Sea o no cierto, lo que es completamente real es que la mayoría del mundo conoce el siniestro juego de la ouija en el que, con un tablero y un vaso o cristal, las personas de nuestro mundo pueden ponerse en contacto con seres del más allá: mientras los jugadores formulan una pregunta, el ente moverá el cristal a su antojo para deletrear las palabras que contienen su respuesta.
Sin embargo, los protagonistas de la película 'Ouija: El Origen del Mal' también hablan de ciertas reglas no tan conocidas, y que deben respetarse para que el juego no se convierta en una herramienta peligrosa. En la película se podrá ver cómo la ouija se convierte en algo aterrador si estas mismas reglas no se respetan. Esta featurette que os traemos en exclusiva las explica:
A priori, habrá gente a la que le guste la terrorífica tensión de jugar al juego, e incluso de hacerlo sin respetar esas reglas. En ese caso, no nos responsabilizamos de lo que pueda ocurrir. Que cada uno llegue hasta donde quiera, las advertencias están hechas... aunque la vida real no esté dirigida por Mike Flanagan.
Una precuela llena de elogios
'Ouija: El Origen del Mal' es la segunda parte de 'Ouija', que se estrenó en el año 2014. Sin embargo, en esta segunda entrega se retrocede cincuenta años en el tiempo, ambientada en unos años donde una familia ganaba dinero aterrorizando incrédulos. 'El Origen del Mal' se estrenará el próximo 28 de octubre en España, y viene precedida de críticas muy favorables en el panorama internacional. Sin duda, un título idóneo para estas terroríficas fechas.
Películas con la ouija
'Alison's Birthday'
Año: 1981.
Dirección: Ian Coughlan.
Nacionalidad: Australia.
Uno de los títulos más desconocidos de la producción de género australiana es este 'Alison's Birthday', rodado durante tres semanas a principios de 1979 con un presupuesto de 300.000 dólares, y cuyo espíritu absolutamente indie lo convierte en una de las rarezas a recuperar del terror aussie.
La película comienza con Alison Findlay (Joanne Samuel) y sus amigos jugando con un tablero de ouija, a través del cual entablan contacto con el espíritu del padre muerto de Alison. Después de que el espíritu posea a una de sus amigas, lanza una amenaza con tintes de profecía acerca del futuro 19 cumpleaños de la protagonista.
Cultos celtas, criaturas demoníacas y secretos familiares descubiertos se darán la mano en este ejemplo de horror de bajo presupuesto merecedor del puesto de título de culto pertinente.
'Witchboard'
Año: 1986.
Dirección: Kevin Tenney.
Nacionalidad: Estados Unidos.
En pleno fervor de terror sobrenatural ochentero, se estrenaba uno de los títulos clásicos del género de dicha época, el primero de una trilogía que exploraba el más allá a través del pertinente juego con el tablero en cuestión.
Todd Allen ('Mensajero del futuro', 'Django desencadenado') y Tawny Kitaen interpretan a una joven pareja, Jim y Linda, que se muda a una casa de estilo victoriano en un tranquilo pueblo. Durante la fiesta de inauguración, uno de sus invitados les instigará a jugar a la ouija. Eso será tan solo el comienzo de una pesadilla inimaginable.
'Dimensiones ocultas' aka 'Don't panic'
Año: 1988.
Dirección: Rubén Galindo Jr.
Nacionalidad: México.
Mientras el fantástico mexicano quedaba relegado a la serie B tras haber vivido su época de oro, cineastas como Juan López Moctezuma, Carlos Enrique Taboada, René Cardona Jr., René Cardona III o Pedro Galindo III seguían explotando el terror en todas sus vertientes, desde el sobrenatural al slasher, mezclando el folclore mexicano con un estilo con los ojos puestos en la producción yankee.
Rubén Galindo Jr., hijo de cineastas, rodó a finales de la década de 1980 varios largometrajes en 35mm, siendo 'Don't panic' uno de los pocos que hizo en inglés (del mismo modo en que directores españoles de la época imitaron el slasher americano para tener más visión internacional), y que también se le conoce como 'El secreto de la ouija' y 'Dimensiones ocultas', donde el protagonista, Michael, recibirá como regalo de su 17 cumpleaños un tablero de ouija, el cual desatará un mal inimaginable llamado Virgil, que parece ir ligado con una oleada de asesinatos. Michael será el principal sospechoso.
Ojo al tagline con el que fue publicitada: "Olvida a Freddy y Jason. Virgil es la nueva pesadilla de la ciudad", toda una declaración de intenciones.
'Witchboard 2: La puerta del Infierno'
Año: 1993.
Dirección: Kevin Tenney.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Siete años después de 'Witchboard (Juego diabólico)', Tenney se volvía a poner tras la cámara para su secuela, la cual tuvo poco de novedoso y se limitaba a repetir los esquemas instaurados por su predecesora.
En esta ocasión, Ami Dolenz es Paige, una artista que se acaba de mudar a un apartamento en el que será asediada por el espíritu del anterior inquilino, quien se comunica con ella a través de una ouija.
'Witchboard 3: La posesión'
Año: 1995.
Dirección: Peter Svatek.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Tercera, última y peor entrega de la trilogía 'Witchboard', consciente de todas sus limitaciones pero a la vez sincera consigo misma.
Una vez más, será una mujer, Julie (Elizabeth Lambert) la que será poseída por una fuerza sobrenatural después de haber contactado con el otro lado a través del tablero de ouija.
'Muertos del pasado'
Año: 2002.
Dirección: Marcus Adams.
Nacionalidad: Reino Unido.
El debut del inglés Marcus Adams se nos presentaba cual interpretación del neo slasher de la época, con el aliciente de que la figura del psychokiller de marras recaía en la de un espíritu vengativo contactado a través de la ouija.
Los clichés más trillados del género, sustos prefabricados y una trama de posesiones que bien podría ser una burda copia de 'Posesión infernal', se dan la mano en un rudimentario y olvidable producto exploit hijo de su época.
'Ouija'
Año: 2004.
Dirección: Juan Pedro Ortega García.
Nacionalidad: España.
Y ya que hablamos de productos olvidables, ¿cómo no hacer mención al enésimo intento por parte de la cinematografía española de imitar los productos internacionales?
En la misma época en la que llegaron (y sufrimos) títulos como 'Tuno negro', 'Más de mil cámaras velan por tu seguridad' o 'La monja', el debutante Juan Pedro Ortega se atrevía con una película que nos llevaba a la España rural y en la que Clara (Montse Mostaza), una estudiante de periodismo, se hacía amiga de un joven llamado Víctor (Ricard Sales) durante sus vacaciones de verano en el pueblo. Él, todo un apasionado del ocultismo, la introducirá en el mundo de la ouija a través de unas sesiones en las que contactarán con un ente que dice llamarse Audscias. Una serie de hechos inexplicables empezarán a suceder a su alrededor a medida que las sesiones de espiritismo se tornan cada vez más severas.
'Paranormal Activity'
Año: 2007.
Dirección: Oren Peli.
Nacionalidad: Estados Unidos.
La revolución del terror low cost y pionera de la cámara estática dentro del found footage (ya había habido algún ejemplo anterior, aunque no obtuvo su éxito), tiene un nombre incuestionable: 'Paranormal Activity'. Primera entrega de una de las sagas más rentables del cine de terror, que contó con cuatro secuelas, una precuela y un spin-off, fiel a su forma y creadora de un universo propio, carne de crítica para haters y defendido por muchos otros.
Katie (Katie Featherston) y Micah (Micah Sloat) son una feliz pareja que decide grabar lo que pasa por las noches en su casa, pues el mal la ha perseguido a ella desde su infancia. Las cámaras nos convertirán en testigos de una serie de sucesos extraños en la casa.
En esta ocasión, el tablero de ouija es un elemento más entre toda la retahíla de fenómenos paranormales, el cual llega a casa de la mano de Micah, quien pretende contactar con los espíritus. Durante la noche 16, en la que la pareja no se queda a dormir en la casa, veremos como el tablero se moverá solo, se prenderá fuego y estallará.
'Necromentia'
Año: 2009.
Dirección: Pearry Reginald Teo.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Tres historias cruzadas son las que se nos presentan en 'Necromentia', la cual nos presenta un Infierno de pesadilla en la línea de títulos como 'Hellraiser' o las recientes 'Baskin' o 'The Void'.
La existencia de un tatuaje cuya forma es la del tablero de la ouija que abre un portal infernal, será uno de los denominadores comunes en una historia de redención, muerte y venganza en la que los tratos demoníacos, criaturas con cabeza de cerdo y un ambiente malsano están a la orden del día.
'The ouija experiment'
Año: 2011.
Dirección: Israel Luna.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Hay veces en las que el poco presupuesto puede ir ligado a una gran inventiva a la hora de llevar a cabo buenas ideas. Ese no es el caso de 'The Ouija Experiment', terrible telefilm en clave found footage en el que un grupo de amigos juega con el tablero al que da nombre la película entre diálogos que traspasan la vergüenza ajena, interpretaciones irrisorias y un conglomerado de intentos de sobresalto que, ni asustan ni entretienen.
Perfecta para echarse una buena siesta.
'The Possession of Michael King'
Año: 2014.
Dirección: David Jung.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Tal vez sea el título que menos casa en la presente selección de títulos, pues en 'The Possession of Michael King' no hace aparición ninguna ouija, pero debido a la inspiración que toma, se puede tener en cuenta.
Sin andarse con rodeos, cabe decir que estamos ante un título horrible, al que sus pretensiones de cine arty le consiguen pasar factura a medida que avanza el metraje. Y es que concebir un found footage para saltarse sus normas a la primera de cambio (hago referencia al abuso de primeros e injustificados planos) y creerse innovador no es solo el principal de los errores del debut de David Jung, a quien se le fue la mano con la estridencia del volumen en la sala de montaje y que dice que quería evitar los tableros de ouija y las velas como único elemento para llevar a cabo una conexión con el otro lado.
Finalmente, la simbología y el uso de su cuerpo como catalizador, son los que (paradójicamente) convierten al Michael King (Shane Johnson) del título en una especie de tablero de ouija andante al que poseerá Bahamgore, Comandante de las 37 Legiones del Infierno, en un título con ínfulas de 'El resplandor' que no es más una tomadura de pelo de la que solo se salvan dos secuencias.
'Ouija'
Año: 2014.
Dirección: Stiles White.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Fue la película de terror más taquillera de su año en nuestro país. Producida por Blumhouse, costó 5 millones y recaudó más de 103 en todo el mundo.
La historia, con Olivia Cooke al frente del reparto rostros jóvenes y semidesconocidos que servirán de carnaza para la trama, nos presenta a un grupo de amigos que, tras utilizar la ouija para entablar contacto con una amiga recientemente fallecida, traerán consigo a un mal que los aniquilará uno a uno si no consiguen desentrañar el terrible secreto que se esconde tras él.
'The Ouija Experiment 2: Ouija Resurrection'
Año: 2015.
Dirección: Israel Luna.
Nacionalidad: Estados Unidos.
¿Era necesaria una secuela de 'The Ouija Experiment'? Pues al parecer, y teniendo en cuenta que se trata de otra producción independiente producida de nuevo por el mismo Israel Luna, sí. O al menos eso es lo que nos quiere hacer creer.
Se repiten esquemas, se toma demasiado en serio a sí misma, repiten Justin Armstrong y Swisyzinna (su agente debería recomendarle que cambie de nombre) y es peor de lo que cualquiera puede llegarse a imaginar.
Cuenta la leyenda que, si consigues sobrevivir a una maratón en Netflix con ésta y su predecesora, su director se materializa en tu salón para darte las gracias mientras se ríe de ti.
'Ouija: El origen del mal'
Año: 2016.
Dirección: Mike Flanagan.
Nacionalidad: Estados Unidos.
A diferencia de lo que pasa con 'The Ouija Experiment', cuando se dio a conocer que 'Ouija' tendría una secuela dirigida por Flanagan, se oyeron cantos celestiales que auguraban un buen lavado de cara a una posible franquicia que había comenzado con muy mal pie.
En esta ocasión, a modo de precuela viajaremos hasta los años 60, donde veremos cómo el personaje de Paulina Zander, interpretado por Lin Shaye en la película anterior, se topó siendo joven (Annalise Basso) con un ser procedente del otro lado cuando jugó con la ouija para comunicarse con su fallecido padre.