El pasado martes 2 de octubre, Anna Faris compartía una fotografía en Instagram minutos antes de salir a grabar su podcast, 'Unqualified'. Lo que la intérprete seguramente no esperaba es la repercusión que la instantánea generó entre sus seguidores (y haters de la red social) que enseguida inundaron el post con comentarios muy crueles sobre su aspecto.
En la descripción del post se podía leer "Teniendo un ataque de nervios antes del programa- me alegro de que Michael Sherman haya capturado el momento- por cierto, al final también decidí ponerme unos pantalones". Sherman es el asistente de la actriz en el podcast.
Varios usuarios de la red social no dudaron en atacaron a Faris escribiendo comentarios como "Tienes un aspecto horrible, come" o "¡Esto es alarmante!". "Creo que esta fotografía es solo para pedir ayuda, espero que consigas la ayuda que necesitas", añadía otro usuario. Finalmente, estas críticas provocaron que la actriz decidiera borrar la instantánea tan solo 15 minutos después de haber sido publicada.
El apoyo de sus seguidores
Por suerte, muchos otros usuarios apoyaron a Faris, añadiendo "Estás hermosa con cualquier medida. ¡Tu salud y tu felicidad son todo lo que importa ¡Sigue siendo así de fascinante!".
El hecho de que la actriz no compartiera la fotografía con la intención abrir un debate sobre su aspecto, la convierte en una víctima más del body-shaming. El "skinny-shaming", como es el caso, es tan perjudicial como el "fat-shaming" y ambos comportamientos son totalmente intolerables.
10 razones para amar a Anna Faris
Por ser Cindy Campbell en 'Scary Movie'
Anna Faris ya había debutado como secundaria en 1996 en el drama 'Eden', pero su verdadera entrada triunfal en Hollywood tuvo que esperar un poco más, en concreto hasta el año 2000, momento en el que se convirtió en Cindy Campbell, la protagonista de 'Scary Movie'.
El nombre del personaje, una mezcla entre el de Sidney Prescott en 'Scream' y Neve Campbell, consiguió hacerse en hueco en nuestros corazones al pasar a ser la parodia de todas las protagonistas del cine de terror de finales de los noventa y los 2000. Es por ello que en Cindy también veremos a la Julie James de Jennifer Love Hewitt en 'Sé lo que hicisteis el último verano', o a la Lili Taylor de 'The Haunting (La guarida)'. Una vez rubia, se convertirá en la versión cómica de Sarah Michelle Gellar y Naomi Watts, riéndose de 'El grito' y 'La señal (The Ring)'.
Bromas escatológicas a parte, Faris explotó al máximo la vis cómica con la que pasó a ser conocida por todo el mundo.
Por co-protagonizar 'May'
Entre 'Scary Movie 2¡ y '¡Este cuerpo no es el mío!', Anna Faris abandonó momentáneamente la comedia para apostar por un título totalmente alejado del género con el que se hizo conocida.
Fue en 2002 cuando pudimos verla en 'May', título de terror indie con aspiraciones a obra de culto que dirigió Lucky McKee, donde Angela Bettis lo daba todo por tener un verdadero amigo, aunque fuese construido con partes humanas. Faris fue Polly, personaje con un interés más allá de la amistad para con la psicótica May del título.
Por dar a luz a los gemelos de Monica y Chandler
Durante los diez años que se mantuvo en emisión, por 'Friends' pasaron muchos rostros conocidos que encarnaron a personajes recurrentes que tuvieron algo que ver con el devenir de las tramas.
Así fue como a Tom Selleck, Elle Macpherson, Bruce Willis, Paul Rudd, Kathleen Turner o Christina Applegate, se les sumó en la décima temporada Anna Faris, quien se convirtió en Erica, la joven de Ohio que se prestaba a ser la madre biológica de los gemelos que adoptarían Monica (Courteney Cox) y Chandler (Matthew Perry).
Por compaginar comedia con cine indie
En 2003, el mismo año en el que Anna Faris se ponía por tercera vez en la piel de Cindy en 'Scary Movie 3', la actriz se convertía en Kelly, una de las secundarias de lujo de 'Lost in Translation', título con el que Sofia Coppola conseguía su primer Oscar.
En el 2005, un nuevo rol recundario llegaba hasta sus manos: el de Lashawn Malone en 'Brokeback Mountain', el aclamado drama de Ang Lee.
Un año más tarde encarnaría por última vez a Cindy en 'Scary Movie 4'.
Por convertirse en una Playmate
Con el mítico personaje de Cindy ya finiquitado, Anna Faris se convertía en 2008 en 'Una conejita en el campus'.
En esta infravalorada comedia de Fred Wolf en la que Emma Stone y Kat Dennings brillaban como secundarias, Faris volvía a demostrar que había nacido para provocar la risa en el espectador interpretando a Shelley Darlingson, una chica recién expulsada de la mansión Playboy que acabaría revolucionando una fraternidad universitaria.
Por involucrarse en el cine de animación
Dispuesta a abrirse nuevos caminos dentro su carrera, Anna Faris se inició en 2009 en el mundo de la animación prestando su voz a varios personajes.
Su debut fue en 'Lluvia de albóndigas', donde habló por boca de Sam Sparks (también en la secuela, 'Lluvia de albóndigas 2'). El segundo personaje animado al que encarnó fue el de Jeanette en 'Alvin y las ardillas 2', 'Alvin y las ardillas 3' y 'Alvin y las ardillas: Fiesta sobre ruedas'.
En 2017 se convirtió en Jailbreak, uno de los personajes principales de 'Emoji: La película'.
Por su colaboración con Sacha Baron Cohen
En el 2012 fue uno de los personajes principales de 'El dictador', la sátira política escrita por Sacha Baron Cohen que dirigió Larry Charles.
Su papel de Zoey era el de una joven llena de ideales, cuya vida alternativa y su activismo en pro de los derechos humanos se convertiría en el antónimo perfecto para la del tirano Aladeen, que encarnó el propio Baron Cohen.
Por ser políticamente incorrecta
Durante la saga 'Scary Movie', Anna Faris ya se había prodigado en aquello de lo políticamente incorrecto y la escatología, algo que llevó al extremo con su memorable participación en 'Movie 43', antología pasada de vueltas en las que estrellas de la talla de Kate Winslet, Richard Gere, Uma Thurman, Naomi Watts o Dennis Quaid perdían todo tipo de vergüenza.
En ella, Faris se convertía en Vanessa, joven enamorada de su novio Jason (Chris Pratt), quien tras pedirle matrimonio deberá decidir si quiere hacer feliz a la mujer de su vida cumpliendo un sueño que ella ha mantenido en secreto durante años: que le defeque encima.
Por haber tenido una relación idílica
Habiéndose divorciado de Ben Indra en 2007, Anna Faris conoció a Chris Pratt ese mismo año, durante las lecturas del guion de 'Llévame a casa nena', la comedia que protagonizaron junto a Topher Grace y Teresa Palmer, estrenada en 2011.
Entre Faris y Pratt surgió una química que les acabó convirtiendo en uno de los matrimonios más envidiados de Hollywood, fruto del cual nació su hijo Jack en 2012.
La pareja, uno de los objetivos de la prensa en todas las alfombras rojas y photocalls a los que acudían, no se cortaba un pelo a la hora de demostrar la perfecta sintonía que había entre ellos, la cual pudo verse incluso en el momento en el que anunciaron su separación de mutuo acuerdo, en verano de 2017.
Por ser Christy en 'Mom'
No fueron muchos los que apostaron por 'Mom' cuando esta se estrenó en 2013.
La sitcom de Chuck Lorre, artífice de 'Dos hombres y medio' y 'The Big Bang Theory', se estrenó en la CBS con la intención de acabar convertida en una especie de heredera de la comedia que en su día protagonizó Charlie Sheen.
En esta, Faris es Christy, una madre soltera ex alcohólica que no solo debe lidiar por mantenerse sobria y sacar una familia adelante, sino que también tendrá que hacerse cargo de su propia madre, Bonnie, una magistral Allison Janney cuyo camino en la vida está mucho más perdido que el de la protagonista.
Con cuatro temporadas emitidas y la quinta en curso, 'Mom' ha conseguido hacerse un merecido hueco dentro del actual estado de la televisión norteamericano, al que además le han llegado los reconocimientos por parte de los Emmy y los Globos de Oro, aunque haya sido siempre Allison Janney quien haya acaparado la gran mayoría de halagos.