El 4 de abril de 1932 nacía en Nueva York uno de los rostros del más reconocidos de todos los tiempos, Anthony Perkins, quien con su eterno rostro de buen chico se empezó a labrar una carrera en el séptimo arte y la televisión con 21 años de edad, cuando hacía poco que había conseguido entrar en una prestigiosa escuela de Florida, y cuyos estudios acabó dejando una vez que las ofertas de trabajo se fueron sucediendo cada vez con más frecuencia. Aun así, sería nombrado alumno de honor dos décadas después gracias a su tremenda aportación a la cultura.
Tras varios años en la pequeña pantalla, entre 1956 y 1960 Perkins encadenaría un total de diez películas (por una de ellas, llegó a estar nominado al Oscar), hasta que llegó Alfred Hitchcock y, con él, el encasillamiento definitivo en un personaje tan icónico como inolvidable como el que supuso ser el Norman Bates de 'Psicosis', la revolucionaria película de terror y suspense que convertía a Bates en leyenda del cine.
Adorable psicópata
El hecho de haber interpretado a uno de los asesinos cinematográficos que sirvieron para asentar los arquetipos propios del psychokiller en el cine, no hizo que Perkins dejase de trabajar, pues además de interpretar a Bates en las cuatro secuelas que tuvo la saga ('Psicosis III' fue también su debut como director), siguió encarnando una retahíla de personajes absolutamente variopintos durante el resto de tiempo que estuvo en activo. Sin embargo, el legado de 'Psicosis' sigue siendo tan grande, que parece haber dejado en un segundo plano el resto de la carrera del actor, de la cual rescatamos en el presente especial una serie de títulos clave que podrán sorprender a más de uno por los nombres con los que llegó a trabajar.
Además de su largo currículum como intérprete (por no hablar del sentimental, faceta en la que estuvo ligado a estrellas de la talla de Tab Hunter o Rock Hudson, con quienes mantendría romances que acabarían siendo secretos a voces en Hollywood) y de haber dirigido en 1986 su ópera prima, el eterno Norman Bates se puso tras las cámaras una segunda vez, siendo en 1988 cuando estrenó la comedia de terror 'Un tipo con suerte', la cual pasó tan desapercibida como lo había hecho en 1973 con la comedia de misterio 'El fin de Sheila', primera y única vez que apareció acreditado en un largometraje como guionista. Por otro lado, Perkins fue responsable en diez ocasiones de uno de los temas musicales de la banda sonora del film en el que trabajaba en ese entonces, dejando claro que la suya fue una carrera en la que apenas hubo tiempo para tomarse un respiro, ya que fallecería tristemente a los 60 años el 12 de septiembre de 1992, cuando no tenía ni siquiera planteado retirarse y a causa de una neumonía complicada por el VIH.
Anthony Perkins más allá de 'Psicosis'
Fred Whitmarsh en 'La actriz'
Con 21 años Perkins debutaba en 'La actriz', comedia escrita por Ruth Gordon y basada en el propio relato de sus orígenes como intérprete, a quien interpretó Jean Simmons.
Dirigida por George Cukor, la historia nos presentaba a Spencer Tracy como Clinton Jones, el padre de una joven Ruth que estará dispuesto a todo porque su hija triunfe como actriz en Nueva York. Perkins interpretaba Fred Whitmarsh, un estudiante de Harvard que se enamorará perdidamente de Ruth.
Josh Birdwell en 'La gran prueba'
Tras su debut, Perkins pasó unos años trabajando en la pequeña pantalla con varios papeles episódicos en diferentes series, hasta que en 1956 William Wyler le fichó como uno de los personajes secundarios de 'La gran prueba', trabajo por el que conseguía una nominación al Oscar al Mejor Actor Secundario.
La película nos llevaba hasta la guerra de Secesión de los Estados Unidos, donde el patriarca de un clan de cuáqueros, cuya religión les prohíbe luchar en la guerra. Perkins se metía en la piel de uno de los hijos, Josh, quien decidirá alistarse para luchar por su patria pese al total descontento de sus padres.
Jim Piersall en 'El precio del éxito'
Un año más tarde, el actor pasaba a liderar el casting de 'El precio del éxito', drama sobre el mundo del deporte en el que interpretaba a Jimmy Piersall, un joven que ha sido entrenado para ser el mejor jugador de béisbol, la idea que le ha inculcado su padre desde pequeño.
Dirigida por Robert Mulligan, la película ahondaba en la crisis nerviosa sufrida por Jimmy, quien acabará sumido en una depresión cuando encadene varios fracasos y el título ahonde de pleno en el drama psicológico de un personaje con el autoestima desquebrajado.
Riley Wade en 'El hombre solitario'
Henry Levin fichaba a Perkins para 'El hombre solitario' en 1957, un western con tintes crepusculares acerca de la redención y las segundas oportunidades.
Escrita por Harry Essex y Robert Smith, la historia presentaba a Jack Palance como Jacob, un pistolero de terrible reputación que decidirá redimirse consigo mismo y dejar atrás su vida como renegado. Para ello, regresará a su pueblo con la intención de volver a estrechar lazos con su hijo Riley.
Estrella de melodramas
Entre 1958 y 1959, Anthony Perkins fue el protagonista masculino de varios melodramas en los que compartió protagonismo con varias estrellas de la época.
En 'La casamentera' de Joseph Anthony, compartía cartel con Shirley MacLaine, mientras que en títulos como 'Deseo bajo los olmos' (dirigida por Delbert Mann) o 'Mansiones verdes' (de Mel Ferrer), fue el partenaire de estrellas de la talla de Sofia Loren y Audrey Hepburn.
Philip Van der Besh en 'No me digas adiós'
Un año después de haber estrenado 'Psicosis', Anatole Litvak contaba con Perkins para ser el protagonista de 'No me digas adiós', drama romántico protagonizado junto a Ingrid Bergman.
En este, Bergman interpretaba a una parisina que se enamorará de un joven, interpretado por Perkins y por cuyo papel consiguió el premio al Mejor Actor en Cannes.
Christopher Belling en 'Champaña por un asesino'
En 1967, Claude Chabrol convertía a Perkins en uno de los actores protagonistas de 'Champaña por un asesino', título donde el actor se codeaba con estrellas francesas como Maurice Ronet o Yvonne Furneaux.
A modo de thriller, la película contaba cómo un hombre que ha heredado una compañía de champán, se verá envuelto en una vorágine de engaños por parte de las personas que le rodean para que ceda su puesto en la empresa.
McQueen en 'Asesinato en el Orient Express'
Dirigida por Sidney Lumet, en 1974 se estrenaba 'Asesinato en el Orient Express', la adaptación de la novela homónima de Agatha Christie repleta de estrellas de esa época, la cual conseguiría seis nominaciones al Oscar, de las cuales únicamente consiguió Ingrid Bergman como secundaria.
Albert Finney interpretó a Poirot en su investigación en el legendario Orient Express, donde ha tenido lugar un asesinato en el que todos los posibles sospechosos tienen coartadas solventes. En ella, Anthony Perkins fue Hector McQueen, el secretario personal y traductor del empresario americano llamado Ratchett, y a quien interpretó Richard Widmark.
Kramer en 'Rescate en el Mar del Norte'
Dirigida por Andrew V. McLaglen y estrenada en 1979, 'Rescate en el Mar del Norte' fue uno de tantos títulos de la década que se atrevieron a ser un desvergonzado híbrido entre thriller y el cine de aventuras y que podría tener más en común con el cine exploit y la serie B que con el más mainstream.
Su historia, basada en una novela de Jack Davies (que él mismo adaptó al guion), nos presentaba a un millonario con el rostro de Roger Moore, quien de un modo u otro retomaba el espíritu de la saga '007: James Bond' para involucrarse sin temor en la búsqueda y captura de Kramer, un despiadado terrorista interpretado por Perkins.
Peter Shayne en 'La pasión de China Blue'
Pese a contar con sendos hitos del cine de género como 'Los demonios' y 'Viaje alucinante al fondo de la mente', a Ken Russell le costaba que sus producciones tuviesen visibilidad, algo que no sucedería con el largometraje que presentó al mundo en 1984.
'La pasión de China Blue' contaba con Kathleen Turner y Anthony Perkins como reclamo en su casting, y la cual no estuvo exenta de polémica debido a su elevado contenido erótico, el cual era parte de una historia en la que una diseñadora de moda llamada Joanna Crane (Turner), se convierte por las noches en una puta llamada China Blue, quien se dedica a satisfacer los más bajos instintos de sus clientes. El Reverendo Shayne (Perkins )decidirá salvarla de la espiral de depravación en la que él mismo también está hundido hasta el cuello.