De la Torre interpreta a Diego, un médico militar que vivirá una traumática experiencia junto con su compañero Pablo (Alberto Ammann), cuando su tanque es atacado por una mina en la funesta guerra de Irak. Una vez en España, tendrá que enfrentarse a la cruda verdad de lo que allí acontenció...
Secretos confesables
eCartelera: En 'Invasor' interpretas a un médico español destinado en la guerra de Irak. Después de hacer la película ¿qué opinión tienes del ejército?
Antonio de la Torre: Yo empatizo bastante con mis personajes. Supongo que tiene que ser así para poder hacer bien mi trabajo. Viene ligado a como soy yo, aunque tendré que consultarlo con mi psicoanalista...(Risas). Por ejemplo, en todo el proceso de preparación de 'Grupo 7' tenía relación con policías que me hablaban de su trabajo, de sus historias; y esto hizo que me cambiara el concepto sobre ellos. En el fondo están haciendo algo bueno para la sociedad e hice muy buenos amigos. Pero ahora ves las actuaciones policiales en las manifestaciones y tus impresiones cambian. Por eso, es necesario ver qué alma se esconde detrás de cada uniforme. En 'Invasor' no tuve tanto tiempo para hacer un trabajo tan exhaustivo. Como yo soy tan antimilitar decidí centrarme en hacer un enfoque médico. En el fondo, la vida tiene un sentido y todos tenemos que darle un sentido a lo que hacemos. Y yo como actor termino haciendo ese viaje. En el tú a tú los seres humanos siempre tienen algo bueno, aunque luego en masa la cosa cambia. Al final como persona, como actor, termino dándome cuenta que el Mal y el Bien son conceptos muy peligrosos.
¿Cómo conseguiste el personaje de Diego?
Me plantearon hacer el casting. Luego me llamó Daniel y me dijo que quería trabajar conmigo, por lo que hice una serie de pruebas con él. Pero siempre supe que estaba dentro del proyecto ya que no hice las pruebas con más actores. Al final ya me dijeron que yo interpretaría el papel de Diego y Alberto Ammann el de Pablo.
Poca gente sabe que empezaste trabajando como periodista. ¿Qué recuerdos tienes de esa etapa?
Yo hice primero la carrera de periodismo y empecé a estudiar interpretación después. A mi me llamaban "Antonio Dhul" porque me ponía como un flan cada vez que hacía un informativo. Una vez, haciendo prácticas en la Cadena Ser me dieron un suceso, y de momento me perdí leyendo, y lo hice tan mal, que el coordinador estaba esperando a que parara un poco para cortarme. En ese momento me quería morir. Terminó el programa y yo salí deprimido y pidiendo perdón. Sé que es una tontería pero yo me sentía en ese momento como el mayor fracasado. Mira hasta que punto llegó mi paranoia que pensaba que iba a salir a la calle y la gente me iba a reconocer por la voz (Risas). Era una época en la que cualquier tontería era maravillosa. Al año siguiente hice prácticas en El diario el Sur y había una reunión de los comerciantes del zapato de Málaga y yo quería firmar la noticia. Y ante la negativa, yo seguía manteniendo que aquello tenía importancia. Para mí firmar en El diario el Sur era la bomba. Y ahora me estáis entrevistando, voy a proyectar una película, voy a salir por la tele... pero no existe nada comparado con la emoción que sentí queriendo firmar aquella noticia.
¿Qué te sientes más a gusto, haciendo comedia o drama?
No sabría deciros. Todo lo que he hecho hasta que me han dado papeles de más enjundia han sido pequeñas apariciones con papeles con una marcada vis cómica. Pero los trabajos donde yo he tenido un mayor reconocimiento han sido de carácter dramáticos. Ahora se van a estrenar dos comedias en las que aparezco, pero por ejemplo en la película de Pedro Almodóvar mi personaje, que es el piloto, no es de los más graciosos. Y en la película de Daniel Sánchez Arévalo, 'La gran familia española', tampoco... Toda la vida yo había pensado que la comedia se me daba mejor, pero ahora igual se me da mejor el drama. Ante todo, no sé si se me da bien algo, y en caso de que sea afirmativo, cuál de los dos sería (Risas). No me siento como Fernando Tejero o Javier Cámara, que los veo como auténticos Reyes de la Comedia.
En la película tienes que ocultar información. ¿Eres bueno guardando secretos?
No. Soy fatal. No ves que hablo por los codos y encima soy periodista. Entonces siempre tengo la necesidad de contarlo todo. Si me callo delante de alguien siento un poco como si estuviera traicionando mi otra mitad.