"A medida que Dave [Filoni] va desarrollando 'Ahsoka', me mantiene al corriente, algo que tengo en cuenta mientras escribo el guion de la cuarta temporada". Si Jon Favreau no hubiese dejado claro, ¡hace ya casi un año!, que los planes mandalorianos están más que avanzados, el final de la tercera temporada de 'The Mandalorian' tendría a más de un fan preocupadísimo.
No queda ni un fleco suelto. Nada. Quizá resolver si el Dr. Pershing podría seguir desarrollando o no el Proyecto Nigromante, o desvelar la posible conexión entre Grogu y el mythosaurio, mostrada de forma absolutamente directa al término de este 3x08, pero: poco más. Esta serie creada por Favreau de nuevo hace borrón y cuenta nueva en el cierre de una de sus temporadas, muy en la línea del final de la temporada 2, pero de manera aún más definitiva. Con una sucesión de escenas tan idílica que parece estar diseñada expresamente para coronar a 'The Mandalorian' como la propuesta galáctica más "feel good" y amable del universo de 'Star Wars', 'El regreso', Capítulo 24, pone punto y final a esta aventurilla espacial.
Completando esa doble finale que lanzase el 3x07, este episodio retoma al equipo creativo del Capítulo 23 - 'Los espías', aunque esta vez sin contar con Filoni como coguionista. Con Rick Famuyiwa a la dirección y Favreau al guion, vamos haciendo check en absolutamente todas las casillas. Empezando con un Grogu muy de resarcir a aquellos fans que le echasen de menos en según que momentos de la temporada.
Antes de créditos ya tiene este pequeñín una escena memoranble, pero es que después sus instantes cumbre no dejan de sucederse a lo largo de todo este climático viaje. Destaca su uso de la Fuerza en varios momentos clave: durante esa huida de los Pretorianos, saltito a saltito, cuando Din Djarin se enfrenta a estos tres guardias repescados en el capitulo anterior y, como no, en el instante en que salva a papá y Bo-Katan de una flambeada muerte ¿cargándose? a Gideon. Todas las elecciones artísticas y de trama que rodean a este personaje subrayan el gusto del equipo al frente de esta ficción televisiva, que sabe sacar partido al tándem que formase con IG-12 sin abusar de sus recursos.
Todo bien con la estrella de 'The Mandalorian', sentencia que podría aplicarse también a Bo-Katan. La heroína encarnada por Katee Sackhoff pierde su Sable Oscuro a manos de Moff Gideon (Giancarlo Esposito), pero lo hace con un primer plano de absoluta protagonista y una renovada confianza en la verdadera fortaleza de su gente. Mandalorianos unidos jamás serán vencidos.
También en esta línea de cohesión por la reconquista de Mandalore, brilla la producción del episodio, con unas escenas aéreas realmente espectaculares que vienen a demostrar lo potente y eficaz que puede llegar a ser el Stagecraft, novedosa tecnología desarrollada por ILM para Lucasfilm con la que se ha puesto de moda trabajar. Si en series como 'Obi-Wan Kenobi' y películas como 'Ant-Man y la Avispa: Quantumanía' ha invitado a la crítica, con 'The Mandalorian' se cubre de gloria presumiendo de factura impecable.
No solo los efectos y dicho diseño de producción son una preciosidad, también varias secuencias subrayan el saber hacer de esta serie tanto narrativa como visualmente hablando. En lo que a trama se refiere, es un goce cómo se alternan los acontecimientos y la simultaneidad por equipos a lo largo de toda la lucha final. Mientras Din avanza gracias a la ayuda de R5, Axe vive su redención proclamando un enérgico "Bo-Katan nos necesita!" y Lady Kryce se convierte en el epicentro de todos esos focos de tensión que componen el enfrentamiento. Además se aprovecha con entusiasmo cada rincón de ese Mandalore desolado que sirve de escenario a este 3x08, con destacados planos de las naves en formación y cierta apuesta que llama especialmente la atención.
Cuando Mando se propone dar caza a Gideon, lo primero es superar el pasillo de barreras-escudo plagado de soldados imperiales, reto que recuerda inevitablemente a una de las secuencias más aplaudidas de 'La amenaza fantasma', aquella en la que suena 'Duel of the Fates' y Obi-Wan no puede remediar que Darth Maul mate a su maestro. Aquel instante sabe utilizar de manera genial el mencionado elemento para cargar de emotividad al clímax del Episodio I, y en reflejo 'The Mandalorian' apuesta por aplicar el mismo recurso para reforzar la tensión. Una maravilla.
Tanto como esa especie de epílogo con el que decimos adiós a la temporada 3. Y es que en el minuto 27 de 35 (antes de los largos títulos de crédito), 'The Mandalorian' se hace eco del desenlace de 'Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza' con 8 minutos de completa felicidad. Igual que tras la destrucción de la primera Estrella de la Muerte, los héroes de 'Star Wars' vivían un post-conflicto muy de disfrutar la celebración, medallas incluidas; en este Capítulo 24 se desencadenan 8 minutos de final feliz. Bo-Katan prende la Gran Forja, Mando vuelve a sus orígenes mercenarios con cabañita en Nevarro incluida, IG-11 se convierte en el marshall de este planeta... y lo más importante: Din Djarin adopta oficialmente a Grogu.
Así merece especial mención no solo el cameo de Filoni en esa visita al bar que frecuenta Carson Teva en el Borde Exterior, sino el empujón que la Armera (Emily Swallow) pega a Mando, quien finalmente se proclama padre de Baby Yoda convirtiendo al pequeño en su aprendiz y otorgándole un nuevo nombre: Din Grogu. El pacífico y bucólico plano con Din Djarin sentándose en el patio de su casa a observar cómo su pequeño juega con la Fuerza emulando a aquella fase de su entrenamiento con Luke Skywalker en 'El libro de Boba Fett' en la que hacía volar ranas, protagoniza los últimos minutos más de final de serie por los que nunca apostase una temporada que pretende ser de las primeras de muchas. La cortinilla 100% 'Star Wars' ya es la guinda del final acogedor y para toda la familia.
Confirmando veteranas teorías
Hay que remontarse al 2x04 de 'The Mandalorian' para retomar cierta teoría que acaba de hacerse realidad. Aquel Capítulo 12 - 'El asedio' encendió la mente de muchos fans que ante la hilera de trajes que rodease a Moff Gideon, lo que vieron fue a futuros soldados imperiales sensibles a la Fuerza. Ahora resulta que este villano fingía desinterés por el Proyecto Nigromante y los clones en la primera parte de esta finale doble, porque verdaderamente él pasa de dar esos especulados pasos hacía el clon de Palpatine que descubrimos en 'El Ascenso de Skywalker'. Su prioridad es hacerse con más poder en general y con uno en particular: el poder de la Fuerza.
En lo relativo a una de las tramas más longevas de esta serie, el 3x08 ha sido determinante porque por fin ha confirmado que Gideon buscaba montarse su propio ejército utilizando la sangre de Grogu, pero además el generoso recuento M del pequeñín habría impulsado la creación de los clones de este puntal del Lado Oscuro. Aparentemente Gideon se despide de todos sus dobles antes de perder la vida a manos de Grogu y compañía, pero Darth Maul acababa partido por la mitad al término de la primera película de las precuelas y... Ya se sabe cómo acabó aquello.
Por el momento 'The Mandalorian' avanza una pausa. Ese definitivo cierre de la temporada lo insinúa, pero es que la agenda galáctica ya lo deja clarísimo. Lo próximo en acción real es 'Ahsoka' para agosto (aún con fecha por confirmar) y 'Skeleton Crew' para finales de este año, presumiblemente como regalito pre-navideño, así que la cuarta temporada... tendrá que esperar.