El pasado fin de semana llegaba a los cines españoles 'Antes del anochecer', película de Richard Linklater que cierra una trilogía capital del reciente cine independiente norteamericano, protagonizada por Ethan Hawke y Julie Delpy, que daba comienzo en 1995 con la romántica y vitalista 'Antes del amancer' (Oso de Plata en Berlín al mejor director) y continuaba en 2004 con la nostálgica y madura 'Antes del atardecer', que reunía a sus protagonista Jesse y Celine nueve años después de su primer encuentro.
'Antes del amanecer' cuenta el encuentro casual de un joven periodista norteamericano de turismo por Europa y una estudiante francesa que se dirige a casa por una visita familiar, que se conocen en un tren que reaiza el trayecto Budapest-París, entablan conversación y a mitad del recorrido deciden hacer juntos una parada en Viena. La película es un delicioso paseo dialogado por la capital austriaca, con claros ecos del cine de Eric Rohmer, cuyo encanto reside en la frescura e inteligencia de un guion abierto a las aportaciones de los actores a sus personajes y a la improvisación en sus largos planos secuencia.
La película se arriesga a centrar la práctica totalidad de su atractivo en los largos parlamentos de sus personajes, que encadenan filosóficas reflexiones sobre el amor y las relaciones, con opiniones socio-políticas y anécdotas vitales con las que los protagonistas van sutilmente desvelando rasgos de su personalidad al otro (y a la vez al espectador). La naturalidad con la que fluye esta larga conversación que es el film, convierte a su audiencia en testigo privilegiado de cómo surge entre dos jóvenes una atracción intelectual a lo largo de un bucólico recorrido por una encantadora Viena.
Reencuentro parisino
Nueve años después del estreno de aquel primer film, sus creadores sorprenderían a los fans de la primera entrega, con una inesperada secuela igualmente excelente. 'Antes del atardecer', cuyo guion (en el cual participaron en esta ocasión sus entregados actores protagonistas) llegó a ser nominado al Oscar en 2005, continuaba la historia de Jesse y Celine a través de un reencuentro en París, en el que hacían balance de su evolución vital hacia la madurez, sus sueños incumplidos y sus desencantos.
La película descubre qué ocurrió tras la promesa que ambos personajes se hicieron antes de despedirse nueve años atrás. A pesar de que sus vidas han tomado caminos separados -y un tanto alejados de su idealismo juvenil- será la presentación parisina de una novela escrita por Jesse -inspirada en su encuentro con Celine- la que provoque el esperado reencuentro. El film sigue la misma mecánica dialogada, esta vez con un guion menos idealista, en el que asoman las (aún) leves frustraciones del paso a la madurez y la sensación del 'qué hubiera pasado sí...' acecha a los personajes hasta un sugerente final abierto en forma de inolvidable vals tocado a guitarra.
El film dejaba por tanto abierta la puerta a un tercero, que finalmente se ha materializado y ha llegado a las pantallas con otros nueve años de distancia para situar en Grecia el probable desenlace de esta episódica historia romántica, con un tono más dramático, grave, quizá realista y bajo el predecible título '[i/]https://www.ecartelera.com/peliculas/before-midnight/[i]Antes del anochecer[/i]' (en realidad, en versión original 'Before the midnight'). Una trilogía ineludible para cualquier cinéfilo que quiera asistir a una de las más inspiradoras, honestas e inteligentes historias de amor que el cine norteamericano nos ha ofrecido en las útlimas décadas.