¡CUIDADO SPOILERS!
*Este artículo contiene spoilers del capítulo 8 de 'The Last of Us'.
'The Last of Us' arranca su recta final prolongando nuestra agonía. El episodio 8 comienza y seguimos sin saber qué es de Joel (Pedro Pascal), al que dejamos en peor estado que nunca a pesar del esfuerzo de Ellie (Bella Ramsey) por coser la herida sufrida en la universidad. Antes de tener noticias de ellos, Craig Mazin y Neil Druckmann nos presentan un nuevo personaje. Uno que solo con su nombre despertará sentimientos muy fuertes en los que hemos jugado al videojuego: David.
En lo que parece un resort de vacaciones cubierto por la nieve, un hombre lee un pasaje de la Biblia. 'Revelaciones, 21'. Quien lo lee, con una cadencia digna de cualquier sacerdote, consuela a una niña que rompe a llorar. "Dios quitará las lágrimas de tus ojos". La niña solo quiere saber cuándo podrán enterrar a su padre. El hombre, claramente el líder, le explica que la tierra está demasiado fría para cavar. Un grupo bastante numeroso de personas está congregado en el comedor de un restaurante convertido en capilla, coronado con una pancarta que dice "En nuestras horas más bajas, Él proveerá". Todos le escuchan con solemnidad, pero una cierta inquietud se siente en el grupo. David, interpretado por Scott Shepherd (muy conveniente lo de apellidarse 'pastor'), increpa a uno de sus hombres, James, interpretado por Troy Baker, actor que dio vida a Joel en los videojuegos. James está preocupado porque apenas queda comida. David le pregunta si duda de él. No puede ser que su rebaño se esté descarriando.
Por fin nos reencontramos con Ellie y Joel. La herida tiene muy mala pinta y la comida empieza a escasear. No le queda más remedio que coger el rifle de Joel y salir de casa. Tras intentar cazar un conejo (que traerá recuerdos del videojuego), logra herir a un ciervo. Pero son David y James los que lo encuentran primero, ya muerto. Antes de que lo roben, Ellie les amenaza, mintiéndoles asegurando que ella también viene de un grupo grande que está pasando hambre. David y su lengua de serpiente consiguen regatear con Ellie cuando ella pide, desesperada, medicinas. Ordena a James que vaya por penicilina y se queda solo con la joven. Para huir del frío, le dice de hacer un fuego en una cabaña cercana.
Desde el principio David ve potencial en Ellie, le llama mucho la atención esta niña de 14 años capaz de plantar cara a dos hombres ella sola. Le dice que se una a su grupo. Ella no está interesada, pero sí quiere saber más de su nueva compañía. David viene de Pittsburgh, pero se marchó de la zona de cuarentena cuando los Luciérnagas la liberaron de FEDRA. Antes del brote era profesor de matemáticas y se volvió creyente después de que se desatara el apocalipsis. Su mantra es que "la suerte no existe, todo pasa por una razón", y puede probárselo a la niña. Resulta que el hombre al que Joel mató en la universidad pertenecía al grupo de David. Este sabe que el asesino iba con una niña. Ellie se pone alerta, pero es tarde: James está detrás apuntándole con una pistola. Pero David le dice que baje el arma y le dé las medicinas. Ellie las coge y se larga. Está dispuesta a sacrificar el ciervo con tal de irse de ahí. Una música desalentadora suena de fondo. Ellie llega donde Joel y le inyecta la penicilina directamente en la herida. Se queda acurrucada abrazándole y Joel traga saliva. Al menos aguanta.
De vuelta en el resort, la gente de David hace recuento de la comida que tienen, y no es mucha. La encargada de la cocina pregunta qué es la carne que trae otro hombre. "Es venado". David y James entran con el ciervo (que no puede estar, entonces, en la olla), pero nadie se inmuta. David los está perdiendo. Les anuncia que han visto a la niña que iba con el hombre que mató a uno de los suyos. La hija del fallecido, la que lloraba al principio, no quiere oír hablar de justicia, quiere verlos a los dos muertos. David le cruza la cara y le recuerda que sigue teniendo un padre, y que tiene que respetarlo cuando habla. Cada vez le cuesta más no perder los estribos, el encuentro con Ellie le ha dejado tocado.
Ellie sabe que van a ir a buscarla, así que intenta despertar a Joel y le deja un cuchillo para que se pueda defender (si es que consigue recomponerse). Ella se va con el caballo para despistarlos. En la persecución, James consigue abatir el caballo y Ellie cae y queda medio inconsciente. La turba quiere matarla ahí mismo pero David no les deja. Su fe estará tambaleándose, pero todavía tiene algo de poder en ellos. Van a buscar a Joel, que ha desaparecido del sótano. La penicilina y la adrenalina han hecho efecto (quizás el mayor salto, precisamente, de fe que nos va a pedir 'The Last of Us') y consigue neutralizar a uno de sus perseguidores. Unas escenas después le vemos atacar a más hombres y toma a dos como rehenes para torturarlos hasta que le digan dónde se han llevado a la niña. El viejo Joel sin escrúpulos regresa. En cuanto consigue la información los mata a los dos.
Corazón violento
Ellie despierta en una jaula situada en una gran cocina. David está ahí. Vuelve a intentar convencerle de que se una a ellos. "Déjame que te proteja. Te ofrezco un nuevo comienzo". Después de ver a Joel torturando a los hombres de David, volvemos con Ellie y comprobamos su cara de auténtico terror. No sabemos todavía lo que ha visto. David le trae un plato de carne y es cuando la cámara nos muestra una oreja humana en el suelo. David le asegura que lo que le trae solo es ciervo. Intenta justificarse: el invierno ha sido muy duro, su gente tiene hambre y han puesto su vida en sus manos. Es su deber cuidarlos, aunque se avergüence de los métodos. Ellie está horrorizada, pero David sigue intentando camelársela: "¿Sabes qué veo en ti? Me veo a mí: una líder leal, inteligente, violenta. Tienes un corazón violento y yo siempre lo he tenido". Llega a compararse con el Cordyceps y su capacidad de "cuidar" a los suyos con violencia si es necesario. Es su verdadero dios. También le dice que la necesita porque ella es un pastor, como él, y le vendría bien la ayuda entre tanta oveja. "Quiero a alguien como yo, un amigo". Le asegura que convencerá a su gente de que dejen marchar a Joel con vida si ella se une a ellos. "Piensa en lo que podríamos hacer juntos". David hace el movimiento más desesperado: pone su mano en la jaula y la acerca a la mano de la niña, esperando que Ellie le corresponda. Sí, además de caníbal se siente atraído por una menor de edad. Ellie le sigue la corriente... y le parte un dedo. "¡Diles que Ellie es la niñita que te rompió el puto dedo!" dice Ramsey, recreando el videojuego. David está tan furioso que amenaza con servirla de cena esa noche. El hombre ha proyectado una imagen de lo que busca en la joven que se ha expuesto por completo a Ellie, mucho más inteligente que él, y que le tenía totalmente calado. Sabe qué botones pulsar para sacarle de quicio.
Joel llega al resort y encuentra la mochila de Ellie. También encuentra los cadáveres humanos que hacen pasar por carne de venado. A ellos se va a unir Ellie, que es trasladada a la mesa de carnicero. La niña utiliza su último recurso: "¡estoy infectada! Y ahora tú también", mientras señala la mano de David con una mordedura. "Todo pasa por una razón, ¿no?". Ellie aprovecha la confusión para clavar el cuchillo de carnicero a James en el cuello y sale corriendo. David va detrás de ella. Ellie le tira un tronco encendido de la cocina, pero falla. El restaurante empieza a arder, y como en el videojuego empieza un juego del escondite perverso mientras David, desquiciado, pasa de la negociación a la amenaza. Le está encantando la situación. "La pelea es la parte que más me gusta" dice con todo el repelús del mundo después de que Ellie le ataque por la espalda con su navaja. En el forcejeo, la chica consigue alcanzar el machete y desata toda su ira sobre la peor persona que se ha cruzado en su vida. En un momento, cuando David ya está obviamente muerto, se detiene, pero continúa. Con absoluta rabia descarga el asco que le da David, el terror de haber estado a punto de ser agredida sexualmente, y el miedo que tiene de perder a Joel, las muertes de Tess, de Sam, de Henry, de Riley.
Cuando no queda más que un amasijo de carne, Ellie sale a la calle y comienza a vagar por la nieve. Ellie, en realidad, no está. Lo que acaba de vivir es tan horrible, tan traumático y tan deshumanizante que podría ser el absoluto punto de no retorno para ella. Pero Joel, por fin, acude en su rescate. Con un abrazo y un "tranquila, pequeña, te tengo", recupera por unos segundos a la niña que algún día fue. Es probable que nunca vuelva a ser la Ellie de siempre después de este episodio, pero él vuelve a estar preparado para ser su protector, su padre. Nadie volverá a hacerle daño mientras él viva. Ni se acuerda de que acaba de vencer a la muerte por los pelos. Joel tiene ya completamente activado el modo papá oso. Se quita su abrigo, se lo pone a la niña y se alejan cruzando la nieve, dejando atrás el mayor horror al que se han enfrentado hasta ahora.
'The Last of Us' nos prepara para el final enfrentándonos al lado más oscuro de la desesperación. David es un hombre que ha llegado a ser líder con palabras, no con actos, y esas palabras acaban perdiendo su fuerza cuando aprieta el hambre. Pero es imposible empatizar con esa desesperación cuando vemos que David también es un narcisista y un fanático sediento de poder, y solo de pensar que antes daba clase a niños ponen los pelos de punta. Naughty Dog logró con él crear un enemigo muchísimo más terrorífico que cualquier chasqueador o hinchado. Porque, de nuevo, los infectados nunca fueron el verdadero problema.
El último capítulo de la primera temporada de 'The Last of Us' se estrenará el lunes 13 de marzo en HBO Max.