Desde que el pasado 24 de enero se produjese la sorpresa de la nominación de Andrea Riseborough a los próximos Oscars ha llovido mucho. La nominación, que al principio se celebraba como una victoria del cine independiente, pronto quedó eclipsada bajo la sombra de la polémica, siendo Riseborough el epicentro de ella.
La controversial campaña encabezada por el equipo de 'To Leslie' provocó que redes sociales, medios y crítica en general dirigieran sus miradas a la actriz protagonista. Las redes sociales se encendieron con feroces alegatos en contra del nepotismo racial, la exclusión cultural y el amiguismo en la industria del que, supuestamente, se ha valido una Riseborough que no había querido reaccionar hasta ahora.
The Hollywood Reporter publica la primera entrevista de la actriz después de la polémica. En ella el director, Michael Morris, y el coprotagonista, Marc Maron, acompañan a Riseborough en la tarea de contar 'To Leslie' desde su preproducción hasta la polémica que les zarandea a día de hoy.
Los artífices de la película en ningún momento dejan de resaltar el duro trabajo que han realizado hasta llegar a el punto en el que están ahora. 'To Leslie' es un proyecto, según ellos, de dimensiones y financiación minúscula. Riseborough y Morris pagan la producción y distribución de la película con su propio bolsillo, delegando finalmente en una distribuidora que no les dio buenos resultados, Momentum Pictures: "No había posibilidad de más visibilidad porque este distribuidor era pésimo y lo continuó siendo", dice Maron a la vez que Riseborough se lamenta de los 27.322 dólares que logró la película en su única semana en cartelera: "Siempre es decepcionante cuando no se monetiza tu trabajo".
En la entrevista la actriz confiesa que no hay dinero para grandes vallas publicitarias ni opulentas campañas de marketing. Sin embargo, el evento, germen de la polémica, al que 'To Leslie' no quiso renunciar fue a su proyección en la web de la Academia de Cine Estadounidense, con un precio de 20.000 dólares: "Después de haber tenido tanto éxito en SXSW y Raindance, de haber visto el impacto que causaba la película en el público y de haber recibido críticas maravillosas, todos intentamos contribuir de la manera que pudiéramos. Me fui hasta las proyecciones, respondí y escuché preguntas increíblemente catárticas y oí relatos de gente que vino a verla y compartieron sus propias historias con la adicción", la actriz justifica así el interés de esas proyecciones, que han sido muy comentadas entre los disconformes con su nominación.
Los tres profesionales coinciden en que en enero la película llega a un punto diferente, la fase de explotación y difusión. Instagram comenzó a llenarse de comentarios positivos hacia la película impulsados por la actriz de 'Oblivion', provocando su satisfacción: "Es maravilloso que se esté viendo la película, supongo que es como ese rayo de luz muy brillante. Cuando cualquiera de nosotros se involucra en algo, queremos que ese trabajo sea absorbido de alguna manera, pero no puedes controlar cómo se lo va a tomar la gente". Morris profundiza más en uno de los vértices de la controversia, la difusión en redes sociales: "Es una plataforma para que las personas se pongan en contacto con otras personas y digan con entusiasmo: 'Mira esto'. La audiencia puede tomar esos hilos y luego amplificarlos si les gusta".
El punto que trata de explicar Morris se entiende, es de razón. Sin embargo, 'To Leslie' erra y se vuelve indiscreta cuando audiencia y medios son testigos de interacciones de miembros, ya no solo de la esfera hollywoodiense, sino de la propia Academia. Sarah Paulson ('American Horror Story') fue una de las integrantes de la Academia que mostró su apoyo público a 'To Leslie' en Instagram: "ESTO ES JODIDAMENTE EMOCIONANTE", comentó.
Después del juicio público y la declaración del presidente de la Academia, Bill Kramer, donde anunciaba que la nominación de Riseborough es lícita y continúa en la lucha de una estatuilla dorada, Maron le manda un envenenado dardo a la organización: "Si necesitan arreglar las bases sobre cómo funcionan las redes sociales para el proceso de votación, háganlo para la próxima [...] Pero algunos pusimos la mano en el fuego, ya sabe... ¿Cómo pudo pasar esto?", reclama Maron la actitud de la Academia.
Nominaciones como la leche
La integración debería ser uno de los pilares fundamentales hoy día, también en el ámbito de la cultura. Los Premios Oscars es la gala de cine por antonomasia, esa noche todas la miradas se dirigen hacia la ciudad de Los Ángeles, a una celebración a la que le falta mucho color. De los veinte actores nominados (actor/actriz protagonista y actor/actriz de reparto) solo dos son negros: Angela Bassett por 'Black Panther: Wakanda Forever' y Brian Tyree Henry por 'Causeway'. El resto de los nominados, salvo los tres de 'Todo a la vez en todas partes' (Ke Huy Quan, Stephanie Hsu y Michelle Yeoh) son blancos. Ni rastro de 'La mujer rey' de Viola Davis o de Danielle Deadwyler, quien era de esperar que estuviese nominada por 'Till - El crimen que lo cambió todo'.
La otra gran injusticia llega en la categoría de Mejor dirección. Parece a que a Kramer y su reparto de académicos no les interesan las películas dirigidas por mujeres. Qué pena de los estadounidenses que no pueden seguir el ejemplo "made in Spain" de los Goyas, donde las mujeres directoras ocuparon más del cincuenta por ciento de la categoría. Ninguno de los cinco nominados a mejor dirección en la Academia estadounidense es una mujer. Es cierto que ninguna de las películas más destacables de esta edición está comandada por una mujer, sin embargo, hay que tener en cuenta el problema de raíz: las oportunidades de puestos de liderazgo que hay disponibles para hombres y mujeres en la industria del cine siguen sin ser igualitarias.