La Mostra de Cine Gay y Lésbico de Barcelona alcanza su recta final con una notable afluencia de espectadores y va dejando por el camino varias propuestas realmente atractivas. El certamen, que alcanza este año su vigésima edición y que continúa en marcha hasta al próximo domingo, nos ha ofrecido hasta el momento un buen puñado de obras arriesgadas que conviene reivindicar junto a alguna inevitable decepción.
Entre las más destacadas está sin duda 'Appropriate Behavior', contundente debut de Desiree Akhavan que escribe, dirige y protagoniza una fantástica comedia neoyorquina sobre los vaivenes emocionales de una joven bisexual de origen iraní en plena crisis de los treinta. De espíritu cercano al cine de búsqueda personal de Noah Baumbach e incluso a la serie 'Girls' de Lena Dunham (en la que Akhavan colabora como intérprete), la película encuentra su propio estilo en su atractivo desaliño narrativo, que se convierte en inesperado aliado de un humor desenfadado con suaves pinceladas de crónica social.
Más intimista y contemplativa resulta 'Atlántida' de Inés María Barrionuevo, joven cineasta argentina que explora las inquietudes de la adolescencia en esta historia coral que se desarrolla en un ambiente rural aparentemente apacible en el que las emociones latentes terminarán por romper la aparente apatía de sus personajes. De duración ajustada y reticente al subrayado y a los momentos climáticos, la película no remata sus interesantes historias, dejando una cierta sensación (quizá buscada) de vacío en el espectador.
Bodas perversas y androginia
Por su parte, la checa 'Líbánky (Honeymoon)' de Jan Hrebejk, juega habilmente al thriller de malas conciencias y fantasmas de un pasado mal enterrado con el tono inquietante que imprimiría un Cronenberg o un Polanski. La irrupción de un invitado inesperado en una boda, desatará una peligrosa espiral de dudas y miedos en la pareja de recién casados, que experimentará con extraordinaria prontitud su primera crisis matrimonial a raíz de los terribles secretos que serán revelados.
Y dentro del subgénero de los relatos de iniciación adolescente, la sueca 'Something Must Break' de Ester Martin Bergsmark se revela un film valiente en fondo y forma. En su radical poética suburbana, digna del mejor Araki, tienen cabida la androginia, el sexo explícito -rozando a veces la sordidez- y también algún perdonable lugar común relacionado con la confusión del despertar sexual. Una interesante propuesta que bordea lo excesivo, llamada a despertar entregados entusiasmos y encendidos rechazos.