice Riley, en un tono infinitamente más lúgubre que el de Ellie hace escasos minutos.
La búsqueda por la casa da sus frutos: Ellie encuentra aguja e hilo. Corre al sótano y revisa la herida de Joel. Al rozar sus manos, éste la sujeta como Riley hizo el día que fue infectada. Ellie empieza a coser la herida, y de nuevo nos quedamos rezando para que funcione. Y pensando en cómo antes de Tess, antes de enterrar a Henry y Sam, Ellie no solo vio cómo su mejor amiga, que era mucho más que eso, acabó convertida mientras ella esperaba un destino que nunca llegó. Y lo que muy probablemente se vio obligada a hacer después. Este viaje al pasado termina por construir a la Ellie que vemos desesperada por salvar a Joel. Una chica que tiene en el brazo un recordatorio constante de su primer amor y de cómo lo perdió. Cuyo mayor miedo es volver a perder a quien más quiere, a quedarse sola. Que carga desde ese día que no se convirtió, pero la persona más importante para ella sí, con un peso indescriptible: el de "por qué yo sí y ella no".
'The Last of Us' continúa el lunes 6 de marzo en HBO Max con el penúltimo episodio de la temporada.
